La adolescente se encuentra en un hogar especializado en la Florida, pero las agencias pertinentes a nivel local no han pagado
El incumplimiento de pago del
Departamento de Educación y otras agencias por los servicios educativos y
de salud de Yaira Álvarez, una alumna de educación especial, amenaza
con dejar a la adolescente desatendida.
Yaira está diagnosticada con autismo y deficiencia mental severa, condiciones que la mantienen con un “retraso profundo en el dominio de las destrezas necesarias para el diario vivir”, aseguró su madre Yazira Oliveras.
Ante este panorama y por la falta de un lugar en la Isla que pudiera proveer los servicios que la jovencita necesitaba, en el 2013, el tribunal le ordenó a los departamentos de Educación, Familia, Salud y a la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca), el pago por la atención en una institución fuera del País.
En mayo de 2013, Yaira llegó al centro especializado Sunrise Community en Miami, Florida. Allí su mejoría ha sido sustancial, aseguró Oliveras.
“Yaira es otra niña. Ella no comía solita y no comía casi nada nada. Se la pasaba en su cuarto y cuando salía era a agredirnos. Se me orinaba y se hacía caca encima y se pasaba viendo películas en un DVD portátil. Llegó un momento que se puso tan agresiva que no pude llevarla más a la escuela”, narró Oliveras, sobre su hija que solo comía pan, sopas, jugos y popcorn.
“Allá le quitaron el DVD. Está comiendo solita. Come arroz, habichuelas, pollo, pescado, frutas. Jamás en mi vida yo pensé que Yaira iba a comer frutas porque nosotros se las dábamos y ella las vomitaba. Allá la llevan a la escuela y la saquen a parques. Su cambio ha sido grandísimo”, agregó Oliveras.
Esa mejoría y la tranquilidad familiar de que la adolescente está recibiendo los servicios que necesita está en peligro ya que Sunrise Community lleva meses sin recibir remuneración por su trabajo.
“Hace meses que no pagan. Tienen una deuda de más de $200 mil y no quieren pagar. Sunrise ya se ha comunicado conmigo varias veces para montar a la niña en un avión y trasladármela a Puerto Rico”, comentó angustiada la madre.
La licenciada Josefina Pantoja, abogada de Yaira y su madre, indicó que presentó una moción para solicitar el pago por los servicios, entre otras múltiples gestiones.
El Departamento de Justicia, quien representa a las agencias, solicitó el relevó de la responsabilidad de pago aduciendo que el contrato con Sunrise venció en abril de 2014.
“Para mí fue una sorpresa esa defensa. En todos los casos de educación especial siempre al final del curso escolar si tú vas a hacer un cambio tienes que hacer una reunión con los padres, tienes que notificar a la entidad que te da el servicio y eso aquí no ocurrió”, manifestó Pantoja.
“Si el departamento entendía que no iba a renovar el contrato tenía que haberlo avisado, ofrecerle una alternativa de servicios en Puerto Rico lo que no ha ocurrido”, añadió.
Las partes están citadas para el próximo 20 de abril a una vista en la sala 805 del Tribunal de San Juan.
Mientras se soluciona el asunto en los tribunales, Sunrise se mantiene dando los servicios a la joven; mientras en Puerto Rico la madre continúa en angustia.
“Estoy destruida, pienso ‘Dios mío como va a ser posible que Yaira pierda los servicios que ha adquirido, que tanto se han luchado en el tribunal y a los que tiene derecho’. Que más quisiera una madre que tener a sus hijos cerca pero la mejoría de Yaira ha sido grandísima”, dijo Oliveras.
Yaira está diagnosticada con autismo y deficiencia mental severa, condiciones que la mantienen con un “retraso profundo en el dominio de las destrezas necesarias para el diario vivir”, aseguró su madre Yazira Oliveras.
Ante este panorama y por la falta de un lugar en la Isla que pudiera proveer los servicios que la jovencita necesitaba, en el 2013, el tribunal le ordenó a los departamentos de Educación, Familia, Salud y a la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca), el pago por la atención en una institución fuera del País.
En mayo de 2013, Yaira llegó al centro especializado Sunrise Community en Miami, Florida. Allí su mejoría ha sido sustancial, aseguró Oliveras.
“Yaira es otra niña. Ella no comía solita y no comía casi nada nada. Se la pasaba en su cuarto y cuando salía era a agredirnos. Se me orinaba y se hacía caca encima y se pasaba viendo películas en un DVD portátil. Llegó un momento que se puso tan agresiva que no pude llevarla más a la escuela”, narró Oliveras, sobre su hija que solo comía pan, sopas, jugos y popcorn.
“Allá le quitaron el DVD. Está comiendo solita. Come arroz, habichuelas, pollo, pescado, frutas. Jamás en mi vida yo pensé que Yaira iba a comer frutas porque nosotros se las dábamos y ella las vomitaba. Allá la llevan a la escuela y la saquen a parques. Su cambio ha sido grandísimo”, agregó Oliveras.
Esa mejoría y la tranquilidad familiar de que la adolescente está recibiendo los servicios que necesita está en peligro ya que Sunrise Community lleva meses sin recibir remuneración por su trabajo.
“Hace meses que no pagan. Tienen una deuda de más de $200 mil y no quieren pagar. Sunrise ya se ha comunicado conmigo varias veces para montar a la niña en un avión y trasladármela a Puerto Rico”, comentó angustiada la madre.
La licenciada Josefina Pantoja, abogada de Yaira y su madre, indicó que presentó una moción para solicitar el pago por los servicios, entre otras múltiples gestiones.
El Departamento de Justicia, quien representa a las agencias, solicitó el relevó de la responsabilidad de pago aduciendo que el contrato con Sunrise venció en abril de 2014.
“Para mí fue una sorpresa esa defensa. En todos los casos de educación especial siempre al final del curso escolar si tú vas a hacer un cambio tienes que hacer una reunión con los padres, tienes que notificar a la entidad que te da el servicio y eso aquí no ocurrió”, manifestó Pantoja.
“Si el departamento entendía que no iba a renovar el contrato tenía que haberlo avisado, ofrecerle una alternativa de servicios en Puerto Rico lo que no ha ocurrido”, añadió.
Las partes están citadas para el próximo 20 de abril a una vista en la sala 805 del Tribunal de San Juan.
Mientras se soluciona el asunto en los tribunales, Sunrise se mantiene dando los servicios a la joven; mientras en Puerto Rico la madre continúa en angustia.
“Estoy destruida, pienso ‘Dios mío como va a ser posible que Yaira pierda los servicios que ha adquirido, que tanto se han luchado en el tribunal y a los que tiene derecho’. Que más quisiera una madre que tener a sus hijos cerca pero la mejoría de Yaira ha sido grandísima”, dijo Oliveras.
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