03MAR11 (13.15 UTC) El Cabildo de Tenerife y la Asociación de Padres de Personas con Autismo, Apanate, han inaugurado este jueves el nuevo pabellón del Centro de Recursos para el Autismo de Tenerife, Creat (que es gestionado por esta asociación).
Los trabajos de construcción han sido promovidos por la Corporación insular, a través del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria, IASS; y la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, a través de los fondos del Plan español para el estímulo de la Economía y el Empleo. El presupuesto del mismo asciende a 334.070 euros.
El nuevo pabellón tiene una superficie construida de 350 metros cuadrados y consta de 4 talleres, un taller-cocina, tres aulas para terapia individual, una sala multiusos y 2 cuartos de aseo adaptados. Dicha infraestructura tiene anexo una cancha deportiva semicubierta de 280 metros cuadrados.
Este centro está diseñado para ser utilizado por personas afectadas de autismo. Se utiliza un lenguaje de colores y una señalética específica, para que los distintos espacios puedan ser entendidos fácilmente por sus usuarios. Está previsto que en el se pueda dar terapia a unas 60 personas tanto menores como adultos.
El autismo es un trastorno del desarrollo, una alteración de carácter generalizada que abarca varios ámbitos del desarrollo de las personas: social, comunicativo y de la imaginación. Los síntomas suelen aparecer durante los tres primeros años de existencia y continúan a través de toda la vida. Las personas con autismo tienen dificultades para percibir el mundo de forma compartida. La imagen de aislamiento que transmiten viene determinada por su incapacidad para comprender el entorno y aprender compartiendo experiencias. Sus sistemas perceptivos parecen no estar predeterminados para atender y entender los estímulos sociales y dar a estos estímulos mayor valor que a otros. Como consecuencia las personas con trastorno autista tienen serios problemas para entender el comportamiento social y para imitarlo.
Las personas que sufren esta discapacidad presentan síntomas muy específicos, tales como graves déficits en la interacción social, en la comunicación y en el lenguaje; cierta tendencia a aislarse de los demás, imaginación limitada, realización de rituales sin función aparente (movimientos repetitivos, carreras sin rumbo, etc.), resistencia a los cambios en el medio (cambios en el hogar, resistencia a nuevos alimentos, prendas de vestir). También presentan déficits de imitación y juego simbólico, ausencia de juego o presencia de juegos repetitivos sin componente imaginativo, así como trastorno de conducta.
Existen diferentes grados de autismo,tantos niveles y rostros como personas que lo padecen. Así, los especialistas han determinado un espectro autista para clasificar e incluir las distintas manifestaciones. Además del autismo en su forma más clásica o Trastorno de Kranner, existe el Trastorno de Asperger, el Trastorno de Rett, el Trastorno Desintegrativo Infantil, y el Trastorno del Desarrollo no Especificado. Aunque todos pertenecen a la misma familia y presentan síntomas comunes, se clasifican con criterios diagnósticos diferentes. Además, existe un conjunto de trastornos genéticos que cursan entre sus manifestaciones con síntomas autistas, y que junto al grupo anteriormente descrito, se conocen como “trastorno del espectro autista”.
Debido, precisamente, a los diferentes grados, hay personas totalmente dependientes, mientras que otras son muy inteligentes pero tienen muchos problemas para interactuar socialmente. De todas formas, en la mayoría de los casos, si la persona tiene una buena integración familiar y social, en su entorno puede lograr cierta autonomía, estar normalizada y ser feliz. En cuanto a la incidencia es aproximadamente de 1 persona por cada 166 nacimientos, (cuatro veces más frecuente en varones que en mujeres), y ha sido detectado en personas de todas razas y niveles sociales.
El autismo es una patología altamente discapacitante, y aunque en la actualidad no se conoce curación, si está comprobado que con un tratamiento efectuado por terapeutas formados en específicas técnicas de intervención, se logra mejorar sustancialmente la calidad de vida de las personas con autismo y la de sus familias. En este sentido, Apanate es pionera en Canarias, siendo una de las asociaciones con mayor número de usuarios tratados en todo el territorio español. Surge de la necesidad de dar respuesta a los problemas acuciantes que se presentaban en las familias de personas con autismo.
Actualmente, realizan servicio de carácter integral adaptados a la edad de los usuarios, tales como atención temprana, gabinete, Centro de Día, taller de adolescentes, ocio y respiro familiar, diagnóstico, evaluación y asesoramiento a las familias, etc. Apanate tiene, en la actualidad, 150 asociados y son muchas más familias que esperan para que sus hijos puedan ser tratados de forma adecuada a sus necesidades.
