Alexis fue diagnosticada de autismo a los 11 años (Getty Images).
Lo más importante
- Alexis Wineman fue diagnosticada con una forma de autismo a los once años
- Ganó el concurso Miss Montana el año pasado
- Wineman dice que el certamen Miss América fue "mi Everest personal"
Nota del editor: Alexis
Wineman fue diagnosticada con trastorno generalizado del desarrollo,
una condición que es parte del espectro autista. Ganó el concurso Miss
Montana en 2012 y participó en el certamen Miss América. Llegó a los primeros 15 lugares y ganó el premio America’s Choice, por recibir la mayor cantidad de votos de los televidentes.
(CNN) — Sabía que tenía que haber una razón para que mi familia y yo pasáramos por aquellos días tan difíciles. En ese entonces no entendía el porqué, pero las últimas dos semanas me han ayudado a poner muchísimas cosas en perspectiva.
Los solitarios días en los que caminaba de un lado a otro de la cocina fueron de los más largos en mi vida. Si en ese momento alguien me hubiera dicho que portaría una corona, un vestido de noche, zapatillas altas y un traje de baño ante un auditorio en vivo, rodeada de luces brillantes y cámaras de televisión, habría sido la primera en no creerlo.
Ahora me doy cuenta de que hasta mis días más difíciles no son nada comparado a los de otras personas que viven con algún trastorno del espectro autista. Recibí la oportunidad de dar voz a quienes no la tienen, o que aún no encuentran la suya.
Tal vez otras personas no elegirían el mismo camino que yo, pero para mí entrar al concurso Miss América era la cumbre de mi Everest personal. También era irónico: una niña a quien siempre le dijeron que era diferente, y a la que muchas personas consideraban una paria, llega al concurso de belleza más importante de su país.
Sabía que me enfrentaría a algunos retos, e incluso al escepticismo, pero nunca esperé recibir la ola de apoyo que sigue llegando.
Mi mayor honor fue ganar el título America’s Choice durante el certamen. El que tantas personas que no me conocen se hayan tomado el tiempo para elegirme como su concursante favorita es algo que aún trato de entender.
Tal vez el oropel y el glamour de la maravillosa experiencia de Miss América se hayan desvanecido, pero cada día se fortalece más mi compromiso de crear conciencia acerca del autismo y tender puentes de aceptación, en especial después de leer correos electrónicos, mensajes en Facebook y tuits de personas que me han apoyado a lo largo del viaje.
Tendré éxito si tan solo una sola persona se encuentra con un niño sobreestimulado y no se le queda mirando; si un adolescente invita a almorzar a un “paria”; si un empleador le da trabajo a alguien que tal vez no es capaz de mirar a los ojos al entrevistador.
También espero que las familias que leen mi historia y que se sienten aisladas o están preocupadas y llenas de dudas acerca de sus hijos sepan que no están solas: existe una comunidad maravillosa de personas que están esperando para ofrecerles su amistad y dirección.
He aprendido, al asociarme con organizaciones como AbilityPath.org y Generation Rescue, que la comunidad con necesidades especiales es una de las más leales y comprensivas a la que cualquiera puede unirse. Me siento honrada de ser parte de este nuevo círculo de amigos y no me queda duda de que fueron quienes se identificaron conmigo, creyeron en mí y me ayudaron a ganar el premio America’s Choice.
No sé qué pasará mañana, lo que sé es que puedo hacer muchas cosas para asegurarme de que la gente entienda que “’Normal’ es solo una modalidad de la secadora de ropa.
(CNN) — Sabía que tenía que haber una razón para que mi familia y yo pasáramos por aquellos días tan difíciles. En ese entonces no entendía el porqué, pero las últimas dos semanas me han ayudado a poner muchísimas cosas en perspectiva.
Los solitarios días en los que caminaba de un lado a otro de la cocina fueron de los más largos en mi vida. Si en ese momento alguien me hubiera dicho que portaría una corona, un vestido de noche, zapatillas altas y un traje de baño ante un auditorio en vivo, rodeada de luces brillantes y cámaras de televisión, habría sido la primera en no creerlo.
Ahora me doy cuenta de que hasta mis días más difíciles no son nada comparado a los de otras personas que viven con algún trastorno del espectro autista. Recibí la oportunidad de dar voz a quienes no la tienen, o que aún no encuentran la suya.
Tal vez otras personas no elegirían el mismo camino que yo, pero para mí entrar al concurso Miss América era la cumbre de mi Everest personal. También era irónico: una niña a quien siempre le dijeron que era diferente, y a la que muchas personas consideraban una paria, llega al concurso de belleza más importante de su país.
Sabía que me enfrentaría a algunos retos, e incluso al escepticismo, pero nunca esperé recibir la ola de apoyo que sigue llegando.
Mi mayor honor fue ganar el título America’s Choice durante el certamen. El que tantas personas que no me conocen se hayan tomado el tiempo para elegirme como su concursante favorita es algo que aún trato de entender.
Tal vez el oropel y el glamour de la maravillosa experiencia de Miss América se hayan desvanecido, pero cada día se fortalece más mi compromiso de crear conciencia acerca del autismo y tender puentes de aceptación, en especial después de leer correos electrónicos, mensajes en Facebook y tuits de personas que me han apoyado a lo largo del viaje.
Tendré éxito si tan solo una sola persona se encuentra con un niño sobreestimulado y no se le queda mirando; si un adolescente invita a almorzar a un “paria”; si un empleador le da trabajo a alguien que tal vez no es capaz de mirar a los ojos al entrevistador.
También espero que las familias que leen mi historia y que se sienten aisladas o están preocupadas y llenas de dudas acerca de sus hijos sepan que no están solas: existe una comunidad maravillosa de personas que están esperando para ofrecerles su amistad y dirección.
He aprendido, al asociarme con organizaciones como AbilityPath.org y Generation Rescue, que la comunidad con necesidades especiales es una de las más leales y comprensivas a la que cualquiera puede unirse. Me siento honrada de ser parte de este nuevo círculo de amigos y no me queda duda de que fueron quienes se identificaron conmigo, creyeron en mí y me ayudaron a ganar el premio America’s Choice.
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1 comentario:
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