La
Habana, 6 mar (PL) En el Centro Internacional de Restauración
Neurológica (Ciren) se trabaja en un proyecto que busca validar y medir
la efectividad de las intervenciones realizadas en pacientes con
trastornos del espectro autista (TEA), señaló un experto. Héctor Vera Cuesta, neuropediatra y vicedirector clínico del Ciren, explicó a Prensa Latina que la estrategia, instaurada hace poco más de un año con la colaboración de una prestigiosa universidad brasileña, se sustenta sobre la base del diagnóstico individual. El programa comenzó a aplicarse con niños cubanos, e incluye el análisis y estudio de los pacientes desde todos los puntos de vista, ya sea neurofisiológico, bioquímico imagenológico, buscando caracterizar hasta donde podamos este proceso, señaló. Una vez evaluado, se inicia la intervención terapéutica intensiva, siempre sobre la base de la personalización, con la participación de un equipo multi e interdisciplinario que diseña la terapia a utilizar en función de las deficiencias encontradas. Aún estamos iniciando el estudio, pero esperamos una vez se concluya y confirmemos su eficacia, pueda extenderse a todo el país, manifestó el especialista. Resaltó la importancia de la individualidad. No pueden haber recetas únicas, ya que el TEA tiene un espectro de síntomas, y las causas que lo originan son múltiples, por lo que hay que enfocarse en la estratificación de los pacientes, conocerlos mejor, solo así estaremos en mejores condiciones de evaluar y proponer tratamientos alternativos y complementarios, aseveró. Este padecimiento fue descrito en 1943, y desde entonces se ha tratado de buscar una solución única para todos los casos, pero no ha sido posible, pues no todos los casos padecen la misma afectación, unos pueden tener alteraciones del lenguaje, otros en la comunicación social, dijo Vera. De ahí que en Cuba se apuesta tanto por la rehabilitación física como cognitiva, que incluye educación especial, mediante defectólogos ocupacionales que atienden el área cognitiva y de relaciones, sociales y la logopedia. Se complementa con terapia física, ozonoterapia, medicina holística, tratamiento psicológico y por último la valoración neurológica, por si el paciente necesita tratamiento con fármacos. No hay método mejor a otro, y ninguno ha demostrado que resuelve todos los problemas de los pacientes. Se debe conjugar todo lo que pueda ser útil y beneficioso en cada caso, y es muy importante la participación de los padres, concluyó. acl/vm |
6 de marzo de 2014
Desarrollan en Cuba programa de intervención en autismo
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