30 de octubre de 2017

La mayoría de los escolares con autismo combinan la educación especial y un centro ordinario

Educación concierta este curso una octava aula con el centro Duques de Lugo, en Lamas de Abade, de la asociación Aspanaes

.La Consellería de Educación concertó este curso una nueva aula, la octava, con el centro privado de educación especial Duques de Lugo, promovido por la asociación Aspanaes. Este colegio está especializado en la atención a alumnado con trastornos del espectro autista (TEA). Así, ahora escolariza a 49 estudiantes con edades entre 3 y 16 años -por situaciones concretas justificadas pueden ser incluso mayores-, de quienes 39 compatibilizan las enseñanzas que reciben en Lamas de Abade con las de otros centros ordinarios, explica Alberto Silva, su director.

Es lo que se denomina escolarización combinada. «Aquí atendemos todas las áreas en las que precisa intervención el alumnado con TEA. Vienen exclusivamente a nuestro centro quienes tienen más necesidades de apoyo; sobre todo si precisan más herramientas de comunicación. El alumnado de escolarización combinada acude entre uno y cuatro días a la semana», indica.

«Se trata de que cada estudiante reciba de la mejor forma del sistema educativo lo que precisa para defenderse en la sociedad. No tiene sentido, por ejemplo, que un niño con TEA que no tiene ningún sistema de comunicación acuda a un patio de recreo donde el resto se comunican, sin antes dotar a ese alumno con TEA de herramientas para que pueda interactuar con ciertas garantías», agrega.

En el Duques de Lugo, inaugurado en el curso 1988-89, ejercen profesores tutores especialistas en pedagogía terapéutica, en audición y lenguaje, auxiliares técnicos educativos que inciden en el área de autonomía del alumnado y una psicóloga-orientadora. «La asociación Aspanaes trata de abarcar todo lo que precisan las personas con TEA: desde el diagnóstico, hasta la atención temprana, centros educativos -además de este tiene otros en As Pontes, Ferrol y A Coruña-, estrategias para la escolarización combinada, centros de día y residencias. La oferta es amplia para las personas con TEA y sus familias. Los servicios han mejorado mucho, pues ahora se hace un diagnóstico más temprano y completo, y las intervenciones escolares se ajustan más a las necesidades de cada estudiante», sostiene Alberto Silva.
Además «con la investigación se han descubierto nuevas estrategias metodológicas para mejorar la comunicación, y ahora es más fácil aplicar y aprovechar avances que funcionan en otros sitios, porque hay trabajo en red y se ponen en valor las nuevas tecnologías».

El Duques de Lugo recibe alumnado de Santiago y otras comarcas, como Deza, Barbanza o Costa da Morte. El centro funciona de 10.00 a 17.00 horas. Cuenta con servicios de transporte y comedor escolar: «el comedor es básico para potenciar la autonomía de este alumnado y acudimos toda la plantilla docente, para favorecer que adquieran hábitos de alimentación adecuados y saludables, una tarea que suele ser complicada», afirma.

Entre la mayor integración social y la falta de oferta para jóvenes

La colocación de pictogramas en espacios públicos, o facilidades para la asistencia sanitaria, contribuyen los últimos años a una mayor integración de las personas con trastorno del espectro autista (TEA). Algunas de esas medidas favorecen además a otros colectivos, como personas con parálisis o con daño cerebral, de edades avanzadas, o incluso extranjeras que desconocen el idioma: «Hay una mayor sensibilización y se ha hecho mucho más visible a las personas con TEA, que durante mucho tiempo permanecieron en un segundo plano», dice Alberto Silva.

Para el director del Duques de Lugo «el mayor reto ahora es ofrecer alternativas a jóvenes que finalizan la etapa escolar obligatoria en este centro. Cuando llegan a los 17 o 18 años, hay escolares que pueden continuar estudios, incluso ir más adelante a la universidad porque se ha trabajado con éxito el aspecto social y es posible; en otros casos, si continúan con problemas de comunicación muy acusados, la opción es ir a un centro de día. Pero entre esas situaciones, que podemos considerar extremas, hay alumnado que podría hacer cantidad de cosas y no tiene dónde», dice.

