16 de septiembre de 2013

Argentina/Buenos Aires: Cuarta Jornada del Espectro Autista: la Provincia lleva capacitadas a 4.000 personas en detección temprana

Collia y Rabolini.jpg1 de cada 88 chicos puede padecer un Trastorno del Espectro Autista (TEA). La detección temprana es el primer paso más importante para comenzar un tratamiento. La importancia de fortalecer la red entre padres, salud y educación.

La cuarta jornada sobre Trastornos del Espectro Autista (TEA) se realizó hoy en el partido de Tres de Febrero con una participación de más de mil personas, entre profesionales de la salud, padres de niños con TEA y docentes. El ministerio de Salud de la Provincia lleva a cabo estas jornadas con el objetivo de avanzar en la detección temprana de los trastornos, un hecho clave para el tratamiento y la evolución de los niños que los sufren.

“Con esta nueva jornada ya superamos las 4 mil personas capacitadas en detección temprana de Trastornos del Espectro Autista. Ese es nuestro desafío: que salud, educación y padres trabajemos juntos para mejorar la calidad de vida y la inserción social de todos los niños”, afirmó el ministro de Salud de la Provincia, Alejandro Collia, en la inauguración de la jornada, que se realizó en el Centro Deportivo Municipal Nº 2 de Tres de Febrero, con la presencia del intendente Hugo Curto.

Collia destacó, sobre todo, la importancia de construir un marco para que tanto las ONGs como el Estado “puedan integrar un programa que permita llegar a tiempo a esta problemática que afecta a uno de cada 88 chicos”. En este sentido, el ministerio de Salud viene trabajando en una Red Provincial de Servicios Sociales y Asistenciales para dar respuesta a los Trastornos del Espectro Autista, a través de capacitaciones, y trabajo en conjunto con educación y asociaciones de padres.

“Estoy muy agradecida tanto con el intendente Curto como con el ministro Collia por invitarme a participar de un trabajo que rendirá sus frutos, como lo hizo la ley de fertilización, que si bien costó implementar hoy podemos ver sus resultados, con más de cien bebés ya nacidos”, afirmó la presidenta de la Fundación Bapro, Karina Rabolini, quien se sumó al trabajo para crear políticas públicas que atiendan la problemática.

Esta fue la cuarta jornada de TEA y la idea es seguir realizándolas en distintos distritos de la Provincia. Hoy se dictaron conferencias sobre Trayectorias Escolares de niños con Trastornos en el proceso de constitución subjetiva; Trabajo de contención, comunicación en la asociación; TGD Padres; Aspectos Neurobiológicos del TEA; Alto rendimiento y Asperger, entre otras. En el encuentro también participaron el titular del Cosapro, Jorge Collia y la coordinadora del programa de Trastornos Generales del Desarrollo (TGD), Daniela Ávila.

DETECCIÓN TEMPRANA

Hasta que Miriam Pérez supo que su hijo sufría un Trastorno General del Desarrollo (TGD) No Especificado se la pasó de consultorio y consultorio: fueron más de 6 médicos en dos años: 3 neurólogos y 3 pediatras. Y los diagnósticos tan variados que iban desde que ella era una madre muy permisiva hasta que tenía hiperactividad. En el medio le hablaron de retraso madurativo, de trastorno de la atención y de que el nene necesitaba unos “chirlos”.

Pero ni ella ni una terapeuta que atendía a Roque –así se llama el niño que hoy tiene 8 años- estaban de acuerdo con lo que les decían. Y finalmente en un hospital público, el 6 de julio de 2010, el diagnóstico fue el acertado: tenía un trastorno del espectro autista, un TGD no especificado.

“Creo que la difusión de estos trastornos y la capacitación  de los profesionales es la tarea más importante a lograr para que a ningún otro padre le pase lo mismo que a mi, que nadie pueda decirle qué tiene su hijo y que empiecen a tratarlo tempranamente”, afirmó Miriam, quien cuando supo el diagnóstico de Roque se asoció con otros padres de Glew y formaron TEA sin fronteras, una ONG para niños, padres y familiares.

La especialista en TEA y TGD y disertante de la jornada, Nora Grañana, explicó que “la detección temprana es fundamental porque favorece la independencia del niño, la vida en el hogar, mejora el rendimiento intelectual, las posibilidades de inclusión y las conductas disruptivas”. Sin embargo, lamentablemente, el diagnóstico temprano todavía no es común. Justamente de eso se trata la conformación de la red provincial y las capacitaciones, de lograr que los niños con esta enfermedad sean tratados desde la más temprana edad.

Grañana explicó que en edad inicial los síntomas que deben llamar la atención a los padres son: la demora en comenzar a hablar cuando tienen más de 2 años, el exceso de berrinches y las dificultades para relacionarse, las conductas repetitivas, la incapacidad para mirar a los ojos o mantener la mirada. En la etapa preescolar, de 3 a 5 años, debe prestarse atención si hay dificultad para relacionarse socialmente, es burlado, demasiado tímido, y tiene temas de interés que no son los de los otros niños.

La especialista explicó que frente a estos casos hay que consultar al pediatra, pero sobre todo ponerse en contacto con las asociaciones de padres, quienes podrán recomendar especialistas. Para eso el ministerio de Salud trabaja en conjunto con el fin de poder derivar a los niños a los centros de atención públicos más cercanos y orientar a los padres con las ONGs que pueden ayudarlos.

Los Trastornos Generales del Desarrollo (TGD) y del Espectro Autista (TEA) suelen aparecer de manera repentina cerca de los 2 años y comprenden una serie de afecciones que tienen en común problemas de integración social, del lenguaje, conductas repetitivas e intereses restringidos.

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