YELINA PÉREZ S.
Este síndrome se puede detectar desde
los 2 años, si es así y se le trata intensivamente, los niños pueden
rendir en un aula general. Un manual práctico para padres puede serle de
ayuda
PANAMÁ. Cuando un niño se comporta violento en todos los ambientes,
presenta inteligencia limitada, mueve mucho las manos, no atiende con
prontitud cuando se le llama o habla y parece estar sumergido en su
propio mundo, son las características que describen a un infante
autista, expresó la panameña Antonieta Buglione Somoza, especialista en
comportamiento y conducta de niños con desorden del espectro del
autismo, en California, Estados Unidos.
QUÉ SUCEDE
Este trastorno presenta muchos problemas sensoriales integrales, por ello, cuando el diagnóstico está dado, hay detalles cotidianos a considerar. Por ejemplo, el perfume que usa la madre, la persona que va a cuidar al niño, los colores de la pared y los cuadros de la casa, los olores del ambiente, las luces del hogar, porque el ruido como los lugares demasiado cerrados hacen que el niño se bloquee y se comporte violentamente.
Según Buglione, el autismo se divide en cinco niveles, los cuales se observan mediante los tipos de señales que presenta la persona, es decir mediante 18 comportamientos y cada uno de ellos tiene un contacto visual diferente. Sin embargo, las personas con autismo que presentan características y síntomas leves a graves, se les considera que presentan los Trastornos del Espectro Autista (Tea).
Cuando se evalúa a un infante, hay que ver cuáles son las áreas a tratar. ‘En mi caso, evalúo a los niños desde los dos meses [de nacidos] y, basado en esas observaciones, hago el plan de tratamiento’, aclaró Buglione. por ejemplo, ‘un niño con Síndrome de Down o con inteligencia limitada puede presentar autismo, sólo hay que observar el tipo de conducta para poder diagnosticar su nivel de autismo’, argumentó Buglione.
Las causas de este trastorno aún se desconocen, sin embargo, la especialista afirmó que este comportamiento tiene base genética y que se ha observado que se da con más frecuencia en niños que en niñas.
‘Para que un niño progrese, hay que darle todos los días seguimiento. No ir a un instituto o a una fundación un día o dos a la semana. La terapia a un niño con autismo tiene que ser agresiva’, finalizó Buglione, quien además dijo que Panamá y otros países de Latinoamérica están atrasados en cuanto al diagnóstico temprano en comparación con Estados Unidos y Europa.
Esta discapacidad tiene un fuerte impacto en todos los niños y niñas del mundo, ya que se va manifestando desde los 2 años y dura toda la vida.
LA LUCHA EN PANAMÁ
En Panamá, durante el pasado abril, se realizaron actividades como ‘Vigilia Azul’, en la Cinta Costera y una caminata en el Parque Recreativo y Cultural Omar, para visibilizar y concienciar sobre esta discapacidad neurobiológica.
En este evento, la primera dama Marta Linares de Martinelli anunció que próximamente se realizará la primera encuesta sobre el autismo, puesto que no hay datos estadísticos a nivel nacional registrados sobre dicho trastorno.
Y un aporte concreto lo dieron las docentes Miosotis Credidío de Arrocha y Gloriela Gutiérrez de Mckay, del Instituto Panameño de Habilitación Especial (Iphe), quienes desarrollaron una guía práctica acerca de cómo la sociedad debe tratar a un niño o niña con autismo.
El libro, que consta de 50 páginas, se llama ‘Guía de orientación pedagógica para el manejo de niñas y niños con trastorno generalizado del desarrollo en el aula de clases’. En dicho manual se desarrollan temas como: Trastornos generalizados del desarrollo, Procedimientos pedagógicos en la atención de niños(as) con Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD), Sugerencias en el proceso de enseñanza y aprendizaje de niños con TGD.
‘El esfuerzo en aprovechar las fortalezas, habilidades, capacidades y virtudes de personas con TGD, convierte este trabajo en bienestar para toda la sociedad en general’, aportó de Arrocha. ‘De allí, consideramos que esta guía es de gran valor e innovación, porque apoyará a los padres de familia en la labor con sus hijos; ofrecer una gama de alternativas para toda la población educativa regular y además brinda estrategias funcionales y aplicables en el aula de clases’, añadió la docente.
‘De todas las discapacidades, el TGD es la que menos conocemos, por ello esperamos que los conocimientos vertidos en este documento sirva de orientación y despierte el interés por la buena educación de estos niños que, al igual que otros, tienen el derecho a una educación de calidad, a buen trato y sobre todo a ser bien vistos ante la sociedad’, enfatizó Arrocha.
