Se dice que el autismo es invisible
porque las personas que presentan este trastorno no muestran señales
físicas en su apariencia.
El autismo es invisible físicamente pero
visible en el comportamiento… qué mala suerte!!!! Porque el
comportamiento estará sujeto a la interpretación de los ojos de quien lo
ve.
En momentos de desesperación ante la
incomprensión social, cuántas familias me han dicho que deseaban que el
autismo de su hijo se materializara en un cuerno en la cabeza o en piel
de color azul, para que los demás pudieran verlo.
Ante el comportamiento de un niño con
autismo podemos encontrarnos infinidad de interpretaciones, pero vamos a
ejemplificar 3 tipos:
1º Interpretación del DESCONOCIMIENTO. No
sabe que el niño tiene autismo e interpreta su conducta como la de un
niño nomal pero “caprichoso”, “independiente”, “autoritario”, “sin
normas”…etc.
2º Interpretación desde EL CONOCIMIENTO.
Sabe que tiene autismo, aun así se emiten juicios de valor sobre el
estilo de crianza, se piensa que quizás le consienten demasiado en casa,
que está sobreprotegido y que las medidas que se toman son exageradas,
porque no comprende qué implica el autismo en realidad.
3º Interpretación basada en LA
COMPRENSIÓN: Entiende lo que implica tener autismo, por eso no juzga el
comportamiento sino que: observa, acompaña, interpreta, enseña, apoya,
moldea y ayuda a través del afecto, con el corazón.
(Tomado de página alto alto como la montaña. Afrontando el autismo con sensibilidad)
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