31 de marzo de 2013

Argentina: Uno de cada 88 niños es diagnosticado con autismo

Por Edición Impresa


La jornada internacional sobre concientización tendrá en Buenos Aires su epicentro en la Plaza de Mayo, con varios espectáculos, y culminará con la Casa Rosada iluminada de azul, el color que identifica al trastorno.

Uno de cada 88 niños es diagnosticado con autismo
Uno de cada 88 niños es diagnosticado con autismo

Los estudios a nivel mundial revelan que el autismo afecta a uno de cada 88 nacimientos. La patología se relaciona básicamente a las dificultades de desarrollo del niño, respecto a la comunicación y socialización, con la derivación directa del aislamiento.

Desde hace algunos años, en Argentina comenzó a hablarse de autismo, con un panorama esperanzador. Sin embargo, los esfuerzos de la sociedad civil, mayormente de asociaciones de padres con chicos autistas, requieren de un urgente involucramiento del Estado en conjunto.

Los problemas son muchos: inserción educativa deficiente, apoyo terapéutico problemático, vacíos legales y, por supuesto, un alto grado de desconocimiento social. Así, para el próximo 6 de abril, la Plaza de Mayo se vestirá nuevamente de azul para reflexionar, compartir y aprender sobre el tema.

El año pasado, la jornada se llevó adelante con singular convocatoria, al punto que en la histórica plaza se juntaron unas 10 mil personas, que participaron de radios abiertas, exposiciones, suelta de globos y, al caer la noche, la Casa Rosada se iluminó del color característico de la patología. La movida se replicó en distintas provincias y ciudades del país, donde los protagonistas fueron los niños con autismo y sus padres.

Esta vez sus organizadores van por más, y el calendario indica que la concentración será el próximo sábado, a partir de las 18 horas, aunque desde este martes comenzarán a llevarse a cabo muchísimos encuentros acerca de la problemática. "Estamos muy contentos, con gran expectativa, ya que sentimos que comienza a hablarse realmente de autismo en el país. Sin embargo, falta mucho por hacer", sostuvo Débora Feinmann, madre de una niña con autismo e integrante de la asociación TGD-Padres, que organiza la movilización.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) designó el 2 de abril como la jornada para generar concientización sobre el autismo en la población. "El fin de asignar un día en particular es el de aumentar la conciencia pública sobre este trastorno que representa una crisis de salud global de gravedad creciente (considerado incluso epidemia) y a la vez generar actividades de difusión sobre la importancia del diagnóstico precoz y la intervención temprana; y a través de eventos comunitarios globales propender a la inclusión social de las personas con autismo y sus habilidades y talentos distintivos', explicó Feinmann.

Durante la jornada del sábado, se realizará un "abrazo simbólico" a la Casa Rosada, con encendido de velas. "Vamos a rodear del principal edificio del Poder Ejecutivo. El mensaje es para todos, sumando al Poder Legislativo y al Judicial, pero también a la sociedad entera. Es necesario que tomemos conciencia todos, porque es entre todos que podemos lograr cambios. Está bien que nos reciban, abran puertas y escuchen, pero hace falta mayor compromiso de aquellos que toman decisiones", indicó la mujer.

En torno a las cuestiones pendientes sobre el autismo y la realidad de miles de chicos, en las jornadas se profundizará sobre la necesidad de lograr una educación realmente inclusiva, y no sólo desde lo teórico con parcialidades. "Es clave que nuestros chicos sean aceptados en las escuelas, y se logrará con una buena política educativa. No hablamos sólo de integración, que es el esquema actual con docentes que acompañan al alumno con autismo, sino de verdadera inclusión. Hoy muchos chicos quedan afuera, se convierten en fantasmas del sistema", expresó Feinmann.

El concepto de aulas inclusivas no es un invento argentino. Funciona perfectamente en países como Estados Unidos, España, Japón y muchos otros. Requiere de cambios esenciales, con mayor preparación de docentes y profesionales de la educación.

"El mundo ya demostró que se puede hacer. Pero deben prepararse las condiciones, educativas y también sociales. Los resultados son fantásticos, porque se logra que el chico sin autismo se eduque en un entorno no de tolerancia, porque eso implica bancarse al otro, al distinto, sino de aceptación de las diferencias, reconociendo que todos somos distintos y que tenemos particularidades", dijo Feinmann.

Los características del denominado espectro autista consisten en un complejo trastorno neurológico que altera las capacidades de comunicación y relación. Los síntomas pueden ser desde muy leves hasta muy graves, según el grado de pérdida de las habilidades sociales y de comunicación, y la aparición de movimientos repetitivos y/o obsesivos. 

El autismo no se puede detectar, tampoco curar, médicamente, pero el diagnóstico y la intervención a tiempo producen importantes mejorías en la calidad de vida. Algunos datos: el autismo afecta a más de 67 millones de personas en el mundo, es un trastorno que supera a la diabetes y al cáncer infantil, y es tres veces más frecuente que el Síndrome de Down.

Otra problemática apunta al vacío legal y su consecuencia directa en el drama que padecen las familias para obtener cobertura en los tratamientos. "Es terrible lo que pasa con las obras sociales, y seguirá pasando hasta que se incluya la nomenclatura autismo en las prestaciones. Faltan profesionales médicos y tanto más. Tenemos mucho trabajo por delante", cerró Feinmann.

 (Tomado de la página web del Diario Popular)


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