El Salvador: El autismo en los ojos del mundo

Ayer fue el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, un trastorno del neurodesarrollo que, aunque no tiene cura, se puede tratar. El apoyo de la familia, como siempre, es vital para los niños. 

 

Día mundial de la concienciación sobre el autismo

 

“Ahora es el momento de obrar en pro de una sociedad más inclusiva, poner de relieve los talentos de las personas afectadas y velar porque haya oportunidades para que puedan desarrollar su potencia.”

Ban Ki-moon

secretario de Naciones Unidas

 

Signos que hay que vigilar

 

Los niños con autismo se caracterizan porque su comportamiento suele ser inapropiado y porque tienen dificultad para jugar con otros niños. Aquí, parte de su comportamiento.

Aislado

 

Prefiere estar solo y le resulta difícil jugar y estar con otros niños. No sonríe cuando alguien le sonríe y si lo hace es en momentos o situaciones inapropiadas. Tiene dificultad para interpretar lo que los demás están pensando o sintiendo, no responde adecuadamente y no observa las caras de las otras personas.

 

En su propio mundo

 

Tiene poco contacto visual, o no lo tiene. Parece estar en su propio mundo y se desconecta de los demás. Actúa como si fuera sordo o sorda, parece que algunas veces escucha u otras no. Tiene dificultad para expresar sus necesidades, emplea gestos o señala los objetos en vez de usar palabras.

 

Lenguaje

 Repite palabras o frases, pero sin que tengan un significado (esto se conoce como ecolalia). No responde a su nombre y se refiere a sí mismo por su nombre en lugar de “yo” o “mí” o no se refiere a sí mismo correctamente (por ejemplo, dice “usted quiere agua” en vez de decir “yo quiero agua”).

 

Se resiste a cambios

Quiere hacer todo de la misma manera, se resiste a los cambios en la rutina. No sabe cómo entretenerse con los juguetes o realiza juegos raros sin parar. Pasa mucho tiempo alineando las cosas o poniéndolas en cierto orden. Aunque no hay cura, en muchos casos los síntomas mejoran con el tratamiento y con la edad.

 

Niños que juegan aislados y solos, sin emitir ni una palabra, como viviendo en su propio mundo. O, por el contrario, pueden tener problemas de conducta recurrentes, cuando alguien les dirige la palabra, parecen no estar en sintonía con el lenguaje. Esas y otras señales son claros ejemplo de que padecen un trastorno llamado autismo, una discapacidad permanente del desarrollo que se manifiesta en los tres primeros años. Una condición de trastorno generalizado del neurodesarrollo que, en resumidas cuentas, afecta la comunicación, imaginación, planificación y reciprocidad emocional.

La Asamblea General de Naciones Unidas no ha ignorado este problema y, de hecho, declaró el 2 de abril como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, para poner de relieve la necesidad de ayudar a mejorar las condiciones de vida de los niños y adultos que sufren este trastorno.

Solo en El Salvador, según la Asociación Salvadoreña del Autismo (ASA), calculaban (hasta 2012) unos 3,000 niños; sin embargo, según el sitio oficial de Naciones Unidas, la tasa del autismo en todas las regiones del mundo es alta y tiene un terrible impacto en los niños, en sus familias, en las comunidades y en la sociedad.

“El autismo no está restringido a una sola región ni a un solo país; es un reto de alcance mundial que requiere medidas a escala mundial. Ahora es el momento de obrar en pro de una sociedad más inclusiva, poner de relieve los talentos de las personas afectadas y velar porque haya oportunidades para que puedan desarrollar su potencial”, fue el mensaje del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en el sitio web de dicha organización.

Según un artículo de Vidaysalud.com, aunque no hay cura para el autismo, en muchos casos los síntomas mejoran con el tratamiento y con la edad. Como ocurre con otro tipo de padecimientos, cuando el autismo se detecta a tiempo y se comienza el tratamiento, los resultados mejoran notoriamente.

En ese sentido, los especialistas insisten en que las personas con autismo pueden tener una vida activa en sus comunidades. Por ello, si tienes un familiar con este trastorno no te desanimes; busca información profesional y aprende cómo ayudarlo a descubrir que el mundo es un lugar interesante que ellos pueden disfrutar como cualquier persona.