El
22 de Mayo de 2013, se publicó en EEUU la nueva edición del DSM -Manual
diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales (en inglés Diagnostic and
Statistical Manual of Mental Disorders)- de la Asociación Americana de
Psiquiatría.
Este
nuevo manual presenta modificaciones con respecto al autismo, pero antes de
abordar este tema, a continuación se presenta la evolución que ha tenido el
diagnóstico de autismo a través de las distintas ediciones de este manual.
1.
En el DSM-I y en el DSM-II (1952 y 1968) el Autismo era considerado un síntoma
de la Esquizofrenia.
2.
DSM-III (1980) se comenzó a hablar de Autismo Infantil.
3.
DSM-III- R (1987) de incluyó el Trastorno
Autista.
4.
DSM-IV-TR (2000) se definen cinco categorías diagnosticas
dentro de los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD): Trastorno Autista,
Trastorno de Rett, Trastorno Desintegrativo Infantil, Trastorno de Asperger y
Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado.
5.
DSM-5 (2013) se habla de una única categoría, el Trastorno del Espectro del
Autismo (TEA).
Novedades
del DSM-V
En
esta edición se eliminan las categorías dentro del autismo y se habla solo de
trastorno del espectro autista. Esto es debido a distintas razones:
- Se pretende así facilitar el diagnóstico, teniendo en cuenta la heterogeneidad de los subgrupos que recoge el DSM-4, y evitando que algunas características y comportamientos particulares que permiten la descripción clínica se conviertan en determinantes del diagnóstico.
- Las cinco categorías establecidas en el DSM-IV son arbitrarias dado que no diferencian entre comorbilidades, por lo que la misma persona puede cambiar de diagnóstico a lo largo de su vida. En este sentido, el DSM-5 es más flexible y reconoce que la persona con Autismo pueda presentar también otras patologías añadidas como depresión, ansiedad, déficit cognitivo, convulsiones, etc.
- Se da una importante inconsistencia entre diferentes ciudades y se ha comprobado que el primer lugar donde se realiza el diagnóstico predetermina la categoría diagnóstica ya que, cada lugar, ha desarrollado su estilo. Por todo ello, se requiere de una clasificación diagnóstica más universal y más concreta.
- Las distintas categorías diagnosticas no conducen a un tratamiento tipo.
Finalmente
la otra diferencia que contiene esta edición es que se reducen los dominios
sintomáticos. En el DSM-IV eran 3 dominios:
- Alteración cualitativa de la interacción social
- Alteración cualitativa de la comunicación
- Patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos, repetitivos y estereotipados.
Ahora
en el DSM-V son solo 2 dominios sintomáticos:
- Grupo 1: Comportamientos, intereses y actividades repetitivos y restringidos
- Grupo 2: Alteraciones sociales combinadas con alteraciones en la comunicación.
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