"Cada vez hay más casos, pero también mejores métodos para que hagan una vida normal y estudien con los demás niños"
DAMIÁN PEREIRA - VILAGARCÍA La Baión Asociación Tratamiento Autismo (Bata) lleva más de 20 años trabajando por las personas con autismo de la comarca de O Salnés. Carmen Márquez es una de sus cerca de 40 profesionales y está especializada en la atención de menores, a los que actualmente se les puede tratar en sus propios entornos, tanto a nivel educativo como familiar.
–¿En qué consiste su trabajo con los niños en la actualidad?
–Nuestro trabajo se divide en tres campos. La primera es la Unidad de Apoyo Ambulatorio, que consiste en ir a las casas y colegios de los niños para tratarlos en su entorno. Así orientamos a sus familiares y a los docentes que lo demanden, además de apoyar a los propios niños. El Servicio de Apoyo Familiar sirve para dar un respiro a los padres, organizando actividades de fin de semana, como excursiones, visitas al teatro, el circo, la playa. Hacemos grupos reducidos de unos cinco niños. Por último está la Unidad de Diagnóstico, en la que analizamos todo tipo de trastornos del espectro autista. Es un servicio muy demandado.
–¿A qué edad se detecta este trastorno?
–Los primeros síntomas suelen detectarse a partir de los 18 meses. En otras ocasiones el autismo se hace evidente con el contacto con los niños de su edad, cuando empiezan la escuela, alrededor de los tres años. Depende del caso de cada niño.
–¿Cuáles son sus síntomas?
–Normalmente los síntomas son problemas de comunicación, el no uso del lenguaje verbal, dificultades para relacionarse con los demás, déficit social. Suelen preferir las actividades solitarias. Pero esto no siempre es así, dependiendo del trastorno también hay niños que son sociables pero que no saben modular correctamente sus relaciones. Son capaces de hablar con alguien que no conocen de nada como si lo conocieran de toda la vida.
–¿Cómo se sabe cuándo estamos ante un caso de autismo?
–El área de la comunicación, el déficit social y los patrones de comportamiento restrictivo, que consisten en centrarse rutinariamente en una sola actividad de forma exagerada, suelen ser tres síntomas claros, tanto juntos como por separado. Existen pruebas efectivas que determinan el tipo de trastorno existente.
–¿Cómo ayudan a las familias en su adaptación a estos casos?
–Les entregamos informes, les ofrecemos servicios y orientamos a los propios niños. A los familiares les ayuda mucho estar en contacto con otras familias en su misma situación, porque al principio es un shock saber que tienen un niño con autismo y a veces incluso no saben qué hacer. Los padres deben saber que actualmente, con los tratamientos existentes, los niños mejoran mucho sus habilidades y pueden llevar una vida normal y estudiar en centros con los demás niños. Además, alrededor de Bata se han formado programas de acogida, actividades de formación y deportivas. Todo gestionado por las propias familias.
–¿Cómo es la comunicación de los niños con autismo?
–Tienes que adaptarte a ellos y enseñarles como hacerlo. Son muy buenos pensadores visuales y aprenden muy rápido a usar PDAs y tablets para comunicarse. Algunos niños solo se comunican por signos o imágenes, pero dominan las nuevas tecnologías. Además, les encanta estar con la gente y comunicarse. Si no usan las palabras, emplean un sistema de signos para expresar sus deseos. Es necesario dar más visibilidad a este tipo de trastornos. A ellos les beneficia estar en contacto con entornos cotidianos, supermercados, colegios, bibliotecas. Pueden llegar a relacionarse sin apenas apoyo.
–¿En qué consiste realmente el autismo?
–Es un trastorno genético que no aparece hasta el año o año y medio de vida. No se saben las causas y puede no ser hereditario, pero cada vez hay más casos. Hace años se hablaba de 4 o 5 casos de autismo cada 10.000 nacimientos, ahora de uno cada 150. Se están haciendo muchos estudios, pero de momento no hay ningún marcador genético que determine el autismo.
–¿Es posible hacer una vida adulta normal con un trastorno de este tipo?
–Pueden necesitar más o menos apoyo en su vida diaria, pero trabajan y se relacionan con los demás. Algunos viven en pisos tutelados. En Vilagarcía hay tres. En Bata existe un servicio de formación y orientación profesional y firmamos convenios con las administraciones, concellos y entidades privadas que nos permiten ofrecer diversas opciones laborales a estas personas.
–¿Les está afectando la crisis?
–Sí. Estamos sufriendo atrasos en los pagos de la administración, las entidades privadas apenas colaboran ya y el índice de morosidad de las familias ha aumentado. De momento mantenemos todos los servicios. Estamos esforzándonos por intentar salvar todo lo que nos ha costado tanto conseguir.
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