Entre 150 y 200 familias navarras están afectadas por casos de autismo, según informó ayer Carmen Gándara, presidenta de la Asociación Navarra de Autismo (ANA).
Un estudio reciente de Estados Unidos indica que uno de cada 70 menores nace con un trastorno cognitivo del desarrollo. Quien nace con este trastorno, conocido comúnmente como autismo, tiene un coeficiente intelectual normal, incluso en algunos casos más elevado que la media, pero el área de la comunicación, la asociación, y como consecuencia de esto, la flexibilidad, están afectadas. El desconocimiento y la falta de recursos en Navarra dificultan un diagnóstico temprano de muchos menores, y con ello, se pierde un tiempo fundamental en la mejora del trastorno.
ANA propone cambiar esta situación y ayudar a personas con este trastorno cognitivo, a sus familias y su entorno más cercano. Ayer dieron el primer paso y presentaron oficialmente la asociación en el Planetario de Pamplona, la cual se creó hace dos meses por padres y madres de menores con autismo. Un bebé que llore mucho y duerma poco, que con cinco meses no devuelva la sonrisa a sus padres, no fije la mirada o que no disponga de atención conjunta (reaccionar como los demás ante un hecho), son algunos de los primeros síntomas que pueden indicar que algo no anda bien.
La variedad de trastornos del espectro autista (TEA) es infinita, ya que depende de los puntos fuertes y débiles de la personalidad. "Un menor con TEA puede no hablar nada o no callar, no relacionarse con nadie o acercarse tanto al decirte algo que llegue a tocarte la nariz", explicó Carmen Gándara, psicopedagoga de ANA especializada en diagnóstico e intervención del autismo. Gándara señaló que los autistas suelen tener intereses restringidos y al costarles la comunicación social, no encuentran satisfacción en relacionarse con los demás y se centran en cosas que pueden controlar como los objetos o las matemáticas. "Cada menor es un mundo, y por ello, la atención individualizada y la especialización son algunas de las claves para ayudarles a mejorar", apuntó.
Estos y otros puntos son los que ANA tratará de abordar a partir de ahora. Entre otros servicios, ofrece acogida a padres de niños con nuevo diagnóstico o sin él indicándoles los primeros pasos a seguir, ayuda en la búsqueda de la mejor terapia para cada caso, cursos de formación a familias y profesionales interesados en especializarse en el tratamiento, orientación a quien quiera conocer qué ayudas se pueden solicitar, así como asesoramiento sobre los tipos de escolarización e intervención en el ámbito educativo. Es la primera iniciativa de este tipo que surge en la Comunidad foral. "En Navarra, al no haber ninguna asociación, el autismo estaba un poco desdibujado. Cuando dispones de una psicopedagoga especializada, y otros padres y madres que han pasado por la misma experiencia, el trastorno va calando en la sociedad y es más fácil poder acceder a cualquier ayuda", indicó Áriz.
un diagnóstico a tiempo Los primeros seis años son fundamentales para la corrección del trastorno, pero la mayoría de menores no reciben tratamiento hasta los 3 años ya que desde que se comienzan a realizar las primeras pruebas hasta que se señala el trastorno, pueden pasar 2 años. " La psicopedagoga explicó que, aunque todavía no se habla de recuperación total, se sabe que si el diagnóstico se realiza a tiempo, los niños pueden desarrollar habilidades que compensen sus deficiencias en el ámbito educativo, y llegar a mejorar hasta el punto de que el diagnóstico de autismo se retire y se considere que tienen un trastorno específico del lenguaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario