El consejero Iribas visita el centro y apuesta por "ofrecer a cada alumno lo que necesita para obtener su máximo desarrollo personal"
PAMPLONA, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
La escuela de verano de la Asociación Navarra de Autismo, ubicada en el colegio público José María de Huarte de Pamplona, ofrece servicio a 33 niños de entre 2 y 10 años en los meses de junio a agosto. Según las estimaciones existentes, en la Comunidad foral hay 200 familias afectadas.
El consejero de Educación del Gobierno de Navarra, José Iribas, ha visitado esta semana el centro, una iniciativa de la Asociación Navarra de Autismo y con la que colabora el Ejecutivo foral.
El objetivo de la escuela es mantener durante los meses estivales la atención especializada que reciben estos menores, ya que se considera que, por su ritmo de aprendizaje, deben evitar el vacío temporal que suponen las vacaciones de verano, según ha informado el Gobierno navarro en una nota.
Se calcula que en Navarra existen cerca de 200 familias afectadas. Se trata de un trastorno neurológico que afecta de por vida a la persona y que se manifiesta en alteraciones en las relaciones sociales, la comunicación y el lenguaje, y un menor interés por el entorno.
En la visita, el consejero ha destacado que una de las prioridades del departamento de Educación es "ofrecer a cada alumno lo que necesita para obtener su máximo desarrollo personal" y, con ello, "garantizar la igualdad de oportunidades". En este sentido, ha trasladado a la presidenta de la asociación, Amaya Áriz, su disposición a colaborar.
El Gobierno foral ha señalado que según las estimaciones existentes, en Navarra hay 200 familias afectadas. Se considera que el diagnóstico precoz es fundamental y, para ello, se realizan revisiones periódicas a los niños a los 15, 18 y 24 meses.
ATENCIÓN PERSONALIZADA
La escuela ofrece una atención personalizada y pedagógica a los niños, que son atendidos por 9 profesionales y 170 voluntarios, entre orientadores, psicopedagogos y profesionales de educación especial, algunos de los cuales han venido de otras comunidades.
En este sentido, el centro persigue dos objetivos generales. Por un lado, ofrecer una atención adecuada a los niños y, por otro, crear un grupo de profesionales en Navarra que conozca la realidad del autismo, con sus posibilidades terapéuticas y pedagógicas.
La escuela cuenta con cuatro aulas con capacidad de hasta seis menores de entre 2 y 10 años, dirigidas cada una por una tutora y una cuidadora con experiencia en la materia. Apoyan esta labor los voluntarios, con un ratio de un profesional por niño inscrito en el curso. En él, se imparten aprendizajes relacionados con el desarrollo de los hábitos de autonomía y el trabajo personal y se realizan distintos juegos.
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