“Tengo los ojos llenos de lágrimas de impotencia y rabia después de escuchar en los telediarios afirmar que el responsable de la matanza de EEUU tenía autismo”. Habla Menchu Gallego, madre de Álvaro, un pequeño de cinco años que padece el trastorno.
Desde que nació su hijo, Menchu, junto a otras muchas madres, no ha parado de luchar para acabar con los falsos mitos que existen en torno al síndrome.
Entre ellos se encuentra el hecho de que son personas asociales o
incapaces de expresar emociones. Por ello, la noticia de que el joven
que cometió los asesinatos de Newtown podría padecer Asperger (una
variante del autismo) cayó como un jarro de agua fría entre estas familias. Temen que el esfuerzo que han hecho durante años para normalizar la situación de sus parientes se haya echado a perder.
“Teniendo en cuenta que esto es a nivel mundial, siento que todos los
pasos que hemos dado para llegar a que nuestros hijos sean uno más,
respetados y valorados por lo que son y no por lo que tienen, se han
borrado de golpe, es muy decepcionante", lamenta Gallego. "Es algo muy
grave lo que están diciendo porque la gente puede relacionar persona con
autismo con asesino y eso es una mezcla imposible".
Después de la masacre que se produjo el pasado viernes en el centro educativo de Newtown, en el que murieron 27 personas, los medios ofrecieron diversos perfiles del autor de la matanza, Adam Lanza.
De él apuntaban que podría sufrir el síndrome de Asperger. Para
afirmarlo se basaban en las hipótesis que hacían algunos de los
compañeros de clase o su propio hermano.
A partir de ese momento
los teléfonos no pararon de sonar. Tanto a las asociaciones que
salvaguardan a las personas con este tipo de trastornos como a los
medios de comunicación, las familias llamaban indignadas con el
tratamiento que se estaba dando a la noticia. "El teléfono está al rojo
vivo, muchos nos han llamado a nosotros y otros tantos a programas de
televisión porque un uso poco riguroso de los términos puede hacer muchísimo daño", afirma Jose Antonio Peral Parrado, técnico de la Federación Asperger España.
Responsabilidad informativa
Uno de los artículos más citados por los medios españoles para componer el perfil del asesino era del The New York Times.
El mismo recogía los testimonios de los ex compañeros de secundaria de
Adam Lanza, que afirmaban que era un chico muy inteligente, pero que
era una persona extraña, tímida y sin emociones
La Confederación Autismo España también
ha mostrado su “disconformidad” con las información publicada sobre el
asesino y apuntan a que las fuentes desde las que se extrae que Adam
Lanza padecía Asperger “no lo han documentado ni confirmado con
solvencia alguna". "Se han limitado a realizar un diagnóstico
precipitado en base a testimonios de terceras personas, manifiestamente
afectadas por lo mediático del suceso", apuntan desde la confederación.
Desde Autismo Diario, publicación centrada en tratar temas relacionados con el síndrome, aseguran en un artículo titulado "El arte de malinformar" que se trata de un acto de "irresponsabilidad informativa" y lamentan que con la difusión de este tipo de noticias se está dilapidando el trabajo que cientos de familias llevan a cabo para normalizar la situación de sus allegados.
“Se ha derrumbado de un plumazo un trabajo ingente de concienciación y
han impulsado nuevamente falsos mitos sobre los Trastornos del Espectro
del Autismo”, aseguran.
Todos ellos coinciden en que el diagnóstico del síndrome de Asperger es un proceso que debe ser realizado por profesionales debidamente formados en técnicas clínicas y analíticas,
un hecho que de momento no se ha demostrado en el caso del terrible
suceso ocurrido en Newtown. "Se están difundiendo informaciones según
las cuales, el autor de estos hechos estaba recibiendo medicación contra
la esquizofrenia", afirma Peral Parrado, "un diagnóstico incompatible
con el de Asperger".
¿Y si tuviese autismo?
Todas las fuentes consultadas por lainformacion.com
mantienen que es altamente improbable que el joven asesino de Newton
padeciese el síndrome. Sin embargo, aunque así fuera aseguran que la violencia y agresividad no es una conducta que vaya asociada al trastorno. "No
me salen no me salen más palabras", se disculpa Menchu. "No te imaginas
el dolor que siento como madre de un precioso niño con autismo que si
algo tengo claro es que jamás podrá tener maldad".
"Es altamente
improbable, pero aunque se confirmara que tenía Asperger es un
comportamiento muy atípico dentro de este colectivo”, explica Peral
Parrado. “Más al contrario, estas personas suelen ser en muchos casos las víctimas de burlas y agresiones.”
"Si
Adam Lanza tenía o no Síndrome de Asperger debe ser irrelevante, al
igual que si era delgado o tenía los ojos rubios”, subrayan desde
Autismo Diario, “porque en ningún caso éste sería el motivo causante de
esta tragedia".
"No es porque se diga que tiene autismo (que
podría tenerlo o no) el caso es que sin saber si lo tiene se pone la
etiqueta para "asociar" su conducta con el síndrome”, afirma M.P., madre
de una niña que padece el trastorno. "Lo que no se puede es soltar una
bomba así estableciendo una "explicación" tácita y dando a entender al mundo que el autismo se asocia a la agresividad cuando es algo absolutamente falso.
Si efectivamente ese chico tenía TEA, es sencillamente algo más del
todo que era él, nunca una justificación o explicación de sus actos".
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