4 de abril de 2013

Ejercicios que puedes hacer con tu hijo si padece autismo

El ejercicio funciona en el tratamiento de la obesidad, la mejora de las habilidades motoras y el tono muscular, además de ayudar en la eliminación de las conductas autodestructivas y mejorando las habilidades sociales de los niños con autismo.

Más de la mitad de los niños del país que padecen autismo tienen sobrepeso, lo que los pone además en riesgo de sufrir diabetes, enfermedades cardiovasculares y problemas en los huesos y articulaciones.

Esta estadística alarmante motivó a la experta en fitness Suzanne M. Gray a desarrollar una rutina de ejercicios que los padres pueden hacer con los pequeños con autismo. Gray ha pasado alrededor de 30 años desarrollando diferentes programas de acondicionamiento físico para niños con necesidades especiales y nos ofrece algunos valiosos consejos.

La especialista ha visto cómo funciona el ejercicio en el tratamiento de la obesidad, la mejora de las habilidades motoras y el tono muscular, además de ayudar en la eliminación de las conductas autodestructivas y mejorando las habilidades sociales de los niños con autismo.

Su último proyecto 'Five to Stay Alive' (Cinco para mantenerse vivos) consiste en actividades que se pueden realizar fácilmente en el hogar. Lo que recomienda la experta es establecer metas diarias, tener una bitácora de lo que se hace y ofrecer un motivador, como un postre saludable o una calcomanía.

Las actividades recomendadas son:
- Una vuelta a la manzana: Crear una ruta en el vecindario para que tu hijo recorra una o dos veces al día caminando. El niño debe usar un podómetro para medir sus pasos y calorías quemadas, así podrás registrar su progreso objetivamente.

- ¡Levanta la barra! Como si fuera un juego puedes motivar a tu hijo a que levante del piso una barra de madera y eleve sus brazos por encima de su cabeza. Si lo acompañas haciendo lo mismo será más fácil. Luego de un tiempo podrías sustituir la barra por un par de pesas pequeñas.
- Sentadillas con sillas: Con una silla al frente puede sostenerse y ponerse en cuclillas (flexionar las rodillas hacia el piso), este movimiento es necesario para potencializar sus extremidades inferiores y volverlos más atléticos.
- Flexiona flexiona: Si tu niño puede, asígnale un número determinado de flexiones de brazos todos los días. Déjalo elegir el número, así será más divertido.
- Saltos Jack: Dependiendo del espectro autista del niño podrías pedirle un número de saltos, no olvides que si lo acompañas en la tarea, para él será un juego y no un deber.

"Los padres que fomentan el ejercicio diario en los niños con autismo ayudan a ejorar los desequilibrios musculares, habilidades motoras deficientes, malas posturas y otras trampas comunes del cuerpo" señala Gray.

Además, la experta señaló que "uno de los mayores beneficios del ejercicio es la pérdida de peso, pero si además se combina un programa de acondicionamiento físico con la música y el juego, aumentará la independencia, la felicidad y la autoestima del niño".

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