Valencia, 10 sep (EFE).- Cerca de 500 especialistas en
Neurología Pediátrica de España, Estados Unidos, Argentina, México y
otros países iberoamericanos analizan en Valencia los últimos avances en
el campo del autismo e hiperactividad y defienden la rentabilidad de la
inversión para la detección precoz de estos trastornos.
El
Palacio de Congresos de Valencia acoge entre hoy y el próximo sábado
este encuentro de los miembros de la Academia Iberoamericana de
Neurología Pediátrica y la Sociedad Española de Neurología Pediátrica.
En
declaraciones a Efe, el presidente de este congreso, el doctor Fernando
Muelas, ha defendido la "rentabilidad" de destinar recursos al
diagnóstico temprano y la terapia, porque "el cerebro de los niños está
evolutivamente activo" y con una detección precoz de autismo o déficit
de atención con hiperactividad (TDAH) "el pronóstico del paciente va a
cambiar muchísimo".
En este congreso se abordarán,
entre otras cuestiones, las convergencias y divergencias entre el
autismo y el TDAH en materia farmacológica o genética.
"Uno
de los temas de mayor interés de cuantos estamos tratando es cómo la
prematuridad afecta a los niños a largo plazo, como si la base anatómica
estuviese en la raíz del déficit de atención, los controles de
impulsos, mecanismos de atención e hiperactividad motora", ha señalado
el doctor Muelas.
En este sentido ha indicado que el
autismo tiene una mayor prevalencia en niños prematuros y esto, unido a
la mayor supervivencia de los nacidos con menos de un kilo de peso, ha
motivado el incremento de la presencia de este trastorno en la sociedad
actual.
"Hace veinte años los bebés que nacían con
menos de mil gramos de peso fallecían en el 90 por ciento de los casos;
hoy, sobrevive ese mismo porcentaje a costa de ciertas secuelas", ha
afirmado Muelas.
Así, se ha comprobado que el
trastorno por déficit de atención e hiperactividad está presente en el
40 por ciento de los nacidos con menos de un kilo de peso, y en el 20
por ciento de quienes pesaron menos de 2,5 kilos.
"Se
estima que la hiperactividad afecta al cinco por ciento de la
población, a unas 50.000 personas en la Comunitat Valenciana", según
Fernando Muelas.
El diagnóstico es especialmente
complicado en edad preescolar, si bien es factible "cuando los niños
tienen ya un punto de control y empiezan a relacionarse con otros
niños".
"El autismo es difícil de diagnosticar, se
debe empezar al año o año y medio si se comprueba que el niño no mira a
la cara de forma habitual, no desarrolla el lenguaje, no responde a su
nombre, parece que esté sordo, no comparte sus juguetes, realiza aleteos
con las manos o balanceos con el cuerpo, va a su aire", explica Muelas.
En
la mayoría de los casos no se encuentra la causa del autismo porque
suele ser de base genética, excepto en los casos de nacimiento
prematuro.
Según su experiencia, ambos trastornos
pueden evolucionar hacia una mejora muy significativa si se tratan desde
edad temprana, si bien lo habitual es que persistan síntomas residuales
en el 30 o 40 por ciento de los casos "que no impiden la vida normal".
Muelas
es director del Instituto Valenciano de Neurología Pediátrica y uno de
los cinco especialistas españoles premiado con el premio Ramón y Cajal,
galardón que recibirá mañana de manos de los dirigentes de la Academia
Iberoamericana de Neurología Pediátrica. EFE
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