Lo
que comúnmente se conoce como autismo es en realidad el Trastorno del
espectro autista (ASD). Se trata de una serie de complejos trastornos
del neurodesarrollo que se caracterizan por patrones de conducta
estereotípicos, repetitivos, carencia de relación social, asilamiento y
dificultades en la comunicación. El autismo está presente en todos los
grupos étnicos y socioeconómicos existentes, pues se calcula que tres de
cada mil niños que nacen padecen ASD y se ha demostrado además, la
mayor presencia de dicha enfermedad en varones.
El profesional encargado de diagnosticar y tratar el autismo
es el psicólogo, ya que se trata de una limitación a nivel neuronal que
se refleja especialmente en la conducta, por lo que puede tratarse a
base de terapia. Uno de los principales rasgos del Trastorno del
espectro autista es la poca interacción social, pues si por algo
destacan la mayor parte de los niños es por su gran necesidad de
relacionarse, especialmente con otros niños. Los que padecen de autismo
evitan el contacto social, incluso se sienten más cómodos en compañía de
personas adultas.
Algunos de los niños que padecen de autismo evitan el contacto
visual, no responden a ciertas preguntas y se refieren a ellos mismos en
tercera persona, como si no se trata de ellos. Los movimientos
repetitivos como el constante balanceo hacia delante y detrás o los
golpes en alguna parte de su cuerpo, son de lo más comunes. Además del
comportamiento atípico son mucho más propensos a sufrir ciertas
afecciones como el síndrome de X frágil, esclerosis tuberosa, el
síndrome de Tourette o el trastorno de déficit de atención entre otros.
A la hora de diagnosticar el autismo, es importante realizar
una serie de pruebas sencillas, pues en algunos casos en los que la
gravedad es mínima, el autismo puede pasar desapercibido. Si el niño
balbucea o señala cuando ya tiene un año de edad, no es capaz de
pronunciar palabras únicas a los 16 meses o frases de dos palabras a los
2 años, no responde cuando se le llama por su nombre, muestra
desinterés en las relaciones sociales, presenta una gran carencia en la
expresividad de emociones o realiza un alineamiento extraño de sus
pertenencias, es necesaria la evaluación de un experto que pueda
determinar la presencia de autismo.
Los niños autistas desarrollan además unos patrones de interés por
temas poco usuales entre niños como puede ser la aviación, la mensajería
o cualquier otro. Se llegan a interesar de tal forma que pueden llegar a
aprender más sobre ello que cualquier adulto. Crean una adherencia
inflexible a las rutinas, por lo que cualquier pequeño cambio de ésta,
les puede suponer una gran confusión e incomprensión.
En la evaluación del autismo intervienen varios profesionales
como los psicólogos, neurólogos, psiquiatras y terapeutas del lenguaje
entre otros. Puede que tras realizar los estudios pertinentes se nos
informe de que el niño presenta el Síndrome de Asperger, encontrándose
dicho trastorno dentro del autismo. En este caso, es mucho más probable
que el niño pueda llevar una vida normal a medida que vaya creciendo. Se
les conoce como autistas de alto rendimiento, ya que no presentan
dificultades en la comunicación e incluso sus capacidades cognitivas son
superiores, aunque el comportamiento y los patrones mencionados siguen
estando presentes.
(Tomado de: http://siquiatrico.cl/2014/02/26/que-es-el-trastorno-del-espectro-autista-asd-o-autismo/ )
No hay comentarios:
Publicar un comentario