Esther Marín
Hasta la "Asociación Autismo Palencia" llegan cada vez más padres «desorientados» y «perdidos» en busca de herramientas de ayuda para sus hijos y para ellos mismos
Los mismos patrones, pero distintas personas. Cuando se habla de
autismo hay que referirse a un conjunto de alteraciones semejantes, pero
cuya manifestación varía mucho en grado y forma de unas personas a
otras.
Por definición, el autismo es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por alteración de la interacción social, la comunicación verbal y no verbal y el comportamiento restringido y repetitivo.
Hoy en día hay un mayor conocimiento sobre el autismo. Entre otros aspectos, se sabe que no hay incapacidad o ausencia de relación, sino dificultades para comunicarse.
Esto supone un cambio en la manera de abordar la intervención, al saber que se trabaja con personas que poseen identidad propia y que deben ser contempladas de forma individual y única.
Además, hay que hacer referencia al Síndrome de Asperger, un trastorno que se ha diferenciado muy recientemente del autismo típico y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado (cuando no se cumplen la totalidad de los criterios para el autismo o el Asperger).
Así, en el autismo todas las alteraciones son muy evidentes en los tres primeros años de vida, mientras que en los aspergerianos no existe evidencia de retraso cognitivo y, en su gran mayoría, tienen una capacidad intelectual por encima de lo normal.
En muchas ocasiones el diagnóstico se realiza en la adolescencia, incluso más tarde, aunque muchos padres empiezan a detectar que su hijo padece Síndrome de Asperger cuando tiene entre dos y siete años. Los factores implicados en el autismo son similares en el Asperger y abarcan las alteraciones genéticas -es cuatro veces más frecuente en el sexo masculino- y los factores intrauterinos, entre otros.
Hasta la Asociación Autismo Palencia llegan, cada vez más, padres «desorientados».
Por regla general, los padres notan signos de que algo no va bien en los dos primeros años de vida de su hijo, pero muchos están «completamente perdidos».
la terapia,
la mejor medicina
«Con los distintos programas y terapias se logra que estas personas evolucionen acorde a su edad, porque en cada etapa se trabaja con una temática», explica Miriam de Narciso, psiconeuróloga de la Asociación Autismo Palencia.
Es una de las piezas claves del colectivo. Sin ella muchos de los logros de los pequeños que acuden todas las semanas a la Asociación no serían posibles. La clave para que los resultados sean fructíferos está en la atención temprana. De ahí, la importancia de comenzar con un programa de intervención tan pronto como se sospeche que el niño puede sufrir trastorno del espectro autista. «Se debería actuar cuando se cumplen determinadas señales, porque todo el trabajo que se haga antes va a favorecer mucho a estos niños», asegura la profesional. En su opinión, aquí es clave la actuación del Sistema de Salud y de Atención Temprana.
En la Asociación palentina, con los niños autistas de cero a seis años se trabajan distintos programas, entre los que se encuentran aquellos centrados en el lenguaje comprensivo y expresivo, la cognición, las habilidades sociales o la autonomía personal. A ellos se suma un programa paralelo en el que se trabaja el aspecto sensorial y se incide en la psicomotricidad y en los valores del juego. «En los pequeños con Asperger se incide en el área social de manera individual y grupal, trabajando la teoría de la mente, las normas sociales o los problemas que les surgen en el día a día, especialmente en el ámbito escolar», explica De Narciso.
Junto a la familia, el colegio es el espacio en el que los niños pasan más tiempo y reciben mayores estímulos. Por ello, si para todos los niños es importante seguir una serie de patrones bien estructurados a la hora de estar en las aulas y en los distintos espacios del centro, para un niño con autismo lo es más si cabe, ya que le ayuda a comprender mejor las rutinas escolares.
Los colegios palentinos que en sus aulas tienen alumnos con este trastorno están en contacto con la Asociación Autismo Palencia para coordinar determinados aspectos, programas y pautas con los que encaminar la programación de estos pequeños.
Entre otras consideraciones, es muy importante tener claro en los centros educativos la importancia de los apoyos visuales; los niños con autismo suelen comprender mejor a partir de imágenes. «Muchos niños con autismo tienen tendencia a la distracción, por lo que es bueno que no tengan cerca cosas que puedan desviar su atención, algo que no siempre es fácil», destaca la presidenta del colectivo, Sonia Castro.
Según explica la psiconeuróloga de la Asociación, «los niños con un autismo sin mucho problema de lenguaje pueden ir a un colegio ordinario, aunque puede haber casos que precisen un centro especializado». En Palencia los niños con autismo acuden a aulas normales con algún tipo de apoyo. ¿Lo ideal? Para De Narciso deberían haber más apoyos en los centros y poner en marcha aulas especializadas de autismo integradas en los colegios. «No es cuestión de segregar sino de compartir tiempos», aclara la neuropsicóloga.
En el caso de la Educación Secundaria, los centros también trabajan en coordinación con la Asociación, aunque los términos de las sesiones cambian.
