23 de febrero de 2012

PECS: El lenguaje del autismo

Por: | 23 de febrero de 2012

PECSDecía el célebre dramaturgo francés Henry Becque que la libertad y la salud se asemejan, pues su verdadero valor se conoce cuando nos faltan. Con la comunicación humana sucede algo muy similar. Cuánto más damos por sentado que podemos realizar tareas tan cotidianas como hablar, hacer gestos, escuchar y leer, menos apreciamos la vital importancia de estas aparentemente "sencillas" acciones que, en realidad, son tremendamente complejas.

Por eso mismo, quiénes son más conscientes de la importancia de la comunicación son precisamente aquellas personas que tienen dificultades, tanto para transmitir sus pensamientos a los demás como para recibir los mensajes a su alrededor. Por suerte, el ingenio humano derriba muchas barreras y estas dificultades pueden aliviarse con creativas soluciones. El lenguaje de signos para sordos y el sistema braille para ciegos son dos ejemplos conocidos por todos que muestran muy bien cómo adaptar la comunicación a la discapacidad de una persona. Pero, ¿sabían que las personas con autismo también tienen su propio lenguaje con el que relacionarse con los demás? Se trata del sistema de comunicación por intercambio de imágenes (PECS).

Antes de profundizar en qué consiste el PECS, tenemos que tener muy claro un concepto fundamental sobre el autismo: No hay dos personas con autismo iguales. Se trata de un trastorno cuya afectación es increíblemente variable. De esta forma, podemos encontrar desde autistas con un gran retraso mental y enormes dificultades para realizar las tareas más básicas hasta autistas con una inteligencia normal o superior que pueden vivir con más o menos normalidad e independencia, como sería el caso de aquellos que poseen el síndrome de Asperger. Lo que tienen en común las personas con autismo es su dificultad para comunicarse e interaccionar con los demás.

Así pues, entre las personas con autismo encontramos tanto a aquellas que pueden hablar (no sin ciertas dificultades) como aquellas que no son capaces de realizar esta actividad. Para estas últimas su situación puede ser muy frustrante, pues sienten el deseo de comunicarse, pero no tienen los recursos necesarios para expresarlo con las palabras ni tampoco para utilizar un lenguaje gestual como los sordos. ¿Cómo conseguir que puedan hacerse entender por los demás? En 1985, Andy Bondy y Lori Frost, una pareja con una gran experiencia en los problemas de comunicación de las personas autistas, desarrollaron un sistema de comunicación que destacaba por su gran sencillez y efectividad: el PECS.

El PECS se basa en un sistema de tarjetas con símbolos que representan multitud de conceptos y acciones. El punto fuerte de este sistema está en su progresiva dificultad (puede ir desde lo más sencillo hasta lo más complejo) y en la buena memoria visual que suelen tener las personas autistas.

Con este sistema, los niños empiezan reconociendo los símbolos para después asociarlos con los objetos más cotidianos como por ejemplo "caramelo", "agua" o "puzle". Para ello, se realiza un intercambio del objeto por la ficha con el símbolo para que aprendan el significado. Lo ideal es iniciarse con objetos cuya obtención suponga un refuerzo positivo, como un caramelo. De esta forma, cada vez que piden algo correctamente obtienen un premio (y pocos niños se resisten a un caramelo...). Para objetos menos accesibles como "palmera" o "coche" los profesores suelen realizar excursiones para enseñar esta clase de conceptos.

El siguiente paso es ir aumentando la dificultad, incluyendo verbos como "querer", "jugar"...La idea es ir haciendo, poco a poco, los enunciados cada vez más complejos hasta dónde sea capaz de llegar el niño. Aquellos más aventajados son capaces de construir frases complejas (con sujeto, verbo y predicado) que permiten un nivel de comunicación asombroso para alguien que no era capaz de hablar. De hecho, se ha comprobado a través de varios estudios que facilita el habla para aquellos que tienen la posibilidad de desarrollarla. En el siguiente vídeo podemos ver en que consiste exactamente el PECS y cómo ayuda a los niños a comunicarse con los demás:




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