4 de abril de 2012

¿Es mi hijo autista?

En los últimos años, los desórdenes del Trastorno del Espectro Autista han aumentado en Estados Unidos y Puerto Rico.
Autismo
La mayor parte de los investigadores están de acuerdo en que los orígenes del autismo podrían ser genéticos. Otros piensan que existen factores ambientales involucrados.

Por Lcda. María Moro

En los últimos años, la incidencia y la prevalencia de los desórdenes del Trastorno del Espectro Autista han ido aumentando en Estados Unidos y Puerto Rico, al punto de que cada 91 nacimientos, nace un individuo con este trastorno. En Puerto Rico, se estima que nacen 500 niños autistas cada año.

Como Patóloga del Habla y Lenguaje a través del marco clínico, terapeútico y educativo, he tenido la oportunidad de observar este incremento en la población infantil en los últimos 18 años. Esto ha despertado mi interés en el tema y las consecuencias sociales, económicas, educativas y de salud que esto provoca en nuestra sociedad actual.

La condición se comenzó a estudiar a principios del siglo 20. La palabra "autista" proviene de la palabra griega “auto” que significa “yo”. Estos niños se encontraban enfocados en sí mismos.

A pesar de las muchas posibles causas para el autismo, se encontraron similitudes entre estos niños que permitió agruparlos bajo un mismo diagnóstico. No obstante, dentro del grupo, estos niños poseían características individuales que los diferenciaban como seres humanos únicos. Se comenzó a ver el autismo, no como una condición aislada, sino como un espectro o continuo que iba desde niños con retardación mental severa hasta superdotados excéntricos, que eran capaces de ocuparse funcionalmente de ellos mismos.

Las características comunes a todos los autistas se describen como: incapacidad para mantener interacción social adecuada, incapacidad para establecer comunicación adecuada, imaginación limitada y conductas repetitivas de forma estereotipadas.

Al momento se señalan los siguientes tipos de autismos:

Desorden autístico

Los niños con este trastorno no pueden usar la comunicación no verbal y verbal para interaccionar efectivamente con otros. Usualmente, muestran rezagos severos en el aprendizaje del lenguaje. Pueden tener intereses obsesivos en objetos e informaciones específicas. Suelen repetir conductas repetitivas que se le conocen como estereotipadas. Para ser diagnosticados con autismo, estos tienen que haberse presentado antes de los tres años. A este trastorno se le conoce como el autismo tipo Kanner haciendo alusión al Dr. Kanner, uno de los primeros investigadores de la condición.

Desorden Pervasivo del Desarrollo, no especificado de otra manera o Autismo Atípico

Estos niños tienen síntomas que no se ajustan a las características señaladas dentro del autismo típico o cualquier otro de los tipos dentro del espectro. Los síntomas pueden haberse suscitado luego de los tres años o los síntomas que se presentan no son lo suficientemente severos para considerarse autista.

Síndrome de Asperger

Estos niños pueden presentar algunos síntomas de los niños autistas. Sin embargo, usualmente tienen inteligencia promedio. Suelen tener el deseo de socializar con otros, pero muchas veces no saben cómo hacerlo. Muestran dificultad para comprender las emociones de otros. Puede que no logren leer las expresiones corporales y faciales de otros. Los síntomas adquieren importancia cuando la conducta social y la comunicación se ponen en evidencia.

Síndrome de Rett

Esta condición es una rara y severa que ataca usualmente a las niñas. Se comienza con un desarrollo normal hasta aproximadamente los cinco meses de edad. Entre estos cinco meses y los 48 meses la circunferencia de la cabeza comienza a desarrollarse lentamente. Se pierden destrezas motoras y el desarrollo social y lingüístico se afecta severamente. Normalmente, mueren a temprana edad.

Desorden Desintegrativo de la Niñez

El desarrollo comienza normalmente y entre la edad de dos años a diez años, los niños comienzan a disminuir la interacción social y comunicológica. Desarrollan movimientos repetitivos y conductas e intereses obsesivos. Pierden destrezas motoras y se convierten en discapacitados.

Actualmente, el autismo se manifiesta en diversos miembros de una misma familia. La mayor parte de los investigadores está de acuerdo en que los orígenes podrían ser genéticos. Otros piensan que existen factores ambientales involucrados.

El tratamiento para autismo puede variar, dependiendo de las necesidades del individuo y, generalmente, cae en tres categorías: terapia de conducta y comunicación, terapias médicas y dietéticas, y terapias complementarias.

En la terapia conductual y de comunicación se incluyen programas que trabajan la conducta, la comunicación, integración sensorial y el desarrollo de destrezas sociales. Este tipo de tratamiento requiere de la coordinación entre padres, maestros, educadores especiales y profesionales de la salud mental.

La terapia médica tiene como meta facilitarle a la persona con autismo la participación en actividades de aprendizaje escolar y monitorear la conducta. Las drogas tratan la ansiedad, los problemas de depresión, hiperactividad e impulsividad. Existe evidencia de que algunos autistas presentan deficiencias en vitaminas y minerales. Estas deficiencias no causan el autismo, pero pueden ser efectivas para mejorar su nutrición. La vitamina B y el magnesio son dos de los suplementos más usados para el autista. Cambios en la dieta pueden ayudar con algunos síntomas o alergias a alimentos. Las alergias pueden empeorar los problemas de conducta, al remover los alérgenos de la dieta, en ocasiones mejora la conducta.

Existen las terapias complementarias como la música, el arte y la terapia con animales (correr caballo o nadar con delfines), las cuales han demostrado ayudar a algunas personas.

En la Clínica de Patología y Lenguaje de la Universidad Carlos Albizu ofrece orientación, evaluación y tratamiento a padres y niños que aparenten padecer de algunos de los desórdenes dentro del espectro de autismo. Además, la Clínica brinda servicios de cernimiento, evaluación, diagnóstico y tratamiento de problemas del habla y lenguaje. Esta cuenta con servicios de cernimiento y evaluación auditiva básica a infantes, trotones, niños, jóvenes y adultos. Para información, llama al 787-725-6500, extensión 1400.

La autora es patóloga del Habla y Lenguaje y supervisora clínica de la Clínica de Patología del Habla y Lenguaje de la Universidad Carlos Albizu.


No hay comentarios: