Padres deben corregir hábitos inadecuados que posean sus hijos.
La
mayoría de las personas puede pensar que los niños con autismo les es
imposible llegar a establecer una amistad. La realidad es que pueden
socializar y esto los ayuda a aumentar la reciprocidad social con otros
niños.
El término autismo proviene de la palabra griega eaftismos, cuyo significado es “encerrado en uno mismo”. Su introducción en el campo de la psicopatología fue obra del psiquiatra suizo Eugen Bleuler. En su obra “Dementia Praecox or the Group of Schizophrenias” utiliza el vocablo autismo para definir uno de los síntomas patognomónicos de la esquizofrenia.
La psicopedagoga Ana Rojas, señala que lo primero que se les debe explicar a los niños que padecen este trastorno del desarrollo son las conductas aprobadas y posteriormente ayudarlos a modelar las propias según estas líneas.
La psicopedagoga dice a los padres que su objetivo es prevenir ese aislamiento tan característico en jóvenes y adultos con necesidades especiales.
Rojas señala que hacer amistades parece algo sencillo. “En realidad es un proceso complejo. Los padres deben ayudar a sus hijos a desarrollar destrezas para socializar, hacer amistades e incorporarse a un grupo”.
Táctica
El niño con autismo debe relacionarse con niños de su edad sin impedimentos y en ambientes normales. “Así ocurre el modelaje espontáneo, que es el mejor agente catalizador del aprendizaje”.
Uno de los aspectos más complicados para los padres es ser críticos de las conductas de sus hijos, ya que en ocasiones ciertos comportamientos indeseados limitan al joven la posibilidad de que otros quieran tratarlo.
Rojas manifiesta que no todos los niños con autismo son fáciles de moldear para que lleguen a establecer amistades. “Una de las características del autismo es que muestran total desinterés por su entorno y en las relaciones sociales con los demás”.
Además rechazan el contacto físico. “Es importante que los niños sean estimulados y que vean que no tiene nada de malo estar en contacto con otras personas. Para ellos es importante el contacto físico pues experimentan con las texturas”.
El término autismo proviene de la palabra griega eaftismos, cuyo significado es “encerrado en uno mismo”. Su introducción en el campo de la psicopatología fue obra del psiquiatra suizo Eugen Bleuler. En su obra “Dementia Praecox or the Group of Schizophrenias” utiliza el vocablo autismo para definir uno de los síntomas patognomónicos de la esquizofrenia.
La psicopedagoga Ana Rojas, señala que lo primero que se les debe explicar a los niños que padecen este trastorno del desarrollo son las conductas aprobadas y posteriormente ayudarlos a modelar las propias según estas líneas.
La psicopedagoga dice a los padres que su objetivo es prevenir ese aislamiento tan característico en jóvenes y adultos con necesidades especiales.
Rojas señala que hacer amistades parece algo sencillo. “En realidad es un proceso complejo. Los padres deben ayudar a sus hijos a desarrollar destrezas para socializar, hacer amistades e incorporarse a un grupo”.
Táctica
El niño con autismo debe relacionarse con niños de su edad sin impedimentos y en ambientes normales. “Así ocurre el modelaje espontáneo, que es el mejor agente catalizador del aprendizaje”.
Uno de los aspectos más complicados para los padres es ser críticos de las conductas de sus hijos, ya que en ocasiones ciertos comportamientos indeseados limitan al joven la posibilidad de que otros quieran tratarlo.
Rojas manifiesta que no todos los niños con autismo son fáciles de moldear para que lleguen a establecer amistades. “Una de las características del autismo es que muestran total desinterés por su entorno y en las relaciones sociales con los demás”.
Además rechazan el contacto físico. “Es importante que los niños sean estimulados y que vean que no tiene nada de malo estar en contacto con otras personas. Para ellos es importante el contacto físico pues experimentan con las texturas”.
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