¿Qué es el autismo?
El autismo es un síndrome con un espectro muy amplio, no una enfermedad. Afecta de forma diferente, es por ello que no hay dos personas con autismo iguales y por ende no es correcta la generalización.
Cabe señalar que las áreas en las que se manifiesta este síndrome son: 1- dificultades -no incapacidad- en el lenguaje y la comunicación. Encontraremos personas que no hablan pero se comunican con gestos o pictogramas, y personas capaces de dominar varios idiomas. 2- dificultades -no incapacidad- en las relaciones sociales. Encontraremos personas que eluden el contacto visual o se aturden en ambientes ruidosos, y personas que ofrecen conferencias. 3- intereses restringidos y repetitivos, que con una buena estimulación pueden ampliarse siempre.
Al igual que todos los seres humanos, la posibilidad de realización de las personas con espectro autista es ilimitada. Estas comparten muchas características, necesidades y deseos con pares de su edad sin autismo. Cabe aclarar que estos individuos sienten, lloran, se ríen, se alegran, se entristecen, se enfadan, sienten celos. Pero en ocasiones pueden tener dificultades para canalizar sus emociones, aunque sepan demostrar que las sienten. Es bueno recordar que los esfuerzos que hacen para comunicarse suelen ser grandiosos. Claro está que forman parte del mundo, una sociedad donde hay cabida para la diversidad. Es importante saber que se nace con autismo, es decir, hay un origen genético.
¿Las personas con autismo poseen discapacidad intelectual o, por el contrario, son capaces de habilidades prodigiosas? En realidad, el retraso mental es una comorbilidad, no una condición propia del autismo. Hay personas con autismo que además tienen discapacidad intelectual así como también quienes no la tienen. Pero se necesitan todo tipo de mentes, sin discriminar a nadie. Hay que desterrar la falsa creencia que las personas con autismo sólo pueden vivir o desarrollarse en centros segregados, sin relacionamiento con el resto de las personas, no con la intención de marginarlas, sino de protegerlas. Esto en ningún caso debe ser así. Al contrario, la inclusión social es una de las claves para lograr una mejor calidad de vida y un factor esencial para incrementar sus capacidades de adaptación, su desarrollo personal. Es válido destacar que con los apoyos adecuados, estas personas pueden aprovechar las oportunidades de participación en entornos ordinarios, lo que sin lugar a duda favorece que puedan disfrutar de una vida social integrada y normalizada, contribuyendo de ese modo a su desarrollo personal.
En la actualidad y en muchos lugares del planeta, se sigue utilizando el término "autismo" asociado a connotaciones negativas porque se parte de mitos e informaciones falsas como: A- las personas con autismo no pueden interactuar o comunicarse. B- Las personas con autismo viven en su mundo. C- Las personas con autismo son incapaces de sentir. Todo ello sirve de piso para que cada vez más periodistas, políticos o líderes de opinión se sumen al uso abusivo del término "autista" para descalificar a un otro. Es decir, se lee en los medios de comunicación o se escucha en boca de políticos "gobierno autista" o "fulanito es autista" cuando se quiere aludir que ese gobierno o esa persona no cumple con su trabajo, no escucha, no se entera de la realidad, no muestra empatía con los problemas, es incapaz de ofrecer soluciones o carece de sentimientos.
La prevalencia del autismo hoy en día es lo suficientemente significativa como para promover acciones de información y sensibilización, con afirmaciones que se apoyen en evidencias científicas y ajustadas a la realidad. Por eso, debemos luchar todos juntos para favorecer la inclusión.
Amigos… convivir con el autismo implica también una importante labor de concientización en la sociedad. Se convence siempre desde el respeto. Lo desconocido, además de asustar, alienta la difusión de informaciones falsas. Tenemos que dar a conocer la visión positiva del autismo a la par de fomentar un tratamiento digno para todos los afectados. Un gran trabajo por delante.
Estoy totalmente persuadida que si se conociera la realidad del autismo, a nadie se le ocurriría más que asociarlo con superación, esfuerzo, nobleza, cariño o sensibilidad. Por ello sigo invitándolos a "EJERCER SUS DERECHOS PORQUE NO SON MEROS PRIVILEGIOS"
DRA. SILVINA COTIGNOLA, ABOGADA ESPECIALIZADA EN DISCAPACIDAD Y FAMILIA. smlcoti@ciudad.com.ar
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