Washington, 20 feb (PL) Los niños con alto riesgo de desarrollar autismo presentan algunas diferencias cerebrales desde los seis meses de nacidos, asegura un artículo publicado en el American Journal Psychiatry.
La investigación, desarrollada por expertos de la University of North Carolina, Estados Unidos, determinó que ya en época tan temprana de la vida se observan anomalías relacionadas con la cantidad y organización de la sustancia blanca, así como con las interconexiones cerebrales.
Para llegar a estas conclusiones los especialistas analizaron a 92 niños cuyos hermanos padecían autismo, y les realizaron entre otros exámenes pruebas de resonancia magnética y tomografías cerebrales.
De esta manera observaron que existía cierta diferencia entre los infantes que con posterioridad desarrollaron la afección y los que no la padecieron, dado por la extensión de las fibras de materia blanca, señala el estudio.
Los primeros síntomas del autismo aparecen por lo general después de los dos años, y es la primera vez que se revisan niños tan pequeños con un seguimiento de dos años para ver cómo evolucionan, indicaron los autores del trabajo.
Encontrar diferencias en el cerebro de estos pequeños es un hallazgo muy prometedor, un primer paso hacia la posibilidad de desarrollar un biomarcador de riesgo que mejore la capacidad actual de diagnosticar el autismo, señaló el principal responsable, Jason Wolff.
Esto aumentaría las posibilidades de "interrumpir el proceso con intervenciones dirigidas", aseveró.
oda/vm
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