«En la adolescencia, tanto el alumno con Asperger como el alumno con autismo de alto funcionamiento, suelen tener los problemas normales de la adolescencia, sumados a las dificultades del trastorno, por lo que hay que enfocar la ayuda teniendo en cuenta todos estos parámetros», matiza esta profesional.
Profesionales y centro de día. Hasta la Asociación Autismo Palencia llegan las familias desorientadas, momento en el que los distintos profesionales que allí trabajan comienzan un plan de acción para dirigir el trabajo personalizado con cada una de ellas.
En estos momentos hay dos psicólogos, un logopeda, dos trabajadores sociales y un gerente, a los que se suman los voluntarios que con su labor refuerzan todo lo que se trabaja con los pequeños y sus familiares.
Respecto a la implicación de las Instituciones palentinas con el colectivo, sus responsables destacan que les «apoyan», pero «podían hacer mucho más». Abogan por una mayor «sensibilidad e implicación» con este trastorno.
«Abogamos por la especialización del autismo y queremos ir más allá, creemos que la labor que se debe hacer con estos niños es mucha y muy completa, por lo que hay que avanzar», destaca Sonia Castro.
Así, entre los objetivos de la Asociación está el lograr un espacio más grande para desarrollar sus actividades -actualmente se encuentra en la avenida Simón Nieto,14- y poder ampliar los proyectos que desarrollan con padres e hijos.
A esto se suma una idea más ambiciosa que es la de poner en marcha un centro de día, «para que no haya que estar vagando por ahí y tengamos un lugar para trabajar con los niños cuando sean más mayores».
2 de abril, Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo. El 2 de abril se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, jornada en la que asociaciones de afectados y familiares aprovechan para dar visibilidad a sus demandas, desterrar ideas preconcebidas sobre el trastorno y reivindicar sus derechos y su integración en la sociedad.
El autismo se simboliza con el color azul y el próximo jueves 2 de abril se iluminarán de ese color edificios emblemáticos. En el caso de Palencia se convertirá en azul el Cristo del Otero, mientras que se procederá a la suelta de globos azules en la Plaza Mayor tras la lectura de un manifiesto.
La Asociación Autismo Palencia tiene también previsto instalar un mercadillo para recaudar fondos con los que seguir manteniendo las actividades, además de un stand informativo para todo el que quiera conocer un poco más sobre este trastorno.
Por otra parte, el 17 de abril se ha organizado una cena benéfica a favor del colectivo a la que pueden asistir todas las personas que lo deseen.
(Tomado de http://www.diariopalentino.es/noticia/Z92C44000-B699-7F7A-5A045572B3FC573A/20150329/treintena/familias/ayuda/peque%C3%B1os/interactuar)
Por definición, el autismo es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por alteración de la interacción social, la comunicación verbal y no verbal y el comportamiento restringido y repetitivo.
Hoy en día hay un mayor conocimiento sobre el autismo. Entre otros aspectos, se sabe que no hay incapacidad o ausencia de relación, sino dificultades para comunicarse.
Esto supone un cambio en la manera de abordar la intervención, al saber que se trabaja con personas que poseen identidad propia y que deben ser contempladas de forma individual y única.
Además, hay que hacer referencia al Síndrome de Asperger, un trastorno que se ha diferenciado muy recientemente del autismo típico y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado (cuando no se cumplen la totalidad de los criterios para el autismo o el Asperger).
Así, en el autismo todas las alteraciones son muy evidentes en los tres primeros años de vida, mientras que en los aspergerianos no existe evidencia de retraso cognitivo y, en su gran mayoría, tienen una capacidad intelectual por encima de lo normal.
En muchas ocasiones el diagnóstico se realiza en la adolescencia, incluso más tarde, aunque muchos padres empiezan a detectar que su hijo padece Síndrome de Asperger cuando tiene entre dos y siete años. Los factores implicados en el autismo son similares en el Asperger y abarcan las alteraciones genéticas -es cuatro veces más frecuente en el sexo masculino- y los factores intrauterinos, entre otros.
Hasta la Asociación Autismo Palencia llegan, cada vez más, padres «desorientados».
Por regla general, los padres notan signos de que algo no va bien en los dos primeros años de vida de su hijo, pero muchos están «completamente perdidos».
la terapia,
la mejor medicina
«Con los distintos programas y terapias se logra que estas personas evolucionen acorde a su edad, porque en cada etapa se trabaja con una temática», explica Miriam de Narciso, psiconeuróloga de la Asociación Autismo Palencia.
Es una de las piezas claves del colectivo. Sin ella muchos de los logros de los pequeños que acuden todas las semanas a la Asociación no serían posibles. La clave para que los resultados sean fructíferos está en la atención temprana. De ahí, la importancia de comenzar con un programa de intervención tan pronto como se sospeche que el niño puede sufrir trastorno del espectro autista. «Se debería actuar cuando se cumplen determinadas señales, porque todo el trabajo que se haga antes va a favorecer mucho a estos niños», asegura la profesional. En su opinión, aquí es clave la actuación del Sistema de Salud y de Atención Temprana.
