Susana Joma
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E l libro se denomina "Pedagogía, didáctica y autismo" y ha sido desarrollado por el especialista en educación, Óscar Picardo, director del Instituto de Ciencias de la Universidad Francisco Gavidia (UFG).
Se trata de un esfuerzo en coordinación con la Asociación Salvadoreña de Autismo (ASA).
Óscar Picardo explicó que el libro de seis capítulos presenta elementos como el desarrollo cognitivo de los niños normales, cómo se forma el símbolo, las imágenes mentales y el simbolismo del juego y del juguete.
Además de introducir al educador al problema del autismo, así como los debates en relación a sus causas, también trae una reflexión sobre la educación de pequeños con autismo y la pedagogía y didáctica.
En el último capítulo se presenta una experiencia de educación curricular. Con el aporte de Jaime Escobar, presidente de la ASA y su esposa Delmy Álvarez de Escobar, se ven las necesidades educativas, el perfil cognitivo de un niño autista, la forma cómo se puede esclavizar, cómo hacer un curriculum, cuáles son los instrumentos para trabajar y obtener información de estos niños y cómo generar una educación.
Luego de la investigación teórica, que se dio a partir de las teorías de Jean Piaget, Óscar Picardo desarrolló un modelo de enseñanza para que los docentes puedan aplicarlos con los infantes autistas.
Este modelo tiene seis líneas curriculares: caromática, de trabajo con texturas, de formas, cinética, de expresión, otra de proyección automotor y una acuática.
Según el especialista el modelo pedagógico que ha desarrollado será puesto en práctica con un grupo de niños que son atendidos en la mencionada asociación.
"Aquí hemos diseñado todo un modelo para pasar del plano simbólico al plano lúdico, al plano pedagógico y al plano funcional, para que estos niños puedan integrarse a la sociedad", detallo Picardo, tras señalar que este esfuerzo está dentro de la línea de investigación que la universidad lleva adelante entorno a la resiliencia educativa.
La resiliencia educativa tiene que ver con situaciones difíciles de aprendizaje de los niños y jóvenes, que incluye el tema de la violencia y el trabajo infantil.
"Lo que nos interesa son dos cosas: uno es que los niños se puedan escolarizar y recibir los privilegios de cualquier niño normal que tiene sus certificados de tercero, sexto, octavo, noveno grado, hasta el bachillerato. Ese es el objetivo y creemos que e l modelo lo va a permitir", agregó.
El otro aspecto relevante es ayudar a los padres de niños autistas a incorporarlos funcionalmente a su vida. Por ello a corto plazo se prevé desarrollar otras herramientas que favorezcan la comunicación entre los padres y sus niños autistas, como libretas de imágenes o bites para trabajar el área de la inteligencia.
Ana Delmy Álvarez de Escobar, vicepresidenta de la ASA, resaltó que el contar con un modelo nacional para enseñar a los niños autistas es una forma de contribuir al sector educativo público, porque a la fecha las escuelas, institutos e incluso las universidades no cuentan con especialistas para atender a personas con este problema.
Según indican, esto implica que las universidades autorizadas para formar docentes tienen un reto de prepararlos de cara a poder ayudar a los niños autistas.
"La intención va más allá de generar un impacto en la educación de niños con espectro de autismo, porque aún siguen siendo rechazados en escuelas de educación regular y en las escuelas especiales", subrayó De Escobar.
La experiencia le ha puesto frente a casos de padres de familia que van de un centro a otro buscando ayuda, sin recibir apoyo para educar a sus hijos, mucho menos para formarlos académicamente.
Según la vicepresidenta de la asociación de autistas, con el documento se busca estimular la inclusión en la educación de los niños que están en el espectro autista, con el Síndrome de Asperger y los que tienen autismo puro pero de alto funcionamiento, incluso moderado.
En la actualidad la ASA, bajo el programa Mis Primeros Pasos, atiende 30 niños en diferentes procesos.
Las edades rondan entre los dos y catorce años.
Durante la tercera semana de agosto se empezará a trabajar con ellos el modelo pedagógico creado en la UFG, dijo Ana Delmy de Escobar.
"Se está buscando la posibilidad de que el Ministerio de Educación nos pueda ayudar haciendo que los niños, a través del Programa Edúcame, hagan pruebas de suficiencia adaptadas a ellos para que las resuelvan con orientación del tutor, que le aclararía lo que le están preguntando", destacó la profesional, quien en lo personal ha luchado por años para sacar adelante a un hijo autista.
La representante de ASA subrayó que tienen en la mira convertirse en institución formadora de docentes para que brinden una enseñanza amable a niños autistas.
Sin embargo, en la actualidad están desarrollando un programa de sensibilización a los maestros de la zona oriental, donde ya han logrado identificar a algunos que tienen interés en incursionar en la enseñanza a estos pequeños.
"Es una bendición contar con el apoyo del doctor Picardo, a través de la Universidad Francisco Gavidia. Eso implica que será una inversión no muy pequeña", agregó Ana Delmy de Escobar.
Según se conoció en los próximos días la UFG donará 200 ejemplares del libro "Pedagogía, Didáctica yAutismo" a la ASA, pero también contará con ejemplares propios para consulta.
El doctor Óscar Picardo no descartó que el centro universitario pueda publicar una segunda edición del texto que ha sido hecho pensando en como ayudar a los padres de niños con autismo a preparar a sus hijos para poder desenvolverse en la sociedad.
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