Cuando la
señora Alicia notó que su pequeño Jorge de dos años de edad tenía un
comportamiento especial y que no había aprendido a hablar comenzó a
preocuparse; si en la actualidad esta enfermedad es poco conocida, hace
22 años lo era mucho menos, esta situación cambió la vida del matrimonio
Arias Robles quienes desde entonces centraron la atención en su único
hijo.
La madre de familia señala que a diferencia de otras
discapacidades, este padecimiento no se detecta al momento del
nacimiento sino tiempo después, “el autismo es un trastorno neurológico
que les afecta en el área del lenguaje entonces de chico no te puedes
dar cuenta, ya cuando ves que no habla ya empiezas investigar y te das
cuenta”.
Jorge Alejandro Arias Robles ingresó a una estancia
infantil a los dos años de edad, un mes y medio después su mamá recibió
una llamada telefónica a través de la cual sus sospechas se hicieron más
sólidas.
En aquel entonces, además de no
aprender
a hablar el hijo de la señora Alicia no fijaba la mirada, tampoco había
indicios de sentimentalismo; a diferencia de los demás, aquel bebé no
lloraba al alejarse de su progenitora.
“No esperas eso de
tu hijo, si tiene dos años esperas que pronto comience a hablar y que
comience a hacer lo que crees que es normal”, señala la señora Robles de
Arias.
Poco tiempo después de ser diagnosticado, Jorge comenzó a recibir atención en
instituciones
de educación especial, luego se integró a un plantel regular y hace
tres años volvió a una escuela con el perfil adecuado a su padecimiento.
En
su condición de hijo único, tanto Alicia como su esposo centraron la
vida entorno a su primogénito, “toda la vida ha sido alrededor de Jorge
desde los dos años y como no tenemos otro hijo tal vez no tenemos punto
de
comparación, han sido ya 20 años de terapias”.
A
lo largo de este tiempo los obstáculos no han sido pocos, el principal
ha sido la dificultad de la mayoría de los planteles educativos para que
acepten como
alumno a un niño como Jorge.
Doña
Alicia señala que por fortuna su único hijo ha tenido suerte en ese
sentido, siempre ha contado con el apoyo de profesores y compañeros que
lo han acogido de una manera muy afectiva, “el resultado de mi hijo no
es sólo mío, es de toda la gente con la que le ha tocado convivir”.
Alicia
Robles reconoce que la labor no ha sido fácil, asegura que los hijos no
vienen incluidos con un manual y mucho menos uno especial como el que
le tocó a ella.
Hace 19 años el porcentaje de niños que
padecen autismo era de uno entre mil y actualmente es de uno entre 116,
afirma Sofía Orta, presidenta de la Asociación Vida y Autismo
Incluso
países como Estados Unidos y Japón ya lo consideran como una epidemia y
en México la Secretaría de Educación Pública no lo contempla ni
siquiera como una discapacidad, según lo relatan integrantes de la
asociación.
Por si fuera poco el sector salud tampoco tiene un
programa o presupuesto destinado para la detección y atención de este
padecimiento.
“Tenemos una deuda con la discapacidad mental, una
deuda que empieza desde las leyes, desde la educación, desde la falta
de médicos para poder diagnosticarlo, sí nos falta mucha cultura para el
autismo”, expresó Sofía Orta.
Vida y Autismo señala que el censo
que se tiene en Coahuila señala que hay 50 personas con este
padecimiento en la entidad, algo que los miembros de la organización
consideran poco confiable ya que sólo ellos brindan atención a 40.
Orta
Canales, afirma que en su experiencia, tan sólo en la Región Sureste
hay 100 personas y la estadística va en crecimiento, “nuestra proyección
es que en el 2013 vamos a tener 60 personas y al año 2015 seremos 100
personas como asociación”.
Cada caso de autismo es diferente y se
asimila de una forma distinta, cuando alguien es diagnosticado comienza
un peregrinar de médicos y de estudios con el objetivo de brindar
atención al paciente.
Diagnosticar el autismo cuesta dinero, sobre
todo porque se requiere de especialistas médicos, los cuales, por
cierto, son muy escasos. Por esa razón hay muchas personas sin una
evaluación especializada porque no cuentan con los medios necesarios.
Alicia
Robles describe a su hijo Jorge como el autista más social, que va a
todos los lugares y lleva una vida lo más normal y cotidiana, al igual
que cualquier otra persona, “es un encanto, es un hijo maravilloso con
todo lo que ha progresado”.
Encontró en la música, especialmente
en el género norteño, uno de los estímulos más importantes para alcanzar
los logros que ahora presumen.
Solidaridad. La Asociación
Vida y Autismo invita a participar en su ya tradicional muestra
gastronómica y así permitir seguir ayudando a quienes lo necesitan.
Invita asociación a muestra gastronómica
En
lo que representa su principal fuente de financiamiento, la Asociación
Civil Vida y Autismo llevará a cabo la tercera edición de una muestra
gastronómica por lo que invita a la población para que acuda a este
evento el cual lleva como lema, “Ayúdanos a ayudar”, esto lo dieron a
conocer integrantes del organismo encabezadas por su presidenta Sofía
Orta Canales.
El programa está contemplado a realizarse el próximo
15 de noviembre en el Museo del Desierto a partir de las ocho de la
noche, según lo señaló Orta Canales.
En esta ocasión algunos de
los restaurantes repiten su participación y otros más se suman para
integrar en total a 25 establecimientos que estarán ofreciendo sus
mejores platillos a quienes decidan asistir al evento.
“Estamos
muy contentos porque este evento es la base fundamental de la economía
de nuestra asociación, se realiza cada dos años, es la manera en que
Vida y Autismo ha podido crecer”, señaló su presidenta.
Añadió que
esperan obtener como beneficio al menos 100 mil pesos los cuales se
invertirán en tres vertientes principales que resultan las de mayor
necesidad para el organismo.
El primer objetivo es garantizar el
sistema de becas las cuales únicamente se otorgan a través de un estudio
socioeconómico que compruebe que la familia es de escasos recursos.
Otro de los puntos a considerar es la compra de material didáctico.
La
otra aspiración de Vida y Autismo es crecer en los espacios físicos con
los que cuenta debido a que actualmente atiende a cerca de 40 personas
con este padecimiento, con lo cual podrían brindarles terapia laboral y
ocupacional.
El costo de la muestra gastronómica es de 300 pesos y
se pueden adquirir en el teléfono 4-88-45-07 ó en el celular
844-121-43-63.
“Además de degustar a los excelentes restaurantes
que llevamos va a haber un show, va a haber unas 60 ó 70 rifas para los
participantes”, finalizó Sofía Orta.
Ayuda
Será el 15 de noviembre la muestra gastronómica de Vida y Autismo.
El costo del boleto es de 300 pesos con derecho a 25 restaurantes.
La venta de los boletos es en el teléfono 4-88-45-07 y en el celular 844 121 43 63.
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