5 de marzo de 2011

Galicia: Comunidad de OIA se une por una niña con autismo

Por La Voz De Galicia

La historia de Isabel es la de una madre que lucha por una adecuada educación para su hija de tres años. Los médicos le hicieron pruebas el año pasado y diagnosticaron que la pequeña padece autismo. Isabel no está sola en esta batalla. Le apoya toda la comunidad escolar del colegio Mestre Manuel García, de Santa María de Oia.

Todos los padres y madres de los alumnos se reunirán hoy en el centro para analizar las medidas que pueden llevar a cabo para ayudar a esta familia que reside en el barrio de San Xián, en el municipio vecino de O Rosal. La pequeña necesita el apoyo en el aula de un profesor en pedagogía terapéutica y de un cuidador, que actualmente no forman parte de la plantilla del centro escolar.

El alcalde de Oia, Alejandro Rodríguez, ha mediado ante la Consellería de Educación para que asigne ambos especialistas al colegio lo antes posible. También ha puesto todo su empeño el regidor de O Rosal, Jesús María Fernández Portela, para echar una mano a sus vecinos tocando puertas en los despachos de la Xunta donde puedan tener poder de decisión.

Al parecer, Educación ya ha iniciado los trámites para disponer de un cuidador o cuidadora en fechas próximas en el colegio. Pero hasta que no lo vean no lo van a creer, porque Isabel lleva desde el pasado mes de septiembre reclamando personal especializado para su pequeña en el colegio. Acudir a un centro específico le saldría muy caro y no hay ese tipo de oferta en el municipio de Oia.

Isabel lucha por que su hija pueda seguir integrándose en la comunidad escolar, donde la pequeña es muy querida, y por eso quiere que se dote al colegio de todos los medios necesarios.

El primer caso

Es la primera vez que se presenta un caso de este tipo en el colegio de Oia y, tanto los padres como los profesores, apuestan porque la niña pueda continuar en el centro. El profesorado hace lo que puede, pero resulta insuficiente con los medios actuales.

Isabel necesita esta atención porque, ante la falta de cuidadores, tiene que acudir al colegio siempre al mediodía para cambiarle los pañales a su hija. Hace cuatro o cinco viajes al día desde su casa hasta el colegio, una obligación que le impide tener la independencia que necesita para conseguir un puesto de trabajo.

Por el momento cobra una ayuda social de 426 euros al mes, pero se le acaba el próximo mes de mayo y en su situación es imposible que pueda cumplir una jornada laboral.



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