Asociación Autismo Córdoba y TGD
M.J. RAYA 31/03/2012
Autismo Córdoba, colectivo que nació en 1995 con el objetivo de luchar por mejorar la calidad de atención y de vida de los afectados por este trastorno, surgió cuando había mucho desconocimiento sobre el autismo y las familias no contaban con tantos centros ni profesionales a los que acudir. "Seis familias decidimos luchar juntas para que nuestros hijos tuvieran una atención más precisa y adecuada a sus necesidades", señala Francisco M. Gámez, presidente de la asociación, que también representa a cualquier persona con un trastorno generalizado del desarrollo (TGD).
Autismo Córdoba presta servicios de acogida, asesoramiento psicológico y por parte de la trabajadora social, escuelas de formación para las familias y respiro familiar. "En cuanto a la asistencia directa a la persona con Trastorno del Espectro Autista (TEA) trabajamos con terapias individualizadas y talleres grupales, teniendo en cuenta la edad del usuario y de las necesidades que presenten las familias. Los talleres abarcan desde la interacción para los niños con necesidad de atención temprana; salidas a la comunidad para los adultos; sensibilización y concienciación, para lo que anualmente realizamos unas jornadas dirigidas al voluntariado; participamos en eventos con la Administración pública y organizaciones y apostamos junto a la UCO por la formación de alumnos en prácticas", apunta Francisco M. Gámez.
Esta asociación organiza muchos eventos para dar a conocer a la sociedad la realidad del autismo y desterrar mitos y estereotipos, "que hacen mucho daño, sobre todo a los afectados". Con estos eventos, además, pretenden recaudar fondos que permitan seguir afrontando sus programas de atención. Unas 65 familias están asociadas a Autismo Córdoba, las cuales pagan una cuota mensual de 18 euros.
"Aunque contamos con subvenciones tanto públicas como privadas, no resultan suficientes, especialmente ahora con la crisis. Por eso, fijamos una cuota mensual para los socios. Desde aquí me gustaría hacer una mención especial a nuestros socios colaboradores, que con su ayuda nos permiten que vayamos logrando metas y avanzar", resalta el representante de este colectivo.
Francisco M. Gámez expone que actualmente se detectan muchos más casos de autismo y de TGD, pero tenemos que ser conscientes de que el incremento se debe a los mejores diagnósticos y a la mayor concienciación de padres y centros educativos. "El concepto de Trastorno Generalizado del Desarrollo es muy amplio y abarca un gran abanico de niños con diferente nivel de necesidades de apoyo. En Córdoba y provincia hay censados por la Junta unas 6.000 personas con autismo, de los que un 75% son varones y el 25% mujeres", añade.
"En cuanto a la asistencia que requieren las personas con este tipo de trastornos, en el ámbito de la atención temprana, que abarca de los 0 a 6 años, se ha avanzado mucho por parte del sistema público, pero no nos vale con que se les concedan un par de sesiones a la semana. Los primeros años de asistencia son fundamentales para la posterior calidad de vida de nuestros hijos, por lo que necesitamos más horas de atención para ellos, así como que nos informen mejor cuando nos dan un diagnóstico. Por otro lado, hemos propuesto a la Delegación de Salud un protocolo de actuación para que cuando llegue una persona autista a un centro de salud o a un hospital para una consulta, una exploración o un ingreso, los profesionales que los atiendan sepan actuar de forma adecuada, ya que hay que tener en cuenta que un 80% de afectados tiene asociado un retraso mental y esto empeora más la situación. Nuestros hijos necesitan saber a dónde van y haber trabajado antes con ellos estas situaciones para que después no surjan problemas de rechazo o rabietas", manifiesta el presidente de Autismo Córdoba.
El Ayuntamiento cedió a Autismo Córdoba un terreno en la calle José Dámaso Petete, esquina con avenida del Aeropuerto, pero no "contamos con dinero para financiar la construcción de nuestro centro de recursos para personas con autismo", se lamenta Francisco M. Gámez. "Como la atención temprana abarca solo hasta los 6 años, las personas con autismo requieren nuestro apoyo después de esa edad, pues habrá casos que demanden solo apoyo básico, pero otros más dedicación, de ahí que queramos impulsar este centro, pensando en su futuro", añade.
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