Por Rosa Geldres de Patiño (*)
Esta pregunta surgió en una conversación con una amiga, me contaba todo lo que quería hacer con su hijo con autismo de 24 años, AHORA, porque pensaba que si no lo hacía, o lo dejaba para más adelante, podría ser demasiado tarde, que un médico le había dicho que estos chicos tenían un techo, que progresaban hasta cierta edad, percibí su ansiedad y preocupación. Razón por la cual me decidí a escribir estas líneas y compartir mi humilde experiencia.
Yo me imaginaba al joven como un saco que había que llenar y llenar, en la brevedad de lo posible, antes de que se acabe el material creado para este fin, ya sea por el tamaño de la bolsa o el deterioro de la misma si no se llenaba a tiempo.
Mi hijo Christian tiene 40 años, es una persona con autismo, recuerdo que tuvimos muchas inquietudes, por qué? Hasta cuando? Cómo se cura? etc. desde que supimos el diagnóstico, no entendimos la magnitud ni lo complejo de este síndrome, han pasado mas de 37 años, luego de dejar atrás todas las etapas que esto creó en nuestras vidas, como pareja, como familia, me refiero al shock en que nos quedamos por varios años, la negación, pena, impotencia, la rebeldía, la cólera, etc.
Puedo decirles que no es cierto, NO HAY TECHO, mi hijo ha ido sorprendiéndome a lo largo de estos años, sobre todo los 13 últimos, es una persona tranquila, no habla, pero se comunica y comprende lo que sucede en su entorno inmediato, es educado, ordenado, obediente cuando está de acuerdo con lo que le pido, no ha dejado sus manías ni creo que las deje, el repertorio es amplio pero esto AHORA no es importante.
Yo pase muchos años preguntando , averiguando, y esforzándome por entender lo que pasaba con el, teniéndolo en terapias , siguiendo las instrucciones para guiarlo de la mejor manera ensenándole las cosas cotidianas , esperando respuestas, llenándome de expectativas y frustraciones . Con el paso de los años aprendimos a aceptarlo y quererlo TAL CUAL, ya no más expectativas, ni ansiedades, ir avanzando con el día a día.
EL es una persona de habilidades diferentes, muy peculiar en sus costumbres y gustos es único, con un concepto de la vida muy particular, se ha ido ganando el respeto de la familia y conocidos, es un ser bueno que no le hace mal a nadie, tiene cualidades y defectos y habilidades que son de gran ayuda para mi, sabe tomar decisiones, ESTO me sorprende, y estoy segura que seguirá sorprendiéndonos, porque el aprende, TODOS LOS DIAS APRENDE.
Tengo fé en que esto no tiene porque cambiar, e iremos caminado y progresando con el tiempo hombro a hombro y algún día será EL quien nos apoye y acompañe a su modo, pero ASI SERA.
(*) Asociada de ASPAU PERU y miembro de su Comité Directivo.
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