Por: Carlos Linaldi M.
TIJUANA.-No todos los niños entraron a la escuela; muchos de los denominados autistas siguen en sus casas ya que requieren cuidados especiales para integrarse correctamente con sus compañeros, no siempre al alcance de los padres de familia.
A sus diez años Isabela no habla, gusta de comer siempre lo mismo, entre más simple mejor; vestida con los mismos colores todos los días, se siente a gusto, se recupera poco a poco, al ser atendida en este plantel especial.
Irma de Silva, madre de Isabela comentó, “ella viene todos los días, gracias al apoyo que me da la escuela puede acudir todos los días, cuatro horas diarias, terapia conductual, sensorial, terapia física”.
La directora del plantel Luz de Lourdes Gámez explicó que desde hace diez años atienden casos de autismo, en la actualidad tienen un promedio de 80 alumnos.
“Hay muchos niños sin atender, hay muchos niños todavía estamos muy verdes sobre el conocimiento del autismo, hay teorías de la parte genética, intoxicación, esa es la parte más difícil, lo otro es que no hay una prueba científica que diga que el niño tiene autismo”, explicó.
Mantener la operación de planteles como este resulta complicad, es escaso el apoyo gubernamental pero recrudece la situación, ya que no todas las familias cuentan con recursos para atenderlos, sobre todo por el tipo de atención que requieren, procuran la integración educativa, asesoría a padres de familia, terapia del lenguaje, de aprendizaje, entre otras.
“Los apoyos que tenemos son de la empresa privada, maquiladoras, empresas consolidadas, chiquitas el gobierno tiene, para empezar hay una controversia si el autismo es discapacidad o no, en esa estamos reconocer el autismo como una discapacidad”, explicó.
La directora del CADE afirmó que cada año hay padres de familia que abandonan la atención especial a hijos con autismo, por la incapacidad para costear el tratamiento.
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