18 de agosto de 2012

Chile: Centro Educativo Terapéutico Quelluén asisten niños y jóvenes con autismo.

Diez años de trabajo buscando la integración

Los chicos disfrutaron de una obra de títeres ofrecida por integrantes del Taller Protegido Terapéutico Tayil. (Sebastian Farina Petersen) -

Tienen talleres de cocina, plástica, natación, musicoterapia y actividades de la vida cotidiana.

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El Centro Educativo Terapéutico (CET) Quelluén, al que concurren niños con psicosis y autismo, festejó ayer su décimo aniversario en una jornada de recreación y juegos en la que los docentes destacaron la lucha de los papás que lograron el nuevo edificio, en el que funciona desde hace cuatro años.

“Estamos muy contentos porque luchamos mucho con los papás y los chicos para tener un edificio propio. Esto es el logro del trabajo y esfuerzo de los papás que lucharon para tener un lugar apropiado para los niños”, explicó Karina Bik, maestra especial del CET Quelluén, que en voz mapuche significa “ayúdame”.

Comenzaron a funcionar en la calle Santa Fe, después en Gabriela Mistral y Pampa, y desde el año 2008 están en Sargento Cabral y Stefanelli.

Actualmente asisten unos 55 chicos entre niños y jóvenes. Por la mañana concurren los adolescentes de 10 a 16 años, y los niños de 4 a 10 años lo hacen por la tarde. Además de los chicos integrados en jardines de infantes y en escuelas primarias comunes.

Reciben educación, capacitación, respeto y cariño del plantel que está integrado por maestros especiales y psicólogos, psicopedagogos, y asistentes sociales.

Están dentro de la modalidad de educación especial pero asumen las características de un centro educativo terapéutico debido a que tienen cada cinco jóvenes una pareja integrada por un maestro especial y un psicólogo.

Tienen talleres de cocina, plástica, actividades de la vida diaria, natación y musicoterapia.
Curiosos, algunos retraídos y otros efusivos, los jóvenes se entusiasmaron primero con las canciones que cantaban junto al profesor de musicoterapia, y luego disfrutaron a pleno de la obra de teatro que les ofrecieron los chicos del Taller Protegido Terapéutico Tayil.

“El objetivo es tratar de insertarse en los distintos ámbitos por fuera de la institución; que la educación no termine sólo con lo que se pueda realizar aquí, sino que sea un puente de integración dentro de las posibilidades que cada uno tenga”, puntualizó la psicóloga Lucía Dacampo.

“Cuando ingresan están muy ensimismados y cuando egresan están más integrados con la escuela, más definidos los intereses, y eso es producto de todo un trabajo”, sostuvo Bik.

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