Olivia P. Tallet
HOUSTON - Que a un hijo lo diagnostiquen con autismo es una noticia que ninguna madre o padre desearía escuchar, pero tal vez sea peor no tener información suficiente para asegurarse de que el niño obtenga el apoyo necesario y lo más pronto posible.Loida Casares, una gerente de ventas del diario Houston Chronicle nacida en EE.UU., dice que creía que “me las sabía todas sobre cómo funciona el sistema aquí, hasta que la situación con el Asperger de mi hijo Seth me tomó desprevenida”.
Asperger es una de las condiciones dentro de un amplio espectro de discapacidades neurológicas que entran dentro de la categoría del Espectro de Trastornos del Autismo (ASD, por sus siglas en inglés).
Casares, autora del blog shoegirlcorner, donde escribe sobre los problemas que ha tenido para obtener un diagnóstico para su hijo, dice que al principio le costó aceptar que su inteligente hijo pudiera tener una discapacidad y reconoce que “muchos padres, especialmente entre nosotros los hispanos, no tienen la información suficiente para saber qué hacer o para abogar por sus hijos, pero tienen que hacer el esfuerzo de informarse”.
Las escuelas también deben hacer su parte, como lo muestra un caso reciente en el que el Distrito Escolar Independiente de Houston (HISD, por sus siglas en inglés) deberá pagar a una familia por no haber dado la educación apropiada a su hijo, diagnosticado con autismo.
Qué es el autismo
El Instituto Nacional de Desórdenes Neurológicos y Apoplejías (NINDS, por sus siglas en inglés) indica que el autismo abarca una serie de complejos desórdenes en el desarrollo neurológico que conduce a discapacidades en mayor o menor medida en la interacción social y en la comunicación, con la presencia de comportamientos e intereses inusuales.
Las principales discapacidades del ASD son trastorno autista, síndrome de Asperger y trastorno generalizado del desarrollo no especificado (PPD-NOS, por sus siglas en inglés).
Aunque ciertos síntomas de autismo pueden detectarse desde los 18 meses de edad, “no hay una manera específica en la que el niño muestre que tiene autismo en esas edades iniciales”, dice Lorraine Klim-Drew, especialista de Educación Especial del Distrito Escolar Independiente de Houston (HISD). “Puede manifestarse de muchas maneras”.
NINDS indica que en ocasiones los síntomas pueden no ser reconocidos. Entre los más tempranos están: ausencia de balbuceos al primer año de edad, ninguna palabra aprendida a los 16 meses, no responder al nombre, ausencia de respuesta social y pobre contacto de la mirada.
Al crecer, dificultad para hacer amigos o iniciar conversaciones, lenguaje repetitivo o inusual e inflexibilidad para cambiar rutinas.
Caso contra el HISD
Klim-Drew testificó como especialista ante una audiencia especial de educación donde Michelle y Greg Groogan ganaron contra el HISD en favor de su hijo Garrett.
Los Groogan alegaron que su hijo, diagnosticado con autismo, no recibió la educación apropiada dentro del HISD, donde su comportamiento empeoró. En cambio, aseguran, floreció al ser trasladado a un sistema privado estructurado para niños autistas, según publicó el Houston Chronicle.
Como resultado de la audiencia, el distrito debe pagar 17,600 dólares a los Groogan para reembolsarles el costo de la educación privada que recibió Garrett.
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