James, de 18 años, está, no sólo por graduarse de la secundaria Bell,
sino también nominado como uno de los muchachos más populares en su
clase y como “Rey del Prom”.
Además, el joven recibió una beca de $1,000 para continuar sus estudios superiores y asistirá al Colegio del Este de Los Ángeles este otoño.
El sueño de James es ser maestro de segundo grado. Actualmente es voluntario en una escuela y ayuda a los niños que como él enfrentan dificultades de aprendizaje.“Es algo que no esperábamos. Él (James) ha logrado todo lo que nos dijeron que no iba a poder hacer. Esa es la esperanza que tengo para mis otros dos hijos”, agregó la madre.
Además, el joven recibió una beca de $1,000 para continuar sus estudios superiores y asistirá al Colegio del Este de Los Ángeles este otoño.
El sueño de James es ser maestro de segundo grado. Actualmente es voluntario en una escuela y ayuda a los niños que como él enfrentan dificultades de aprendizaje.“Es algo que no esperábamos. Él (James) ha logrado todo lo que nos dijeron que no iba a poder hacer. Esa es la esperanza que tengo para mis otros dos hijos”, agregó la madre.
Jacob, de 16 años, y Julián, de
14, tienen un nivel de autismo más severo que James. Jacob, aunque es el
más cariñoso de los hermanos, se puede tornar violento al no poder
comunicarse. Mientras que Julián aún tiene problemas para hablar y
cuando habla cuesta entenderle.
La última encuesta en hogares a nivel nacional de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), indica que 1 de cada 50 niños en edad escolar padecen de autismo. Este padecimiento afecta el desarrollo del lenguaje y el comportamiento, y es más común en niños que en niñas.
La hermana de los jóvenes, Olivia, de 20 años, tiene una relación especial con cada uno de ellos. A Jacob y Julián les cocina comida picante y disfruta viendo la televisión con ellos. Con James, Olivia lo lleva a sus fiestas o van al cine.
El padre de los jóvenes, Edward, también tiene una buena relación con ellos y aunque es el único sostén de la casa, se toma el tiempo para estar presente cuando es necesario.
Sylvia dice que a pesar del autismo son jóvenes normales y también se sienten atraídos por las muchachas, pero que no saben cómo comunicarse con ellas.
En el caso de James, la madre dice que ha visto el interés de más de alguna muchacha en su hijo, pero que él no sabe cómo relacionarse a ese nivel. Su esperanza es que James también aprenda cómo desarrollar este tipo de relaciones.
La última encuesta en hogares a nivel nacional de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), indica que 1 de cada 50 niños en edad escolar padecen de autismo. Este padecimiento afecta el desarrollo del lenguaje y el comportamiento, y es más común en niños que en niñas.
La hermana de los jóvenes, Olivia, de 20 años, tiene una relación especial con cada uno de ellos. A Jacob y Julián les cocina comida picante y disfruta viendo la televisión con ellos. Con James, Olivia lo lleva a sus fiestas o van al cine.
El padre de los jóvenes, Edward, también tiene una buena relación con ellos y aunque es el único sostén de la casa, se toma el tiempo para estar presente cuando es necesario.
Sylvia dice que a pesar del autismo son jóvenes normales y también se sienten atraídos por las muchachas, pero que no saben cómo comunicarse con ellas.
En el caso de James, la madre dice que ha visto el interés de más de alguna muchacha en su hijo, pero que él no sabe cómo relacionarse a ese nivel. Su esperanza es que James también aprenda cómo desarrollar este tipo de relaciones.
“Tener autismo no es nada mal”
Por onceavo año consecutivo la familia López participará en la caminata “Walk Now for Autism Speaks” que se realiza en el Rose Bowl, en Pasadena, este sábado 18 de abril.
“Tenemos un equipo que se llama López Rock On. En los últimos tres años hemos tenido más de 100 personas en nuestro equipo. Nos acompañan todos nuestros familiares y amistades”, dijo Sylvia.
Este año, James ha sido el encargado de hablar con cada uno de los tíos y tías para recordarles que vayan a la caminata junto con sus primos y con cualquier otra persona que quiera ir a caminar para crear conciencia sobre el autismo.
La familia López disfruta yendo a la caminata por que no se sienten excluidos. Si hay gritos, nadie se molesta. Si alguien se torna agresivo, todos los participantes saben que esto es parte del mismo padecimiento.“Es algo tan bonito, ver a tantas familias y saber que no estamos solos… cada año mis hijos esperan este día porque saben que los van a celebrar. Tener autismo no es nada malo”, acotó la madre.
“Tenemos un equipo que se llama López Rock On. En los últimos tres años hemos tenido más de 100 personas en nuestro equipo. Nos acompañan todos nuestros familiares y amistades”, dijo Sylvia.
Este año, James ha sido el encargado de hablar con cada uno de los tíos y tías para recordarles que vayan a la caminata junto con sus primos y con cualquier otra persona que quiera ir a caminar para crear conciencia sobre el autismo.
La familia López disfruta yendo a la caminata por que no se sienten excluidos. Si hay gritos, nadie se molesta. Si alguien se torna agresivo, todos los participantes saben que esto es parte del mismo padecimiento.“Es algo tan bonito, ver a tantas familias y saber que no estamos solos… cada año mis hijos esperan este día porque saben que los van a celebrar. Tener autismo no es nada malo”, acotó la madre.
(Tomado de http://www.laopinion.com/joven-latino-con-autismo-y-con-esperanzas-de-una-vida-normal-2)
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