La distinción nosológica entre espectro autista y espectro esquizofrénico está claramente delimitada, aunque haya evidencias científicas de la relación genética entre ambas condiciones. La relación de síntomas negativos de la esquizofrenia con ciertas manifestaciones autistas y la concepción errónea de síntomas positivos de la esquizofrenia en el autismo por profesionales no familiarizados con los trastornos del espectro autista revelan la importancia de descifrar las claves que permitan el diagnóstico diferencial, o la valoración de la comorbilidad y coocurrencia entre ambos espectros cuando así sea.
Un artículo publicado en Revista de Neurología analiza y desgrana las manifestaciones del autismo que pueden ser erróneamente confundidas con la dimensión psicótica y la dimensión de desorganización correspondientes a los síntomas positivos del espectro de la esquizofrenia. También se dan las explicaciones psicológicas que justifican la manifestación de ciertos síntomas negativos asociados con frecuencia al autismo: las claves para determinar si las manifestaciones clínicas son propias del espectro autista, del espectro esquizofrénico o fruto de la comorbilidad radican en la valoración de la historia de desarrollo de la persona, el pródromo e inicio de la alteración, su evolución y la presencia o ausencia de síntomas positivos de la esquizofrenia. Su determinación será crucial para ayudar al profesional en la toma de decisiones tanto diagnóstica como de tratamiento.
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