Pone como ejemplo la jardinería: «no todos pueden podar, o subir a un árbol; pero sí realizar muchas funciones propias de esa profesión. Para eso se precisan preparadores laborales e infraestructuras. Se han planteado en reuniones con la Xunta o el Concello, donde hay buena disposición, pero las soluciones tardan y no son baratas», manifiesta.

Tomado de https://www.lavozdegalicia.es/noticia/santiago/2017/10/29/mayoria-escolares-autismo-combinan-educacion-especial-centro-ordinario/0003_201710S29C5991.htm

México: Asociación Pro Autismo recibe donativo para sus proyectos

 Un buen ejemplo del sector empresarial y privado en México. !!Cuanto necesitamos en ASPAU PERÚ apoyos económicos de este tipo!!

autismo

TIJUANA, B.C.- Recibe la asociación Pro Autismo de Tijuana donativo de más de 800 mil pesos por parte de una cadena comercial de tiendas de autoservicio, luego de una campaña de redondeo de tres meses.

Este donativo será destinado a la construcción de una sala de Usos Múltiples que se encuentra dentro del proyecto “Villas de Residencia Temporal para Personas con Autismo”, la cual proporcionará atención en una estancia que puede ser por 24 horas en un lapso no mayor a dos meses.

En el Centro Pro Autista se atienden a más de 60 alumnos de diversos grupos de edad que padecen de autismo, además de ello, 7 integrantes del centro se encuentran incorporados al sistema educativo del estado, informó Lanz Paredes, y gracias a ello registran un mejoramiento en su capacidad motriz, intelectual y capacidad de hablar.

Tienen en sus planes de acuerdo al ingeniero Lanz, fundador de la institución un proyecto denominado COMPA que trabaja en la Capacitación, Orientación y Mantenimiento en el Trabajo para Personas con Autismo que tiene como objetivo el emplear de manera temporal a los integrantes del mismo en alguna empresa de Tijuana.

Tomado de https://psn.si/asociacion-recibe-donativo/2017/10/

28 de octubre de 2017

España/Galicia:Sin barreras desde el pupitre

Padres de alumnos gallegos con trastornos del aprendizaje denuncian que a sus hijos no les garantizan medidas de apoyo educativo en clase

29.10.2017 | 17:26
Varios niños en clase en un colegio de A Coruña.


Tienen problemas para concentrarse y seguir la clase, para expresar lo que han aprendido por escrito, para interpretar rápidamente un enunciado o para acordarse de qué deberes tienen que llevar al día siguiente. Son alumnos con trastornos del aprendizaje, a los que se suman estudiantes con algún tipo de discapacidad (auditiva o visual), y que precisan de medidas de apoyo en el aula para no quedarse atrás respecto a sus compañeros. Pequeñas adaptaciones como situarlos siempre en primera fila, ampliarles el tiempo para hacer un examen, apostar por material visual o vigilar que anoten en la agenda los deberes permitiría que no bajase su rendimiento académico. Las familias denuncian que no tienen garantizado este apoyo y que depende del profesor que les toque

