21 de diciembre de 2012

Las familias de personas con autismo acusan a los medios de "malinformar" sobre el asesino de Newtown

“Tengo los ojos llenos de lágrimas de impotencia y rabia después de escuchar en los telediarios afirmar que el responsable de la matanza de EEUU tenía autismo”. Habla Menchu Gallego, madre de Álvaro, un pequeño de cinco años que padece el trastorno.

Desde que nació su hijo, Menchu, junto a otras muchas madres, no ha parado de luchar para acabar con los falsos mitos que existen en torno al síndrome. Entre ellos se encuentra el hecho de que son personas asociales o incapaces de expresar emociones. Por ello, la noticia de que el joven que cometió los asesinatos de Newtown podría padecer Asperger (una variante del autismo) cayó como un jarro de agua fría entre estas familias. Temen que el esfuerzo que han hecho durante años para normalizar la situación de sus parientes se haya echado a perder.
“Teniendo en cuenta que esto es a nivel mundial, siento que todos los pasos que hemos dado para llegar a que nuestros hijos sean uno más, respetados y valorados por lo que son y no por lo que tienen, se han borrado de golpe, es muy decepcionante", lamenta Gallego. "Es algo muy grave lo que están diciendo porque la gente puede relacionar persona con autismo con asesino y eso es una mezcla imposible".

Después de la masacre que se produjo el pasado viernes en el centro educativo de Newtown, en el que murieron 27 personas, los medios ofrecieron diversos perfiles del autor de la matanza, Adam Lanza. De él apuntaban que podría sufrir el síndrome de Asperger. Para afirmarlo se basaban en las hipótesis que hacían algunos de los compañeros de clase o su propio hermano.

A partir de ese momento los teléfonos no pararon de sonar. Tanto a las asociaciones que salvaguardan a las personas con este tipo de trastornos como a los medios de comunicación, las familias llamaban indignadas con el tratamiento que se estaba dando a la noticia.  "El teléfono está al rojo vivo, muchos nos han llamado a nosotros y otros tantos a programas de televisión porque un uso poco riguroso de los términos puede hacer muchísimo daño", afirma Jose Antonio Peral Parrado, técnico de la Federación Asperger España.

Responsabilidad informativa

Uno de los artículos más citados por los medios españoles para componer el perfil del asesino era del The New York Times. El mismo recogía los testimonios de los  ex compañeros de secundaria de Adam Lanza, que afirmaban que era un chico muy inteligente, pero que era una persona extraña, tímida y sin emociones

La Confederación Autismo España también ha mostrado su “disconformidad” con las información publicada sobre el asesino y apuntan a que las fuentes desde las que se extrae que Adam Lanza padecía Asperger “no lo han documentado ni confirmado con solvencia alguna". "Se han limitado a realizar un diagnóstico precipitado en base a testimonios de terceras personas, manifiestamente afectadas por lo mediático del suceso", apuntan desde la confederación.

Desde Autismo Diario, publicación centrada en tratar temas relacionados con el síndrome, aseguran en un artículo titulado "El arte de malinformar" que se trata de un acto de "irresponsabilidad informativa" y lamentan que con la difusión de este tipo de noticias se está dilapidando el trabajo que cientos de familias llevan a cabo para normalizar la situación de sus allegados. “Se ha derrumbado de un plumazo un trabajo ingente de concienciación y han impulsado nuevamente falsos mitos sobre los Trastornos del Espectro del Autismo”, aseguran.

Todos ellos coinciden en que el diagnóstico del síndrome de Asperger es un proceso que debe ser realizado por profesionales debidamente formados en técnicas clínicas y analíticas, un hecho que de momento no se ha demostrado en el caso del terrible suceso ocurrido en Newtown. "Se están difundiendo informaciones según las cuales, el autor de estos hechos estaba recibiendo medicación contra la esquizofrenia", afirma Peral Parrado, "un diagnóstico incompatible con el de Asperger".

¿Y si tuviese autismo?

Todas las fuentes consultadas por lainformacion.com mantienen que es altamente improbable que el joven asesino de Newton padeciese el síndrome. Sin embargo, aunque así fuera aseguran que la violencia y agresividad no es una conducta que vaya asociada al trastorno. "No me salen no me salen más palabras", se disculpa Menchu. "No te imaginas el dolor que siento como madre de un precioso niño con autismo que si algo tengo claro es que jamás podrá tener maldad".

"Es altamente improbable, pero aunque se confirmara que tenía Asperger es un comportamiento muy atípico dentro de este colectivo”, explica Peral Parrado. “Más al contrario, estas personas suelen ser en muchos casos las víctimas de burlas y agresiones.”

"Si Adam Lanza tenía o no Síndrome de Asperger debe ser irrelevante, al igual que si era delgado o tenía los ojos rubios”, subrayan desde Autismo Diario, “porque en ningún caso éste sería el motivo causante de esta tragedia".

"No es porque se diga que tiene autismo (que podría tenerlo o no) el caso es que sin saber si lo tiene se pone la etiqueta para "asociar" su conducta con el síndrome”, afirma M.P., madre de una niña que padece el trastorno. "Lo que no se puede es soltar una bomba así estableciendo una "explicación" tácita y dando a entender al mundo que el autismo se asocia a la agresividad cuando es algo absolutamente falso. Si efectivamente ese chico tenía TEA, es sencillamente algo más del todo que era él, nunca una justificación o explicación de sus actos".

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