13 de enero de 2011

Cuba: Una “fórmula” para el tratamiento del autismo

Un proyecto multidisciplinario de atención a niños autistas es llevan a la práctica especialistas de Salud Pública y Educación en la provincia de Holguín.

La prueba más eficaz del funcionamiento del grupo –que tiene su sede principal en el Departamento de Neuropsicología del hospital clínico quirúrgico Lucía Íñiguez Landín– lo constituyen los talleres regionales que realizan en círculos infantiles de este territorio oriental.

Uno de estos encuentros tuvo lugar en el círculo infantil especial Pelusín, de la ciudad cubana de los parques. Allí participaron familias con niños autistas, procedentes de los poblados de Mayarí, Levisa y Holguín. Sin embargo, los organizadores aseguran que espacios como este también permiten incentivar la participación de familias que tengan niños con otros padecimientos, como trastornos en el lenguaje, la interacción social y el comportamiento.

Según la psicóloga Anabel Velázquez Borjas, integrante del proyecto, “hay niños con enfermedades como Trisonomía 15, retraso mental, trastorno de Asperger, síndrome de Rett, trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad, entre otras, que pueden ser beneficiados con las mismas técnicas con que intentamos desarrollar las habilidades en los que padecen de autismo. La propuesta ha calado bien, y desde el primer taller participan con nosotros dos familias de niñas que no son autistas”.

El proyecto involucra a psicólogos, psiquiatras, neurólogos, defectólogos, logopedas, trabajadores sociales, psicopedagogas y enfermeras. Su unión posibilita conformar un equipo asesor de los cuidadores y de las familias de niños autistas, pacientes escogidos a edades tempranas pues reciben de mejor manera los beneficios de la estimulación a que son sometidos eneste intercambio.

La psicóloga Ana Karina Gutiérrez, jefa el proyecto, señala además que la estrategia de intervención parte de una evaluación multidisciplinaria que permite arribar a un diagnóstico certero. “A partir de los resultados de este, se conforma una estrategia personalizada, pues aun cuando existen principios de tratamiento generales, hay que readecuar los modos de actuación según la etapa del desarrollo, potencialidades y grado específico de las alteraciones de los pacientes”, agrega.

La estrategia comprende orientaciones y técnicas que se les brindan a familiares y cuidadores, basadas en un programa que es fruto de la colaboración de especialistas cubanos con el instituto británico "Autism Initiative".

El autismo se entiende como un trastorno profundo del desarrollo, caracterizado por limitaciones en el lenguaje, la interacción social, la cognición y el comportamiento. Ello condiciona que, quienes lo padecen, por ejemplo, no se interesen por establecer una conversación con las personas que los rodean, ya que se les dificulta la comprensión (no entienden el sentido figurado, las frases abstractas); y no usan otras alternativas no verbales (señalar, hacer dibujos o gestos que indiquen lo que quieren), todo lo cual dificulta su participación en el entorno social en que viven estos pacientes.

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