14 de enero de 2012

Andalucia: la lucha por un transporte escolar adecuado a un niño con autismo



La familia Jiménez García ha denunciado la situación en la que se encuentra su hijo de 10 años, que padece autismo, hiperactividad, déficit de atención y trastorno obsesivo compulsivo (TOC), lo que supone un 45% de discapacidad certificada por un tribunal médico.

El problema, según explicó su madre, Esperanza García, es la ruta establecida en el transporte escolar que lo lleva desde su casa en Campamento hasta el colegio de Primaria San Felipe en La Línea, donde se encuentra el aula específica en la que estos niños reciben enseñanza y que por lo tanto es el centro que le corresponde a su hijo. La ruta establecida obliga al menor a estar tres cuartos de hora en el autobús, ya que también transporta a los alumnos que residen en Venta Melchor, mientras que los padres quieren que sea el último en ser recogido de la casa por las mañanas y el primero al que lleven una vez que acaban las clases, de manera que pase el menor tiempo posible en el transporte escolar.

Esperanza García, médico de profesión, explicó que el autismo empezó a manifestarse cuando su hijo tenía dos años y cuando cumplió seis lo escolarizaron en el San Felipe, que es el centro que le correspondía por tener aula específica, la cual empezó a funcionar ese curso de 2007/2008.

Esta familia tiene otros dos hijos, que tienen actualmente 8 años y 16 meses, con el agravante de que uno de ellos es solo dos años menor que el primogénito.

Los Jiménez García destacaron que ese primer año en el que el aula específica "empezó a andar de forma atropellada" fue "una locura" porque tenían al mayor matriculado en el colegio San Felipe pero su segunda hija cursaba sus estudios en el centro Santa Rita de Campamento. "Ese año el curso empezó a andar sin transporte y hasta noviembre no conseguí trasladar a la niña al San Felipe. Mientras tanto tenía que recoger a los dos niños, uno en La Línea y otro en Campamento, y era un caos".

Finalmente, se aprobó el transporte por parte de la empresa pública ISE de la Junta de Andalucía, encargada de este asunto, y tras la segunda mitad de septiembre, se estipuló una ruta acorde con la petición de los padres de este pequeño. Su otra hija no estaba incluida en este transporte porque se trata de "un caso especial" y volvió a su centro de referencia en Campamento. Sin embargo, "de un día para otro y sin consultarnos", la ruta ha vuelto a su diseño original.

La familia ha remitido un escrito de queja esta misma semana a la dirección del colegio San Felipe y a la delegación provincial de Educación. Ayer mismo, Esperanza García se reunió con el inspector de Educación "que nos ha asegurado que la ley está de nuestra parte, que tienen que primar los derechos del menor discapacitado y que no sabe qué ha pasado, que alguien ha tomado una decisión errónea". Además les aconsejó que vayan al Defensor del Menor. De hecho, esta familia no descarta emprender medidas legales si la situación no cambia.



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