Misma aula, diferentes ritmos de aprendizaje. Esta es la realidad que se vive a diario en muchos colegios gallegos ya que miles de alumnos de la comunidad precisan medidas específicas de apoyo educativo al presentar algún trastorno neurobiológico como la dislexia, el déficit de atención o el síndrome de Asperger o tener alguna discapacidad. Se trata de niños con un coeficiente intelectual normal, pero que sin unas medidas de apoyo en el aula -apostar por materiales audiovisuales, colocarlos en las primeras filas o darles un extra de tiempo en los exámenes- son incapaces de seguir el ritmo de la clase. Pese a que un decreto de la Xunta contempla la atención a la diversidad en las aulas, las familias denuncian que en la práctica, que los niños reciban el apoyo que precisan depende de lo implicado que esté el profesor que le toque. "Demandamos unas adaptaciones que benefician a estos alumnos y que no perjudican a los demás", sostiene la psicóloga y directora del área técnica de la Asociación Galega de Asperger (Asperga), Verónica Santiso.
Un decreto de la Consellería de Educación regula desde el año 2011 la atención a la diversidad del alumnado. En él, la Xunta reconoce que la diversidad es "una realidad social" y como tal, "una realidad en cada centro" que hay que abordar con "un conjunto de medidas y acciones que tienen como objetivo adecuar la respuesta educativa a las diferentes características y necesidades, ritmos y estilos de aprendizaje, motivaciones, intereses y situaciones sociales o culturales de todo el alumnado". La Xunta cuenta incluso con una guía que marca la atención en el aula que deberán recibir los niños con trastornos del espectro autista.

Pero la teoría choca de bruces con la realidad. La semana pasada, el Tribunal Superior de Xustiza condenó a educación a indemnizar con 4.500 euros a un alumno coruñés con autismo al que le retiró el apoyo visual con el que el menor podía participar en las actividades escolares. Las familias de niños con dislexia, trastorno de déficit de atención e hiperactividad y síndrome de Asperger denuncian que las medidas de apoyo no estén generalizadas y que las ayudas para que estos niños puedan seguir la clase en igualdad de condiciones que sus compañeros no depende solo ya del colegio en el que estudien, sino del profesor que le imparta la materia.

Dependes de la sensibilidad e implicación del docente cuando en realidad se trata de un derecho de los alumnos", indica Santiso, quien señala en el caso de los niños con síndrome de Asperger, muchas veces "cada curso" toca volver a pelear porque reciban el apoyo necesario. Lo mismo ocurre con quienes tienen dislexia, un trastorno del lenguaje que hace que presenten dificultades para leer y escribir con fluidez. "Tenemos familias que han tenido que llegar hasta el Valedor do Pobo porque el los centros y en inspección educativa no les hacen caso. Es un problema en el que influyen varios factores: falta formación al profesorado sobre estos temas, hay masificación en las aulas, que varios centros compartan orientadores...", sostiene la presidenta de la Asociación Galega de Dislexia (Agadix), Esther López.

Pero, ¿qué medidas reclaman esta familias? Nada, aseguran, que vaya a perjudicar el resto de estudiantes.

El apoyo educativo varía en función de las necesidades de cada alumno. Los pequeños con TDAH tienen problemas de concentración ya que cualquier estímulo les sirve para despistarse. Desde la asociación Anhida Coruña explican que bastaría con que simples gestos del profesor "como un toque en el hombro, que llamen su atención o mantengan contacto visual con él" para que los alumnos no pierdan el hilo de la clase así como sentarlos delante y lejos de la ventana. Y para que se recuerden y, sobre todo sus padres sepan qué tareas deben realizar, instan a que los docentes se preocupen de que los niños anoten los deberes en una agenda. Algo que también sirve para los pequeños con Asperger que presentan problemas "para planificarse o organizarse". Además, estos niños necesitan que se les indique expresamente qué se quiere en un ejercicio o una pregunta para poder responder de forma adecuada. Por ello, desde Asperga aconsejan que se opten por exámenes tipo test antes que de desarrollar y sino que se precise en cada pregunta qué datos se piden. Y un tiempo extra en el examen o poder hacerlo en dos días es lo que exigen también desde Agadix ya que los niños con dislexia tardan más que el resto en comprender los enunciados, lo que les impide terminar a tiempo las tareas o un examen.

Pese a que aseguran que, todavía queda mucho por hacer, las asociaciones de ayuda a estos alumnos reconocen que en los últimos años ha mejorado la situación y que cada vez hay más profesores sensibilizados con la diversidad que observan en sus clases. La mayoría ofrece talleres sobre qué hacer para que todos los alumnos tengan las mismas oportunidades para aprender.



Tomado de http://www.laopinioncoruna.es/sociedad/2017/10/29/barreras-pupitre/1230635.html