HISTORIA
El término autismo fue utilizado por primera vez por el psiquiatra suizo Eugen Bleuler en 1908. Lo usó para describir a un paciente esquizofrénico que se sumergía en su propio mundo. No obstante, se considera como pioneros en autismo a los científicos austríacos Hans Asperger y Leo Kanner, quienes trabajaban sus investigaciones por separado en el año de 1943. En sus conclusiones, Asperger describió a estos niños como muy capaces; mientras que Kanner trabajó con los niños seriamente afectados por este trastorno.
QUÉ SUCEDE
Este trastorno presenta muchos problemas sensoriales integrales, por ello, cuando el diagnóstico está dado, hay detalles cotidianos a considerar. Por ejemplo, el perfume que usa la madre, la persona que va a cuidar al niño, los colores de la pared y los cuadros de la casa, los olores del ambiente, las luces del hogar, porque el ruido como los lugares demasiado cerrados hacen que el niño se bloquee y se comporte violentamente.
Según Buglione, el autismo se divide en cinco niveles, los cuales se observan mediante los tipos de señales que presenta la persona, es decir mediante 18 comportamientos y cada uno de ellos tiene un contacto visual diferente. Sin embargo, las personas con autismo que presentan características y síntomas leves a graves, se les considera que presentan los Trastornos del Espectro Autista (Tea).
Cuando se evalúa a un infante, hay que ver cuáles son las áreas a tratar. ‘En mi caso, evalúo a los niños desde los dos meses [de nacidos] y, basado en esas observaciones, hago el plan de tratamiento’, aclaró Buglione. por ejemplo, ‘un niño con Síndrome de Down o con inteligencia limitada puede presentar autismo, sólo hay que observar el tipo de conducta para poder diagnosticar su nivel de autismo’, argumentó Buglione.
Las causas de este trastorno aún se desconocen, sin embargo, la especialista afirmó que este comportamiento tiene base genética y que se ha observado que se da con más frecuencia en niños que en niñas.
‘Para que un niño progrese, hay que darle todos los días seguimiento. No ir a un instituto o a una fundación un día o dos a la semana. La terapia a un niño con autismo tiene que ser agresiva’, finalizó Buglione, quien además dijo que Panamá y otros países de Latinoamérica están atrasados en cuanto al diagnóstico temprano en comparación con Estados Unidos y Europa.
Esta discapacidad tiene un fuerte impacto en todos los niños y niñas del mundo, ya que se va manifestando desde los 2 años y dura toda la vida.
LA LUCHA EN PANAMÁ
En Panamá, durante el pasado abril, se realizaron actividades como ‘Vigilia Azul’, en la Cinta Costera y una caminata en el Parque Recreativo y Cultural Omar, para visibilizar y concienciar sobre esta discapacidad neurobiológica.
En este evento, la primera dama Marta Linares de Martinelli anunció que próximamente se realizará la primera encuesta sobre el autismo, puesto que no hay datos estadísticos a nivel nacional registrados sobre dicho trastorno.
Y un aporte concreto lo dieron las docentes Miosotis Credidío de Arrocha y Gloriela Gutiérrez de Mckay, del Instituto Panameño de Habilitación Especial (Iphe), quienes desarrollaron una guía práctica acerca de cómo la sociedad debe tratar a un niño o niña con autismo.
El libro, que consta de 50 páginas, se llama ‘Guía de orientación pedagógica para el manejo de niñas y niños con trastorno generalizado del desarrollo en el aula de clases’. En dicho manual se desarrollan temas como: Trastornos generalizados del desarrollo, Procedimientos pedagógicos en la atención de niños(as) con Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD), Sugerencias en el proceso de enseñanza y aprendizaje de niños con TGD.
‘El esfuerzo en aprovechar las fortalezas, habilidades, capacidades y virtudes de personas con TGD, convierte este trabajo en bienestar para toda la sociedad en general’, aportó de Arrocha. ‘De allí, consideramos que esta guía es de gran valor e innovación, porque apoyará a los padres de familia en la labor con sus hijos; ofrecer una gama de alternativas para toda la población educativa regular y además brinda estrategias funcionales y aplicables en el aula de clases’, añadió la docente.
‘De todas las discapacidades, el TGD es la que menos conocemos, por ello esperamos que los conocimientos vertidos en este documento sirva de orientación y despierte el interés por la buena educación de estos niños que, al igual que otros, tienen el derecho a una educación de calidad, a buen trato y sobre todo a ser bien vistos ante la sociedad’, enfatizó Arrocha.
HISTORIA
El término autismo fue utilizado por primera vez por el psiquiatra suizo Eugen Bleuler en 1908. Lo usó para describir a un paciente esquizofrénico que se sumergía en su propio mundo. No obstante, se considera como pioneros en autismo a los científicos austríacos Hans Asperger y Leo Kanner, quienes trabajaban sus investigaciones por separado en el año de 1943. En sus conclusiones, Asperger describió a estos niños como muy capaces; mientras que Kanner trabajó con los niños seriamente afectados por este trastorno.
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