 
                     Ricardo Canal, investigador de la Universidad de Salamanca experto en autismo / FOTO: DICYT
            Ricardo Canal, investigador de la Universidad de Salamanca experto en autismo / FOTO: DICYT                         Investigadores de la Universidad de Salamanca y pediatras de  Zamora y Salamanca desarrollan el tercer programa de cribado de autismo  más grande de Europa              
 Investigadores de la Universidad de Salamanca en  colaboración con los pediatras de las provincias de Zamora y Salamanca  estudian la detección precoz del autismo a través de un programa de  cribado que ya ha incluido a 11.500 niños en los últimos ocho años,  convirtiéndose en el tercero más grande que se ha realizado en Europa y  uno de los más eficaces del mundo. Con esta larga experiencia, que  continúa en marcha, una de las conclusiones de los científicos es que  realizar un seguimiento del desarrollo en diferentes edades resulta más  efectivo que realizar una sola prueba.
Ricardo Canal Bedia, profesor del Departamento de Personalidad,  Evaluación y Tratamiento Psicológicos de la Universidad de Salamanca y  miembro del Instituto Universitario de Integración en la Comunidad  (Inico), dirige esta investigación y asegura en declaraciones a DiCYT  que los resultados evidencian que "es mejor una vigilancia del  desarrollo que la constatación de signos de alarma en un momento  evolutivo concreto".
La herramienta que utiliza este programa de cribado se basa en un  cuestionario que contestan los padres a los 18 o a los 24 meses de edad  del niño. Sin embargo, en más de 2.000 casos, el cuestionario se ha  pasado tanto al año y medio como a los dos años y con mejores  resultados, según los investigadores. De cada 1.000 niños, este programa  ha detectado el autismo en 3'5 niños. A pesar de que los datos indican  que en el grupo de edad entre 8 y 12 años la prevalencia llega hasta 6  de cada 1.000, resulta imposible identificar algunas patologías  concretas dentro del autismo, como el Síndrome de Asperger, cuyos  síntomas aparecen más tarde. En cualquier caso, el diagnóstico precoz  resulta esencial para mejorar la comunicación social y las respuestas  emocionales. Por eso, una vez detectados los casos, se realiza un  seguimiento posterior.
Además, en algunos países "se está iniciando la vigilancia del  desarrollo en edades aún más tempranas", asegura Ricardo Canal, porque  parecen haberse descubierto criterios de alarma para el autismo a los 12  meses. Por eso, los investigadores quieren ampliar su proyecto y  diseñar "una herramienta que nos permita una vigilancia a los 12, 18 y  24 meses, de manera que el cribado sería más eficiente".
La detección del Trastorno del Espectro Autista (TEA) basada en el  uso de cuestionarios para padres "tiene algunas limitaciones", reconocen  los investigadores, derivadas sobre todo de la dificultad para  interpretar correctamente las preguntas, dada la diversidad cultural y  las circunstancias de cada familia. Un ejemplo puede ilustrar estos  problemas. Los niños de estas edades acostumbran a señalar con el dedo  todo tipo de objetos y situaciones, pero una de las características de  los que sufren autismo es la ausencia de esta acción. Pues bien, dentro  del cuestionario algunos padres afirman que sus hijos no señalan con el  dedo o que se lo prohíben porque lo consideran una falta de educación.
Esto da lugar a resultados erróneos en los cuestionarios, pero el  sistema informático que se emplea en este programa de cribado le da un  papel activo al pediatra, que es el responsable de suministrar los  datos, y en parte "le traslada la responsabilidad de asegurar si la  sospecha de autismo es una buena pista o un falso positivo".
Esto supone también que los pediatras que participan en el programa  tienen más conocimiento de los signos de sospecha del autismo y han  tenido que asumir la comunicación a las familias de dicha sospecha. "Si  ponemos en manos del pediatra la responsabilidad de la detección, la  eficacia del sistema sería mayor, aunque no sabemos si el tiempo que  tienen que dedicar los pediatras compensaría el esfuerzo", apunta el  especialista.
En Europa sólo se han desarrollado dos programas de detección de  autismo más grandes: uno en el Reino Unido con 16.000 niños, pero ya no  está activo, y otro que continúa en Holanda y ha examinado a más de  50.000.
Los criterios científicos en cada caso han sido diferentes. Los  investigadores holandeses han tratado de dividir las pruebas de dos  etapas, detectando casos primero en las guarderías a los 14 meses y  poniéndose en contacto después con las familias. Este método ha dado  muchos falsos negativos, es decir, casos que han pasado desapercibidos. 
Por su parte, el programa del Reino Unido combinaba media docena de preguntas con criterios observacionales por parte de los equipos de Pediatría, pero dio lugar a muchos falsos positivos, niños diagnosticados que finalmente no sufren el trastorno. Sin embargo, esta herramienta fue modificada, reduciendo las pruebas sólo al cuestionario, pero ampliando éste a 23 preguntas. Así se ha aplicado en Estados Unidos y en este cribado que dirige Ricardo Canal y que parece más efectivo de acuerdo con sus resultados.
Por su parte, el programa del Reino Unido combinaba media docena de preguntas con criterios observacionales por parte de los equipos de Pediatría, pero dio lugar a muchos falsos positivos, niños diagnosticados que finalmente no sufren el trastorno. Sin embargo, esta herramienta fue modificada, reduciendo las pruebas sólo al cuestionario, pero ampliando éste a 23 preguntas. Así se ha aplicado en Estados Unidos y en este cribado que dirige Ricardo Canal y que parece más efectivo de acuerdo con sus resultados.
El profesor de la Universidad de Salamanca representa a España en  la Acción COST (European Cooperation in Science and Technology)  'Enhancing the scientific study of early autism: A network to improve  research, services and outcomes', un programa intergubernamental de  cooperación científica europea que, en esta caso, busca potenciar el  estudio científico del autismo temprano en Europa.
Gracias a esta iniciativa, los investigadores españoles están transfiriendo importantes datos que no se incluyen en los demás estudios, no sólo la combinación de datos del grupo que ha sido examinado tanto a los 18 como a los 24 meses, sino también información sobre el coste económico de estas pruebas: cada caso
Gracias a esta iniciativa, los investigadores españoles están transfiriendo importantes datos que no se incluyen en los demás estudios, no sólo la combinación de datos del grupo que ha sido examinado tanto a los 18 como a los 24 meses, sino también información sobre el coste económico de estas pruebas: cada caso
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario