En una declaración titulada "Terapias de Integración sensorial para niños con trastornos del desarrollo y del comportamiento", difundida esta semana, la AAP señaló que dicho trastorno puede ser sólo una actitud asociada a otros desórdenes del desarrollo y comportamiento infantil.
Recomendó proceder con precaución en la utilización de objetos como cepillos, pinceles, columpios, pelotas y otros equipos en los tratamientos de los menores de edad que muestran estos problemas.
La declaración emitida por la sección de medicina complementaria e integrativa y el Consejo de Niños con Discapacidad, de AAP, precisa que estas terapias ocupacionales se relacionan con actividades que se cree incluye la organización del sistema sensorial.
Asegura que cada vez son más utilizados estos objetos y otros equipos especialmente diseñados con fines terapéuticos o recreativos por los terapeutas ocupacionales para tratar a niños con trastornos conductuales.
Sin embargo, aún no está claro si estos menores tiene un trastorno real en relación con las vías sensoriales del cerebro, o si estos problemas son características asociadas a otros trastornos del desarrollo y del comportamiento.
Cuando los problemas sensoriales están presentes, los proveedores de salud deben considerar otros trastornos, incluidos el autismo, déficit de atención/hiperactividad, trastorno de desarrollo de la coordinación y de ansiedad, indica la declaración.
Indicó que la terapia ocupacional con el uso de terapias basadas en lo sensorial puede ser aceptable como un componente de un plan de tratamiento integral, debido a que no existe un marco universalmente aceptado para el diagnóstico y, por lo tanto, el desorden de procesamiento sensorial, en general, no debe ser diagnosticado.
"La dificultad para tolerar o procesar la información sensorial es una característica que se puede ver en muchos trastornos del desarrollo conductual como trastornos del espectro autista, el trastorno por déficit de atención, trastornos del desarrollo y coordinación, trastornos de ansiedad infantil", puntualiza.
La AAP recomienda a los pediatras informar a las familias acerca de los datos limitados sobre el uso de terapias basadas en lo sensorial y ayudarlas a diseñar formas sencillas de monitorear los efectos del tratamiento, evaluando si la terapia está trabajando para alcanzar las metas que se proponen en sus niños.
"La terapia ocupacional, destacó, con el uso de terapias basadas en lo sensorial, puede ser aceptable como uno de los componentes de un plan de tratamiento integral”.
“Sin embargo, los padres deben ser informados de que la cantidad de investigación sobre la eficacia de la terapia de integración sensorial es limitada y no concluyente", advirtió.
La organización pediátrica asegura que en general la terapia ocupacional es un recurso limitado, por lo que las familias deben trabajar con los pediatras para dar prioridad a los tratamientos basados en los problemas que afectan a la capacidad del niño para llevar a cabo las funciones diarias.
Recomienda incluir la discusión de estos límites con los padres, hablar con ellos acerca de establecer un período de prueba de la terapia de integración sensorial, y enseñarles la forma de evaluar la eficacia de este tipo de terapia.
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