Palma Soriano.- El autismo afecta de seis a diez de cada mil menores de diez años en el mundo y es más frecuente en los varones.
A pesar que
en Palma Soriano son aislados los casos de autismo, en las escuelas
regulares trabajan maestros que ayudan en lograr en ellos
desplazamiento, movilidad y comunicación, los enseñan a valerse por si
mismos. Un programa que de conjunto con la familia contribuye a la
sociabilidad de los niños autistas.
Hablar del
autismo es complejo, más cuando este síndrome provoca severos daños en
el comportamiento de las personas, sin probabilidades de cura. Según
especialistas que existen en el territorio palmero, el autismo es un
trastorno neurológico que compromete el funcionamiento global de los
niños en relación con sus semejantes, así como en la adquisición de
habilidades para comunicarse.
Aunque no
se conocen con exactitud las causas de esta discapacidad, la ciencia lo
vincula a influencias ambientales producidas por toxinas y sustancias
químicas, a intolerancia a determinados alimentos, pero en la mayoría
de los casos se vincula a factores genéticos.
Los
primeros síntomas, por lo general, aparecen antes de los tres años de
edad. Las personas autistas pueden presentar aleteo con las manos,
movimientos repetitivos sin finalidad específica y conducta agresiva,
inclusive hacia si mismos. Además tienen dificultades para usar frases
propias, y en cambio, repiten lo que otros dicen. Ellos se resisten a
las transformaciones que se realicen en el hogar, en la escuela.
Actualmente,
no existen medidas efectivas para prevenir el autismo, ni tratamientos
totalmente eficaces. Sin embargo, las investigaciones indican que una
intervención temprana en un entorno educativo apropiado puede tener
mejorías significativas para muchos niños.
Detrás del
autismo puede hacer momentos dulces, otros serán muy fuertes. Por eso,
por pequeño un pequeño logro en ese niño o adulto es una recompensa muy
grande. (Por: Dailín Sánchez Viamonte)
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