Carling dijo que la idea de adaptar el musical, que protagonizará el mismo elenco que actúa cada día en el Minskoff Theatre, no sólo pasa por modificar los momentos que puedan resultar molestos para personas con autismo, sino que tanto ellos como sus familias puedan disfrutar de la obra en un ambiente en el que se sientan cómodos.
El proyecto surgió hace tres años, a partir del contacto con algunos profesores de educación especial de escuelas de Nueva York, que coincidían en resaltar la necesidad de hacer "más accesible" el teatro a determinados sectores de la población, explicó la portavoz de la organización.
"Primero pensamos en reservar un conjunto de asientos en una de las representaciones", indicó Carling, quien añadió que más tarde cayeron en la cuenta de que no sería suficiente. "Queríamos que los espectadores con autismo y sus familias estuvieran en una situación en la que no se les juzgue", añadió.
Carling remarcó que se trata de una iniciativa pionera cuyos resultados desconocen, y reconoció no estar segura de que organizar representaciones específicas sea la mejor solución. "En principio creo que sí, pero incluir a todo el mundo es muy importante y la gente con discapacidad cada vez está más integrada", añadió.
Las entradas para esta versión adaptada de El rey león se pusieron a la venta el pasado mayo y se agotaron en dos meses, y ahora hay una lista de espera con más de mil personas que se han quedado sin asiento, según la responsable, por lo que no descartan organizar al menos una segunda representación.
Theater Development Fund ya ha organizado en diversas ocasiones versiones teatrales con descripciones en audio y con intérpretes en lengua de signos, para personas con dificultades de visión y auditivas respectivamente, algo que planean seguir haciendo.
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