Niños y jóvenes con Asperger, objeto de “bullying” en un 100%

El doctor Roberto Carrillo Ruiz dijo ayer durante una conferencia impartida en la Facultad de Psicología de la UADY que la gente debe entender que el Síndrome de Asperger (SA) existe y que los niños y adolescentes que lo tienen son objeto de bullying en un 100%, pero si sumamos esfuerzos, tanto a estos niños como a otros que sin tener SA sufren bullying, podemos reintegrarlos social, laboral y escolarmente, a la vez que podemos combatir el bullying si aprendemos a reconocer sus diversas formas de manifestación y la diversidad de lugares donde se presenta.

Ampliando su explicación, el ponente señaló que el SA es un trastorno generalizado del desarrollo que se manifiesta principalmente en el área de la socialización, del lenguaje y de la conducta. Esos niños, a diferencia de otros trastornos generalizados del desarrollo, tienen una capacidad intelectual arriba del promedio y tienen más capacidad social y de comunicación, son de alto rendimiento, por lo que bien canalizados pueden ser muy útiles a la sociedad.

Dijo también que una de las características de los trastornos generalizados es la afectación del área social, pero en el Asperger, esta área está menos afectada, es una característica que lo distingue de otros trastornos generalizados del desarrollo.

Refirió que al estar preparando su conferencia, lo que más le llamó la atención es que todos los niños que sufren SA son bullynizados, por eso es importante que la gente sepa que estos niños tienen características especiales que los hacen ser más vulnerables, y además tienen mucha problemática para poder comunicar que son objeto de bullying, por eso sufren mucho. “De hecho –comentó-, yo termino mi conferencia con una pintura de Münch, que se llama El Grito, donde quiero plasmar lo que puede sufrir un niño con Síndrome de Asperger que es objeto de bullying.

Señaló que se puede saber que el niño o niña tiene un trastorno generalizado del desarrollo cuando se presenta cualquier característica anormal, por ejemplo que el lenguaje no se presente, que tengan conductas raras, que no duerman, que estén irritables, que estén agresivos, y si comparamos con otros niños de su edad, que veamos retrasos, que veamos conductas llamativas, extrañas. Entonces debemos buscar la ayuda de un experto, que puede ser un psicólogo, un pediatra, un neuropediatra, o un psicólogo infantil.

Programas antibullying

Aseveró que el bullying siempre ha existido y ataca a ambos sexos, a todos los niveles culturales y sociales, pero hoy gracias a los medios de comunicación se ha hecho más conocido y ahora lo que necesitamos hacer es crear conciencia en las escuelas, para que tengan programas antibullying. Tiene que haber en todos los colegios gente dedicada a trabajar con el bullying. Crear conciencia en los alumnos y en los padres de los valores cívicos, morales, y crear empatía para que la gente viva feliz.

Carrillo Ruiz mencionó que los que más denuncian el bullying son los propios compañeros, y allí es donde tenemos que trabajar, para que aprendan a detectarlo y salven a sus compañeros. Dio a conocer que los bullynistas son chicos fuertes, psicológicamente manipuladores, que son capaces de cambiar su discurso cuando es necesario. Sin embargo son muy débiles internamente, y generalmente vienen de familias donde son maltratados, donde son hostigados, y necesitan ellos de seguidores para sentirse fuertes, por eso hay un equipo detrás de ellos. Necesitan a los que están observando, que no hacen nada, a los mirones en silencio y a los que se ríen como tontos de sus maldades.

Es todo un equipo para lograr el bullying, que se presenta en todos lados, pues lo hay en colegios públicos, particulares, en la ciudad, y en el trabajo, porque sabemos que el bullying infantil puede ser bullying en el adulto, nada más que los adultos, como han crecido, ya tienen más recursos para defenderse, a diferencia de un chico que está entrando a la secundaria, que es más difícil que se defienda y muchas veces deja de ir a la escuela para evitar al bullynista. Además, en muchas escuelas, en lugar de reconocer el bullying y combatirlo con programas, lo esconden y regañan a los niños que son objeto del bullying. Eso provoca en los niños bullynizados que se vuelvan tristes, o agresivos, que falten a la escuela o que somaticen dolores, es decir, sienten dolores de cabeza, musculares o articulares, porque viven en lo que sienten que es una inseguridad total.

El ponente explicó que se ha visto que cuando a los alumnos de una escuela se les capacita en valores y empatía no van a ser cómplices del bullying y eso va a romper el bullying, pues el bully, agresor o victimario necesita de cómplices para ejecutarlo.

Tipos de bullying

Por otra parte, mencionó que hay diversos tipos de Bullying: pues aunque el escolar comprende el 90% de los casos, y abarca la escuela y los alrededores, incluidos los parques cercanos, hay bullying social, que en Yucatán se manifestaba por ejemplo con el llamado “cultivo”, hay ciberbullying, a través de las redes sociales como Facebook, que ocurre cuando por ejemplo suben fotos de algún chico o chica para agredirlo moralmente. También hay bullying psicológico o físico, o una combinación de ambos. En este punto Roberto Carrillo Ruiz dijo que las mujeres son más objeto de bullying psicológico y los hombres del bullying combinado, que incluye desde golpes leves hasta lesiones que con frecuencia causan la muerte.

Y asimismo hay bullying laboral, de los que como compañeros de trabajo agarran a alguien como su “puerquito” para estarlo agrediendo, o de los jefes que fueron bullynistas infantiles y se convirtieron en bullynistas adultos y conservaron la costumbre de agredir usando ahora su poder o autoridad contra los que no se saben defender bien o tienen dificultades para relacionarse o simplemente son diferentes o mejores, lo que molesta a los bullynistas.

Dijo Carrillo Ruiz que hay muchas formas de bullynismo laboral de jefes a subordinados: Por ejemplo regañarlo constantemente, hacer énfasis en los errores que comete y no reconocer sus aciertos, mostrarle siempre mala cara, dejarlo al último en todo, despreciar sus aportes, engañarlo con algo que el subordinado pretenda, por ejemplo un aumento o un préstamo que nunca llega, y marginar de las reuniones de trabajo al que le cae mal al bullynista, o marginarlo de los aumentos salariales y de las prestaciones o apoyos que sí se da a los otros.

En todas las escuelas y por cualquier motivo

El profesional insistió en que el bullying es un serio problema social y educativo, pues se practica en todos lados y en todas y cada una de las escuelas: en la primaria sobre todo en los años finales, en toda la secundaria y en la Prepa. En algunas escuelas se esconde, pero puede encontrarse esa injusta práctica contra los que tienen color de piel diferente, o los que vienen de otro país, o son de otra clase social, o son de otra tendencia sexual, o son más bajitos, o más delgados, o más gordos, o simplemente porque le caen mal al victimario, que siempre es un líder capaz de manipular a los demás. Es decir, que el bullying se practica por cualquier motivo.

En cuanto al carácter del bullynista, dijo que generalmente son chicos o chicas con problemas, que son castigados severamente en su casa, y que requieren ayuda, por lo que al detectarse un caso es necesario atender no solo a la víctima, sino también al verdugo o victimario, que de alguna manera seguramente diferente está siendo a su vez víctima de otras personas y condiciones. En otras palabras, hay que humanizar a nuestra sociedad.

(Roberto López Méndez)