En la Asociación palentina, con los niños autistas de cero a seis años se trabajan distintos programas, entre los que se encuentran aquellos centrados en el lenguaje comprensivo y expresivo, la cognición, las habilidades sociales o la autonomía personal. A ellos se suma un programa paralelo en el que se trabaja el aspecto sensorial y se incide en la psicomotricidad y en los valores del juego. «En los pequeños con Asperger se incide en el área social de manera individual y grupal, trabajando la teoría de la mente, las normas sociales o los problemas que les surgen en el día a día, especialmente en el ámbito escolar», explica De Narciso.
Junto a la familia, el colegio es el espacio en el que los niños pasan más tiempo y reciben mayores estímulos. Por ello, si para todos los niños es importante seguir una serie de patrones bien estructurados a la hora de estar en las aulas y en los distintos espacios del centro, para un niño con autismo lo es más si cabe, ya que le ayuda a comprender mejor las rutinas escolares.
Los colegios palentinos que en sus aulas tienen alumnos con este trastorno están en contacto con la Asociación Autismo Palencia para coordinar determinados aspectos, programas y pautas con los que encaminar la programación de estos pequeños.
Entre otras consideraciones, es muy importante tener claro en los centros educativos la importancia de los apoyos visuales; los niños con autismo suelen comprender mejor a partir de imágenes. «Muchos niños con autismo tienen tendencia a la distracción, por lo que es bueno que no tengan cerca cosas que puedan desviar su atención, algo que no siempre es fácil», destaca la presidenta del colectivo, Sonia Castro.
Según explica la psiconeuróloga de la Asociación, «los niños con un autismo sin mucho problema de lenguaje pueden ir a un colegio ordinario, aunque puede haber casos que precisen un centro especializado». En Palencia los niños con autismo acuden a aulas normales con algún tipo de apoyo. ¿Lo ideal? Para De Narciso deberían haber más apoyos en los centros y poner en marcha aulas especializadas de autismo integradas en los colegios. «No es cuestión de segregar sino de compartir tiempos», aclara la neuropsicóloga.
En el caso de la Educación Secundaria, los centros también trabajan en coordinación con la Asociación, aunque los términos de las sesiones cambian.
«En la adolescencia, tanto el alumno con Asperger como el alumno con autismo de alto funcionamiento, suelen tener los problemas normales de la adolescencia, sumados a las dificultades del trastorno, por lo que hay que enfocar la ayuda teniendo en cuenta todos estos parámetros», matiza esta profesional.
Profesionales y centro de día. Hasta la Asociación Autismo Palencia llegan las familias desorientadas, momento en el que los distintos profesionales que allí trabajan comienzan un plan de acción para dirigir el trabajo personalizado con cada una de ellas.
En estos momentos hay dos psicólogos, un logopeda, dos trabajadores sociales y un gerente, a los que se suman los voluntarios que con su labor refuerzan todo lo que se trabaja con los pequeños y sus familiares.
Respecto a la implicación de las Instituciones palentinas con el colectivo, sus responsables destacan que les «apoyan», pero «podían hacer mucho más». Abogan por una mayor «sensibilidad e implicación» con este trastorno.
«Abogamos por la especialización del autismo y queremos ir más allá, creemos que la labor que se debe hacer con estos niños es mucha y muy completa, por lo que hay que avanzar», destaca Sonia Castro.
Así, entre los objetivos de la Asociación está el lograr un espacio más grande para desarrollar sus actividades -actualmente se encuentra en la avenida Simón Nieto,14- y poder ampliar los proyectos que desarrollan con padres e hijos.
A esto se suma una idea más ambiciosa que es la de poner en marcha un centro de día, «para que no haya que estar vagando por ahí y tengamos un lugar para trabajar con los niños cuando sean más mayores».
2 de abril, Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo. El 2 de abril se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, jornada en la que asociaciones de afectados y familiares aprovechan para dar visibilidad a sus demandas, desterrar ideas preconcebidas sobre el trastorno y reivindicar sus derechos y su integración en la sociedad.
El autismo se simboliza con el color azul y el próximo jueves 2 de abril se iluminarán de ese color edificios emblemáticos. En el caso de Palencia se convertirá en azul el Cristo del Otero, mientras que se procederá a la suelta de globos azules en la Plaza Mayor tras la lectura de un manifiesto.
La Asociación Autismo Palencia tiene también previsto instalar un mercadillo para recaudar fondos con los que seguir manteniendo las actividades, además de un stand informativo para todo el que quiera conocer un poco más sobre este trastorno.
Por otra parte, el 17 de abril se ha organizado una cena benéfica a favor del colectivo a la que pueden asistir todas las personas que lo deseen.
(Tomado de http://www.diariopalentino.es/noticia/Z92C44000-B699-7F7A-5A045572B3FC573A/20150329/treintena/familias/ayuda/peque%C3%B1os/interactuar)
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