La escuela para autistas Vilma Espín, ubicada en la
provincia de Cienfuegos, se alista para iniciar el próximo dos de
septiembre su tercer curso escolar.
El centro comenzará con una matrícula de 20 alumnos, dos de ellos en preescolar. En el grupo figuran nueve estudiantes comprendidos en edades entre 18 y 24 años que recibirán atención ambulatoria.
La Máster en Educación Especial Tania González Fonseca, directora de la institución situada en el municipio cabecera, explicó que en el colectivo de 32 trabajadores destaca el personal especializado en el cual aparecen rehabilitadores, profesores de educación física, logopedas y sicopedagogos.
Una experiencia que rinde frutos es la aplicación de la equinoterapia, método que ha permitido aumentar el aprendizaje y la socialización de los niños.
También la presencia de instructores de arte fomenta el interés por la danza, la música y las artes plásticas, lo cual complementa el amor con que en las aulas labora el personal docente.
Investigaciones apuntan que de tres a seis de cada mil niños padecen la forma clásica de Autismo. La detección precoz de los casos constituye el método más eficaz para minimizar los síntomas. Por tanto, reconocerlos desde su inicio resulta primordial, como lo es entender su forma de concebir el mundo que les rodea.
El centro comenzará con una matrícula de 20 alumnos, dos de ellos en preescolar. En el grupo figuran nueve estudiantes comprendidos en edades entre 18 y 24 años que recibirán atención ambulatoria.
La Máster en Educación Especial Tania González Fonseca, directora de la institución situada en el municipio cabecera, explicó que en el colectivo de 32 trabajadores destaca el personal especializado en el cual aparecen rehabilitadores, profesores de educación física, logopedas y sicopedagogos.
Una experiencia que rinde frutos es la aplicación de la equinoterapia, método que ha permitido aumentar el aprendizaje y la socialización de los niños.
También la presencia de instructores de arte fomenta el interés por la danza, la música y las artes plásticas, lo cual complementa el amor con que en las aulas labora el personal docente.
Investigaciones apuntan que de tres a seis de cada mil niños padecen la forma clásica de Autismo. La detección precoz de los casos constituye el método más eficaz para minimizar los síntomas. Por tanto, reconocerlos desde su inicio resulta primordial, como lo es entender su forma de concebir el mundo que les rodea.
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