La posibilidad de iniciar un tratamiento temprano en niños autistas depende en gran medida de que los padres observen su conducta en los primeros 18 meses de vida, que es cuando surgen las primeras señales de esta enfermedad y se profundizan hasta los dos años
"Hay una serie de alertas que uno puede ver, por ejemplo si a los dos años el niño aún no habla ni balbucea, o si no tiene contacto visual, que es uno de los más predominantes del espectro autista", advirtió la investigadora Jimena Pietro.
Otros indicadores son que el chico sea "hipersensible o hiposensible, o sea que se altere por un mínimo ruido casi impercetible, o que cuando hay un ruido muy fuerte o repentino no se da vuelta".
También aclaró que "no todos los niños autistas tiene la misma sintamoatología, algunos son un poco más ruidosos, emitiendo sonidos aunque no lenguaje, y con un poco más de movimiento, tics, o esas cuestiones".
Pietro recomendó que los padres que observen estas conductas se informen sobre el tema, porque también ocurre que "los pediatras no los atienden y la respuesta es que `es un poco vago` y así pasa el tiempo hasta que alguno sí le da importancia".
"Además -siguió- está el tema del habla, del contacto visual, la sociabilización, no puede empatizar, es decir dejar ver si está triste o contento, y su dificultad de contcto con el entorno, y todo esto a los dos años los padres se pueden dar cuenta".
Mediante un tratamiento adecuado, los chicos con autismo leve pueden llevar una vida casi normal e ir a colegios normales, siempre con una maestra intregradora, como los que sufren síndrome de down.
La especialista señaló que en el "espectro autista" están los que tienen síndrome de asperger, que muchas veces desarrollan un "interés restringido, se concentran mucho en un tema, como geografía, ríos u otro, y gracias a su capacidad de aislarse y estudiar pueden ser chicos brillantes en el tema que eligen".
Ciertos chicos deben ser tratados también con psicofármacos, porque son agresivos y tienen incontienencia emocional, con berrinches, o son depresivos, y se los medica con drogas antipsicóticas para otras enfermedades, que son las que tienen efectos colaterales adversos en los niños.
Por otra parte, comentó que el tratamiento es difícil que los cubra alguna obra social en forma completa, ya que hay que demostrar que el chico tiene autismo con certificado de discapacidad, en tanto los padres están luchando para que desde el Estado se realice esa cobertura mediante una ley.
La atención de estos chicos es muy cara, porque si van a la escuela necesitan una maestra integradora a la mañana y a la tarde la sesión de terapaia, por eso quizás sólo pueden hacerlo gente de clase media o alta.
Fuente: Derf [1]
EA
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