Carolina García
Washington
27 MAR 2014 - 20:06 CET
El número de niños con trastorno del espectro autista
-Autismo, Asperger y Trastorno del desarrollo no específico- sigue en
aumento en Estados Unidos. Si hace dos años, uno de cada 88 menores padecía la enfermedad,
ahora es uno de cada 68 los que la sufren, lo que supone un incremento
del 30%, según ha informado este jueves el Centro de Prevención y
Control de Enfermedades de EE UU. Estos trastornos siguen afectando más a
los varones, a uno de cada 42, 4,5 veces más que a las niñas.
La incidencia del autismo varía de Estado a Estado.
Mientras que en Alabama uno de cada 175 lo padece; en Nueva Jersey, la
cifra más alta, lo sufren uno de cada 45, añade el organismo. Los
expertos relacionan el aumento de casos a la mejora de las técnicas de
diagnóstico en los últimos años o “a que antes se carecían de las
técnicas necesarias para reconocerlo”. "Hace 10 años se conocía muy poco
de esta enfermedad", han puntualizado los expertos.
“Hemos estudiado todas las características del autismo en
5.300 niños de ocho años (nacidos en 2002) procedentes de 11 Estados
-Arizona, Arkansas, Colorado, Georgia, Maryland, Missouri, Carolina del
Norte, Utah, Wisconsin, Alabama y Nueva Jersey-”, ha dicho Coleen Boyle,
directora del Departamento de Defectos de Nacimiento y Discapacidades del Desarrollo del CDC,
en un comunicado. “Hemos analizado la edad a la que se les diagnosticó
el trastorno; en qué condiciones se dio, y si existían otras
discapacidades del desarrollo o intelectuales”, ha añadido Boyle.
El incremento más notorio, continúan los expertos, se ha
producido entre los niños que tienen un cociente intelectual de 85
(normal) o menos. Cerca de la mitad de los niños con trastorno del
espectro autista poseen este CI, comparado con el tercio que lo padecía
hace una década.
“No sabemos por qué se ha producido este aumento, el
estudio no se hizo para conocer la causa, pero creemos que se debe a las
nuevas técnicas de diagnóstico que facilitan su identificación”, ha
añadido Boyle. “Hemos evaluado cada caso de forma individual y nos hemos
asegurado que cumplen con la definición de autismo”, ha proseguido
Boyle.
El CDC define los trastornos del espectro autista
como discapacidades del desarrollo que provocan un retraso
significativo en las habilidades sociales, comunicativas y de
comportamiento. Suelen ir acompañados de movimientos repetitivos y
estereotipados. No existe cura aunque han mejorado mucho, sobre todo en
los últimos años, las terapias conductuales, cognitivas y sociales.
“Aunque hay que seguir mejorando”, añaden los expertos. Los científicos
aseguran que la enfermedad tiene un factor genético importante, pero que
no lo explica todo.
"Lo que no ha cambiado", ha continuado la experta, "es que los niños siguen siendo diagnosticados muy tarde". De acuerdo con el informe, la edad media son los cuatro años, "a pesar de que el autismo puede ser diagnosticado desde los dos". "Cuánto más pronto se identifique, más oportunidades de mejorar las dificultades que conlleva el trastorno".
Cada dos años, el CDC revisa los casos autismo en varias comunidades. Del año 2000 al 2002, lo padecían 1 de cada 150 niños de ocho años; dos años después, uno de cada 110, hasta llegar a los datos de 2008 que indicaron que 1 de cada 88 niños sufría un trastorno del espectro autista en EE UU. Según los resultados obtenidos este jueves, "1,2 millones de menores de 18 años vive con este trastorno en el país", ha concluido Boyle.
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