Nuevos objetivos para el próximo curso. La Asociación de Autismo Almazara comenzará en septiembre un programa denominado ‘Voluntariado y Respiro familiar’ con el que se perseguirá normalizar el clima familiar con el apoyo de herramientas y recursos que les permitan a los familiares un respiro en el trabajo constante que supone tener que cuidar a un persona dependiente.
Según José Antonio García, psicopedagogo de la Asociación, este programa surge «para responder a las familias en su necesidad de prestar apoyo, orientación y formación a sus miembros». Con el programa, que ha sido sufragado por la Caja Rural de Jaén, a través de la convocatoria ‘La Rural Voluntariado’, se pretende promover un servicio de respiro con apoyos puntuales a las familias para que sus miembros puedan realizar actividades de la vida diaria, que sería complicado o imposible llevar a cabo estando en casa de un miembro con este tipo de afectación. En esta misma línea, desde la asociación subrayan que, gracias a este programa, se podrán mejorar notablemente las distintas áreas de desarrollo, entre ellas la comunicación y la adquisición de habilidades sociales en la vida cotidiana, que presentan los pacientes autistas que acuden a la asociación ubicada en Linares.
Beneficiarios
Una vez que arranque el programa, el próximo mes, los beneficiarios directos serán 30 personas comprendidas entre 3 y 28 años, afectados por un Trastorno del Espectro Autista. Ellos realizarán las actividades propuestas en éste y estarán dirigidos por los profesionales de la Asociación. Como beneficiarios indirectos, no solo serán los familiares de éstos, sino también su entorno cercano, miembros de la asociación y la sociedad, en general, «ya que el programa redunda en la socialización de personas discapacitadas con riesgo de discriminación y/o exclusión social», afirmó García. Como novedad, el terapeuta encargado del programa llevará a cabo una ficha de seguimiento en la cual se anotarán las personas que asisten cada semana y las tareas que realizan, entre otras cosas.
Además, el ocio jugará un papel fundamental dentro del programa. Según el cronograma de actividades previsto, para lo que queda de 2012, las personas afectadas por este trastorno, acompañadas de voluntarios, visitarán centros comerciales en septiembre, acudirán al cine en octubre, realizarán una convivencia en el campo en noviembre y terminarán el año con diversos paseos por el centro de la ciudad.
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