Los trabajos de construcción han sido promovidos por la Corporación insular, a través del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria, IASS; y la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, a través de los fondos del Plan español para el estímulo de la Economía y el Empleo. El presupuesto del mismo asciende a 334.070 euros.
El nuevo pabellón tiene una superficie construida de 350 metros cuadrados y consta de 4 talleres, un taller-cocina, tres aulas para terapia individual, una sala multiusos y 2 cuartos de aseo adaptados. Dicha infraestructura tiene anexo una cancha deportiva semicubierta de 280 metros cuadrados.
Este centro está diseñado para ser utilizado por personas afectadas de autismo. Se utiliza un lenguaje de colores y una señalética específica, para que los distintos espacios puedan ser entendidos fácilmente por sus usuarios. Está previsto que en el se pueda dar terapia a unas 60 personas tanto menores como adultos.
El autismo es un trastorno del desarrollo, una alteración de carácter generalizada que abarca varios ámbitos del desarrollo de las personas: social, comunicativo y de la imaginación. Los síntomas suelen aparecer durante los tres primeros años de existencia y continúan a través de toda la vida. Las personas con autismo tienen dificultades para percibir el mundo de forma compartida. La imagen de aislamiento que transmiten viene determinada por su incapacidad para comprender el entorno y aprender compartiendo experiencias. Sus sistemas perceptivos parecen no estar predeterminados para atender y entender los estímulos sociales y dar a estos estímulos mayor valor que a otros. Como consecuencia las personas con trastorno autista tienen serios problemas para entender el comportamiento social y para imitarlo.
Las personas que sufren esta discapacidad presentan síntomas muy específicos, tales como graves déficits en la interacción social, en la comunicación y en el lenguaje; cierta tendencia a aislarse de los demás, imaginación limitada, realización de rituales sin función aparente (movimientos repetitivos, carreras sin rumbo, etc.), resistencia a los cambios en el medio (cambios en el hogar, resistencia a nuevos alimentos, prendas de vestir). También presentan déficits de imitación y juego simbólico, ausencia de juego o presencia de juegos repetitivos sin componente imaginativo, así como trastorno de conducta.
Existen diferentes grados de autismo,tantos niveles y rostros como personas que lo padecen. Así, los especialistas han determinado un espectro autista para clasificar e incluir las distintas manifestaciones. Además del autismo en su forma más clásica o Trastorno de Kranner, existe el Trastorno de Asperger, el Trastorno de Rett, el Trastorno Desintegrativo Infantil, y el Trastorno del Desarrollo no Especificado. Aunque todos pertenecen a la misma familia y presentan síntomas comunes, se clasifican con criterios diagnósticos diferentes. Además, existe un conjunto de trastornos genéticos que cursan entre sus manifestaciones con síntomas autistas, y que junto al grupo anteriormente descrito, se conocen como “trastorno del espectro autista”.
Debido, precisamente, a los diferentes grados, hay personas totalmente dependientes, mientras que otras son muy inteligentes pero tienen muchos problemas para interactuar socialmente. De todas formas, en la mayoría de los casos, si la persona tiene una buena integración familiar y social, en su entorno puede lograr cierta autonomía, estar normalizada y ser feliz. En cuanto a la incidencia es aproximadamente de 1 persona por cada 166 nacimientos, (cuatro veces más frecuente en varones que en mujeres), y ha sido detectado en personas de todas razas y niveles sociales.
El autismo es una patología altamente discapacitante, y aunque en la actualidad no se conoce curación, si está comprobado que con un tratamiento efectuado por terapeutas formados en específicas técnicas de intervención, se logra mejorar sustancialmente la calidad de vida de las personas con autismo y la de sus familias. En este sentido, Apanate es pionera en Canarias, siendo una de las asociaciones con mayor número de usuarios tratados en todo el territorio español. Surge de la necesidad de dar respuesta a los problemas acuciantes que se presentaban en las familias de personas con autismo.
Actualmente, realizan servicio de carácter integral adaptados a la edad de los usuarios, tales como atención temprana, gabinete, Centro de Día, taller de adolescentes, ocio y respiro familiar, diagnóstico, evaluación y asesoramiento a las familias, etc. Apanate tiene, en la actualidad, 150 asociados y son muchas más familias que esperan para que sus hijos puedan ser tratados de forma adecuada a sus necesidades.
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