 
 
         
         
        
La Federación de Autismo de Castilla y León asegura que el 
no reconocimiento de la especificidad del autismo supone, no sólo un 
encarecimiento del coste de los servicios, sino también un detrimento de
 la calidad de vida e incluso un atentado a los derechos de las personas
 con autismo. 
            
El Día Europeo del Autismo se celebra desde el año 2007 
en todos los países de la Unión Europea, con el propósito de concienciar
 a la ciudadanía sobre los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) y 
los problemas a los que se enfrentan estas personas y sus familias, a 
través de la difusión del conocimiento sobre el autismo y fomento del 
desarrollo de políticas que garanticen los derechos y la participación 
social de las personas con TEA. Desde esa fecha, las asociaciones de 
autismo de Castilla y León conmemoramos, durante la primera semana de 
octubre, este día, símbolo de la lucha de un colectivo de personas por 
ver reconocidos sus derechos, objetivo sólo alcanzable mediante la 
implicación del conjunto de la sociedad.
El autismo es una discapacidad en auge, los datos actuales de prevalencia, publicados por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU en marzo de 2012, indican un aumento de los casos detectados del 60% en los últimos 20 años, presentando algún TEA 1 de cada 88 nacidos. Estos datos tienen su reflejo en Castilla y León, donde las asociaciones de autismo han incrementado el número de personas atendidas en casi un 20% en el año 2012. Los expertos apuntan a que este incremento de casos se debe, en buena medida, a los avances en el conocimiento sobre esta discapacidad.
No obstante, en la comunidad el TEA sigue siendo una discapacidad 
“invisible” para el conjunto de la sociedad, algo especialmente 
significativo entre los profesionales de los servicios educativos, 
sanitarios y sociales. Todavía hoy el desconocimiento existente sigue 
generando prejuicios, interpretaciones erróneas, y generalizaciones que 
dificultan, en gran medida, el desarrollo de una atención especializada,
 dirigida a mejorar la calidad de vida de estas personas.  
Sin embargo, las nuevas políticas sobre discapacidad no reconocen 
la especificidad del autismo, y plantean modelos de servicios de 
atención generalista que no presta atención a las necesidades 
 específicas de las personas con TEA. Además, en el marco de crisis 
económica, las medidas de recorte que se están produciendo pueden 
afectar a los derechos de las personas con autismo y pueden suponer un 
retroceso respecto de la ya precaria situación de atención existente. 
Tememos, por tanto, que este escenario no sólo va a suponer un 
encarecimiento de los costes de los servicios, sino también, un 
detrimento de la calidad de vida de estas personas, e incluso, un 
atentado a sus derechos recogidos en la Carta Europea de los Derechos de
 las Personas con Autismo y respaldados por la Convención Internacional 
sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Retos de la Federación Autismo Castilla y León
Mejorar la detección precoz para alcanzar un diagnóstico certero lo
 antes posible, acorde a los protocolos y buenas prácticas reconocidas a
 nivel internacional. Es preciso intensificar la formación 
especializada, dirigida a los profesionales implicados, así como mejorar
 la colaboración entre el movimiento asociativo y las administraciones 
públicas, a través del establecimiento de protocolos de coordinación y 
derivación para la mejora de la detección precoz.
Promover la atención temprana. El pronóstico y la evolución de las 
personas con TEA tienen relación directa con el tipo de atención 
recibida y el momento en que ésta se inicia. La evidencia científica 
demuestra que aquellas personas con TEA que han recibido un tratamiento 
especializado desde edades tempranas alcanzan mayores niveles de 
autonomía y tienen una mejor calidad de vida. 
Consolidar plazas existentes y crear nuevas plazas de centro de día
 y vivienda para las personas con autismo que lo precisen y financiar 
programas estables dirigidos a personas con autismo sin discapacidad 
intelectual, que garantice la atención especializada que unos y otros 
necesitan a lo largo de todo el ciclo vital.
Promover el acceso a las prestaciones sanitarias. La complejidad 
del trastorno, la falta de formación de profesionales médicos, la 
rigidez del sistema sanitario, los problemas de adaptación existentes,… 
dificultan el acceso real de las personas con autismo a la cartera 
sanitaria a la que tenemos derecho todos los ciudadanos. Es necesario 
realizar esfuerzos dirigidos remover los obstáculos existentes, 
garantizando el acceso de estas personas a los servicios sanitarios 
universales en condiciones de igualdad al resto de la sociedad.
Garantizar una adecuada educación a lo largo de toda la vida. Las 
personas con TEA precisan de una atención educativa especializada, 
continua y generalizada a lo largo de toda su vida. La educación se ha 
evidenciado como el único instrumento de promoción y mejora de su 
calidad de vida. Por ello, es necesario articular medidas educativas que
 promuevan el desarrollo integral y el aprendizaje de estas personas a 
lo largo de toda su vida, adaptando la respuesta educativa a sus 
necesidades específicas.
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario