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Monterrey, México (8 septiembre 2013).- De acuerdo con la Asociación Regiomontana de Niños Autistas A.B.P. (Arena), entre más temprano se detecte el autismo en un niño, más posibilidades habrá de tratarlo.
Ahora, tras cambiarse de sede a
un edificio con 15 salones de clase en la Colonia Valle del Contry, la
asociación de beneficencia privada, especializada en el tratamiento del
autismo en pequeños, podrá atender a más de 250 niños con este síndrome.En sus antiguas instalaciones, sobre la Avenida Simón Bolívar, solamente podían atender a 150 pequeños por falta de espacio, indicó Alejandra Cadena, presidenta de la asociación.
"Llegó un momento en el que teníamos lista de espera", señaló, "porque ya era imposible seguir atendiendo ahí a más gente".
Su nuevo hogar, actualmente en calidad de préstamo, es el edificio que antes le pertenecía al jardín de niños Formus, ahora ubicado en La Estanzuela.
Arena, fundada en 1998 como grupo de apoyo para padres de niños autistas en Monterrey, ahora también puede atender a familias de toda el área metropolitana y otros municipios más alejados, gracias a un donativo de Grupo Senda.
"Nos están apoyando con el servicio de transporte", comentó, "las familias pagan una cuota de recuperación de 150 pesos mensuales".
De los poco más de 150 pequeños inscritos a Arena, atendidos en horarios matutinos y vespertinos por 19 maestras capacitadas en educación especial, alrededor de 80 por ciento utiliza el transporte ofrecido.
Entre ellos, unos 25 vienen de municipios más alejados del área metropolitana, como Pesquería, Juárez, García, Santiago y Bustamante, agregó la presidenta, madre de un joven de 19 años con autismo.
Además, 95 por ciento tiene algún tipo de beca, subrayó Cadena.
"Tenemos la campaña de 'Beca a un niño', que va con donativos a partir de los 100 pesos mensuales", resaltó.
El monto de cada beca individual, que puede ser de hasta 90 por ciento, se determina mediante un estudio socioeconómico realizado por la asociación.
El autismo, explicó Elvira Cárdenas, coordinadora académica de Arena, es un síndrome cuyos síntomas, como la falta de comunicación oral e interacción social, se presentan entre los 2 y 3 años de edad.
"No tenemos una prueba médica que pueda determinar si una persona tiene autismo", indicó, "el diagnóstico es en base a la observación de la comunicación oral, la socialización y la imaginación".
Precisamente al no tener rasgos físicos, la detección del autismo por parte de los padres suele ser más difícil, expresó Cárdenas, por lo que es bueno que Arena reciba cada vez a más niños menores de 36 meses.
"El diagnóstico temprano es mejor, porque así sus posibilidades de tener una vida más independiente y de integrarse en general son mayores".
Para información sobre cómo contribuir comunícate al 8348- 8000.
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