14 de marzo de 2012

Llamado a mejorar servicios para niños con autismo

Aseguran que su tratamiento requiere un enfoque salubrista

El presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría exhortó a los planes médicos a no limitar los servicios que necesitan los niños con autismo

Por Marga Parés Arroyo / Mpares@elnuevodia.com

que el Gobierno no atienda la problemática de los niños con autismo como un asunto de salud pública pudiera provocar que esta población sea diagnosticada tardíamente y no reciba un tratamiento adecuado.

Esto ocurre por el disloque que existe entre el Departamento de Salud y el de Educación (DE), ya que el primero atiende a los niños con autismo desde los 0 hasta los 3 años y luego estos pasan a la atención del DE.

“Muchos se pierden en esa separación de Salud y Educación”, reconoció el doctor Gerardo Tosca, presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría.

Sin embargo, los pediatras también son señalados como responsables de que el autismo tarde en ser detectado ya que no están adecuadamente adiestrados para poder hacer un diagnóstico temprano.

“La detección temprana es clave y es la responsabilidad primaria de los pediatras”, sostuvo Joyce Dávila, de la Alianza de Autismo y Desórdenes Relacionados.

En Puerto Rico solo hay cuatro médicos certificados en organizaciones como el “Defeat Autism Now” (DAN) que fomentan la investigación del autismo. Por ejemplo, la pediatra Ada Ortiz, quien es una de ellas, explicó que, a pesar de que este curso no es compulsorio, ayuda a que los médicos estén al día en el tratamiento de esta condición.

Las expresiones se dieron un día después de que Salud diera a conocer la primera Encuesta de Prevalencia de Autismo, que reveló que en la Isla hay 11,743 niños de 4 a 17 años con la condición.

Por su parte, Dávila emplazó al Departamento de Salud y a los pediatras y médicos del País “a que acepten que el autismo es una condición neurobiológica en la que muchos niños presentan un patrón de inflamación, problemas gastrointestinales e inmunológicos crónicos y una gran toxicidad que desarrolla los síntomas de lo que llamamos autismo”.

“Nuestros niños están médicamente enfermos y necesitan tratamiento”, insistió Dávila. La madre de una niña de 12 años con autismo además emplazó al DE a designar presupuesto y recursos para educar a los maestros sobre el manejo de esta condición.

Tosca a su vez recalcó que la Isla carece de centros de servicio integrados para esta población. Agregó que muchos planes médicos privados limitan la cubierta de esta condición al predeterminar una cantidad fija de terapias al año cuando estos niños necesitan un mínimo de cuatro a cinco terapias a la semana. Asimismo, resaltó la importancia de que los padres lleven a sus hijos a las visitas pediátricas de rutina y de seguimiento.

La doctora Ada Ortiz, uno de los cuatro médicos en el País que cuentan con la certificación de “Defeat Autism Now” (DAN), insistió en que las vacunas pueden disparar la condición de autismo en niños con problemas en su sistema inmunológico. Por segundo día consecutivo, ayer no fue posible entrevistar al secretario de Salud, Lorenzo González, sobre este tema.

Primera Encuesta de Prevalencia de Autismo en la Isla:

Se realizó entre abril y octubre de 2011.

Se hicieron 46,957 llamadas telefónicas, obteniendo 25,468 respuestas.

Basado en el Censo 2010, se estimó que en la Isla hay 11,743 niños de 4 a 17 años con autismo, lo que equivale a 1 de cada 62 niños.

En 5,727 hogares donde se identificaron niños de 4 a 17 años se encontraron 154 niños con autismo.



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