Luis Yáñez Reyes
El autismo es un padecimiento que ha aumentado su registro en niños
en los últimos años alrededor del mundo. Tan sólo en México, según
cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en
2011 se registraron 45 mil menores con este trastorno, y además, cada
año se diagnostican seis mil más.
No obstante, aunque aún no tiene cura, los avances tecnológicos
contribuyen a mejorar la calidad de vida de los pacientes y han
desarrollado nuevos recursos en los medios para combatir este mal.
Por ejemplo, en muchos países europeos utilizan los celulares de
pantalla táctil, tabletas electrónicas, y computadoras como método para
fomentar la comunicación en los niños, y han tenido muy buenos
resultados terapéuticos. En nuestro país también la tecnología tiene su
aportación para mejorar la vida de los niños autistas.
Muestra de esto, es el neurofeedback, una técnica que llega a territorio
nacional a finales de los noventa, y retomado por la Universidad
Nacional Autónoma de México, (UNAM), con el objetivo de tener un
tratamiento eficaz contra padecimientos como la depresión, ansiedad,
falta de concentración, déficit de atención y por supuesto el autismo.
Este método “es el monitoreo de los patrones cerebrales y el registro de
su actividad por un medio computarizado, el cual ayuda al menor a
mejorar su reacción comunicativa mediante información visual y
ejercicios estimulantes que se emiten desde de una PC”, comentó Luz
María Álvarez, académica y coordinadora de la Investigación en
Psicología de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Además, agrega la especialista que en el caso del autismo, el
neurofeedback tiene una gran variedad de beneficios como la mejora en
las funciones cognitivas, ayuda a acelerar el proceso de recuperación
del lenguaje, logra que el menor tenga una conexión más cercana con el
ambiente, personas y objetos que lo rodean, y estimula las neuronas a
trabajar adecuadamente.
¿SOLUCIÓN LEJANA O UNA REALIDAD?
En muchas ocasiones, se piensa que tratamientos como el neurofeedback
sólo son opciones a largo plazo o que no son tan fáciles de encontrar en
el país.
Sin embargo, en estos días en México es toda una realidad y ya está al servicio de la sociedad.
“Ha sido complicado mantener proyectos como éste, ya que el equipo que
se utiliza para los tratamientos es de alto costo y por consecuencia las
sesiones también. Sin embargo, hoy en día es más fácil encontrar en
hospitales, clínicas particulares, o incluso en universidades la
posibilidad de asistir a ellos, con un menor costo y con mejores
condiciones sanitarias”, señaló la experta.
De igual forma, señaló que es muy importante, si se va a someter a algún
menor a esta técnica, asegurarse que es llevada a cabo por doctores
especializados en el equipo y materiales empleados, ya que, en el caso
del autismo y como por lo regular se alterna con medicamentos y terapias
psicológicas, puede haber efectos secundarios o retrasos en el
desarrollo de los resultados.
PREGÚNTALE AL ESPECIALISTA
Siempre que hay una nueva alternativa médica, surgen también muchas
dudas. Por ello, la especialista responde tres de las más comunes en los
padres de familia de niños con autismo.
1.-¿El neurofeedback puede beneficiar a cualquier niño con autismo?
“Casi a todos. Cuando se presenta un autismo severo, es decir, cuando el
menor no puede tener el control de un mouse, es muy complicado aplicar
el tratamiento, ya que el medio de interacción es justamente este
accesorio de la computadora”.
2.-¿Cuánto tiempo dura el tratamiento?
“En el caso del autismo, el tratamiento básico suele llegar a rebasar el
año, y en otros casos llega a utilizarse hasta dos años”.
3.-Si no hay autismo severo ¿cómo saber si el neurofeedback puede ayudar a un menor?
Si después de tres o cuatro sesiones no se registran cambios en el
menor, tal vez no esté funcionando. Acudan a su especialista, él les
dará las instrucciones adecuadas, o incluso otros medios de tratamiento.
Colaboración de Fundación Teletón México.
“El compromiso es una decisión, no un acto obligado
Bojorge@teletón.org.mx